El mes de la ciudad




TUVE LA suerte de tomar un café con un amigo que regresaba luego de hacer un master en Arquitectura del Paisaje en Harvard y trabajar en una empresa de estudios territoriales estratégicos en Estados Unidos. Entre las muchas cosas que conversamos, lo más destacado fue su visión de los cambios vividos por Santiago en estos cuatro años.

Oriundo de Iquique y buen conocedor de la realidad de nuestras ciudades, mi amigo comentó cómo pese a todos los problemas de transporte, seguridad, segregación y riesgo, se advertía un nuevo aire en la capital. Que se manifestaba en la cantidad de gente movilizándose en bicicleta -y la cultura cívica que ello conlleva-, el uso masivo de nuevos parques como Juan Pablo II en Bajos de Mena o Renato Poblete en Quinta Normal, las nuevas plazas de bolsillo, así como una mayor conciencia del valor del espacio colectivo, la buena arquitectura y calidad de nuestra infraestructura.

No es casual que su diagnóstico optimista de la vida urbana de Santiago haya coincidido justo en marzo, cuando la ciudad retoma su fulgor e intensidad gozando aún del clima veraniego, y donde la Intendencia Metropolitana ha organizado una serie de actividades en el marco del denominado "mes de la ciudad" para poner en relevancia y reconocer los valores presentes en nuestra capital.

Dentro de las actividades del mes de la ciudad, destacan hoy la entrega al Premio Ciudad en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, el Foro de Agua y Cambio Climático a efectuarse en el GAM este miércoles 22, el proyecto piloto de caminabilidad y urbanismo Táctico en Portugal con Alameda el jueves 23, y muy especialmente la celebración este fin de semana recién pasado del primer "Oh! Santiago", versión local del Festival Open House, donde más de 70 edificios y espacios de valor arquitectónico, urbano, social y medioambiental abren sus puertas para que los ciudadanos puedan conocerlos por dentro, guiados por sus autores, habitantes o gestores. La belleza de "Oh! Santiago" radica en la diversidad y distribución espacial de los destinos, muchos de ellos de difícil acceso para el público en general, y que van desde el condominio Antumalal en Renca -obra del premiado arquitecto Alejandro Aravena y Elemental-, la Planta de Tratamiento de Aguas de la Farfana en Maipú, las obras de la nueva línea 6 de Metro, pasando por el edifico Transoceánica en Vitacura o la Dirección de Gestión Ambiental de la Pintana, por destacar algunos.

Todas estas iniciativas y foros dan cuenta de que la riqueza urbana de ciudades como Santiago no coincide con su distribución socioeconómica, de la importancia de conocer y reconocer sus virtudes, así como enfrentar sus carencias. El cierre de este mes de la ciudad será el martes 28 con el seminario internacional "Por un Santiago Humano y Resiliente", en que se presentará la Estrategia de Resiliencia Metropolitana, y se discutirán los desafíos para tener un Santiago más conectado, verde y sostenible, más preparado y seguro. Es de esperar que iniciativas como éstas permitan no solo conocer más las virtudes y desafíos de nuestra capital, sino también -al igual que mi amigo-, nos muevan a celebrar e involucrarnos para mejorar nuestra calidad de vida y compartir la ciudad que merecemos.

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