El peso de la noche




FUE UNA sorpresa que los diputados del PC votaran divididos respecto del acuerdo de la Cámara de respaldar las gestiones para lograr la extradición desde México del exfrentista Raúl Escobar Poblete, uno de los autores materiales del asesinato de Jaime Guzmán en 1991. Carmona, Cariola y Vallejo apoyaron el acuerdo, Gutiérrez dio una explicación leguleya para votar en contra, mientras que Teillier y Núñez no estuvieron presentes.

Sobre el crimen de Guzmán, Teillier sostuvo: "Esto es consecuencia de lo que pasó en Chile el año 73, cosa que no podemos olvidar (…) Todos estos son daños colaterales". Es la voz más autorizada para hablar de esa clase de daños. Entrevistado por La Tercera en marzo de 2013, reconoció la paternidad comunista sobre el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y contó que él había sido el jefe militar del PC, supervisor de las acciones del FPMR, encargado del desembarco de armas en Carrizal Bajo y responsable partidario de autorizar el atentado a Pinochet.

¿Por qué hizo tales revelaciones? Al parecer, para demostrar que fue acertada la "política de rebelión popular" de su partido, y ganar así autoridad ante los dirigentes juveniles. Respecto de las operaciones llevadas a cabo por el FPMR, afirmó entonces: "Lo que pasa es que acciones de este tipo traen consecuencias, hay pérdidas de vidas, riesgos, los que estaban metidos en eso sabían en lo que estaban". En efecto, "los que estaban metidos en eso" arriesgaron el pellejo, dispuestos a morir y a matar, mientras los estrategas estudiaban los mapas.

En 1986, los dirigentes del PC imaginaron una solución parecida a la nicaragüense (la toma del poder por un ejército popular y la instalación de un régimen revolucionario). Pero el movimiento antidictatorial avanzó por un cauce muy distinto: pacífico, a cara descubierta, buscando poner fin a la cultura de la muerte. El FPMR terminó dividiéndose en 1987, lo que significó que el PC perdiera el control del aparato militar creado con el apoyo de Fidel Castro. El grupo que optó por la autonomía acusó al PC de no cumplir su palabra de considerar la salida de Pinochet solo como el primer paso de la "guerra patriótica".

Teillier admitió en 2013 que "al Frente le mataron mucha gente". Así es, muchos jóvenes comunistas perdieron la vida en una lucha sin destino. Fue insensato el plan de desafiar a las FF.AA. en el terreno de las armas, y el balance simplemente desastroso. No debilitó a la dictadura, sino que le dio nuevos pretextos para reprimir. La herencia incluye que no pocos frentistas se dedicaron al bandolerismo, como es el caso de Escobar Poblete.

El asesinato de Guzmán se produjo cuando la transición democrática todavía no se consolidaba. Además de un acto vil, fue un intento desquiciado por hundir los esfuerzos del gobierno del Presidente Aylwin por asegurar que los chilenos pudiéramos vivir en libertad. En esos días, los militaristas de derecha y los militaristas de izquierda intentaron ahogar la democracia que nacía. Afortunadamente fracasaron, para bien de Chile.

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