La mesa está puesta para el gobierno abierto




*Esta columna fue escrita junto a Álvaro Ramírez-Alujas, Representante de la Red Académica de Gobierno Abierto

El gobierno chileno tiene una oportunidad histórica de cambiar la forma en que se relaciona con la ciudadanía. Por primera vez la academia, las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno están trabajando juntos en la Mesa de Gobierno Abierto (MGA), un espacio de diálogo y coordinación que busca llevar a cabos los compromisos que ha adquirido el Estado Chileno en la materia, específicamente en el marco de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA).

Con este hito se comienza a construir en Chile la institucionalidad necesaria para la búsqueda conjunta de respuestas a los problemas que nos aquejan como sociedad y coordinar colaborativamente la agenda de gobierno Abierto tal como exigen los estándares internacionales. Además, en tanto cuenta con respaldo formal, la MGA ofrece una plataforma efectiva para la promoción de los principios de transparencia, colaboración, participación ciudadana, rendición de cuentas e innovación tecnológica y su aplicación concreta en políticas públicas con impacto transformador en la relación Estado-ciudadanía (estrategias de gobierno digital, apertura de datos, espacios efectivos de colaboración y participación, etc).

Este nuevo órgano, que a través de quienes suscriben contará con la voz de académicos de a lo menos 10 universidades y 33 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, tendrá su primera sesión ampliada y lanzamiento oficial el próximo viernes 3 de noviembre y tendrá como desafíos inmediatos, por un lado, la elaboración del cuarto plan de acción de Chile en la AGA y, por el otro, sensibilizar activamente tanto al Estado como a la ciudadanía sobre la importancia de la apertura gubernamental y las oportunidades que ofrece para la construcción de una mejor gobernanza en Chile, incluso más allá del ejecutivo hacia otros ámbitos como el Poder Legislativo, Judicial y los gobiernos locales (municipios).

Lograr este avance significó un trabajo arduo que requirió muchas horas y recursos por parte de la sociedad civil y el naciente conglomerado de académicos que, a través de procesos amplios y transparentes de convocatoria y elección de representantes, lograron congregar a un gran número de instituciones que hoy, con la MGA constituida, mantienen altas expectativas sobre el alcance de este nuevo espacio de colaboración e incidencia.

Esperamos que el gobierno actúe en concordancia y aproveche una oportunidad inmejorable para acercarse a la ciudadanía y abrirse camino hacia la modernización del Estado desde un enfoque participativo, transparente y puesto al servicio de sus ciudadanos: que se comprometa a ser un Gobierno realmente abierto.

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