Tiempos de Ciudad




En un año electoral es importante reflexionar sobre los temas que tienen mayor incidencia en la calidad de vida de los chilenos. En este sentido, la ciudad y las políticas urbanas deberían concentrar gran parte de la atención y gestión del próximo gobierno.

El bienestar de los chilenos siempre ha sido pensado por las políticas públicas desde la puerta del hogar hacia adentro, sin embargo, los últimos años nos han mostrado la relevancia y el gran impacto en la vida cotidiana que también tiene el espacio desde la puerta hacia afuera del hogar.

Si revisamos los temas de discusión pública de los últimos años nos encontraremos con transporte, contaminación, desastres naturales, disposición de basuras, marginalidad, inmigración, densificación, calidad e infraestructura de servicios públicos, inseguridad, congestión y mercado de suelos, entre otros. Cabe preguntarse, entonces, ¿cuál es el denominador común de todas las temáticas anteriores? La respuesta es: La ciudad.

Todas estas problemáticas tienen como origen la forma en que hemos construido nuestros espacios urbanos, donde hoy vive casi el 90% de los chilenos. Por esto es que debemos comenzar a transitar desde las políticas sociales hacia las políticas urbanas.

Uno de los problemas estructurales para enfrentar este desafío tiene origen en la arquitectura institucional del Estado, la cual es altamente segmentada y sectorial, lo que dificulta enfrentar los problemas de una manera integrada. El desafío en este sentido también se relaciona con la adecuación de nuestro Sistema Nacional de Inversiones a estas nuevas necesidades de evaluación de proyectos bajo una perspectiva más integrada. La forma en que se gobierna nuestro territorio también es un problema, dado que la realidad urbana ha superado los límites administrativos, tanto en las áreas metropolitanas como en gran parte de nuestras ciudades capitales regionales, formando sistemas urbanos que requieren ser administrados bajo una misma visión, sobre todo en áreas prioritarias como la planificación urbana, la movilidad y el medio ambiente. Por esto requerimos gobiernos metropolitanos y mecanismos efectivos de asociatividad municipal.

La implementación de ello implicaría, por supuesto, un cambio en las estructuras de poder, por tanto, esto debe tener consenso político y adecuar en la medida de lo posible los tiempos de ciudad con los tiempos que tienen nuestras autoridades elegidas democráticamente, para que la iniciativa de hacer una mejor ciudad pueda ser premiada por los votantes y no nos concentremos en soluciones parche, estancándonos en el maquillaje urbano.

La planificación urbana es una práctica política y no una cuestión técnica, como muchas personas creen, que tiene que ver con múltiples decisiones en materia de ciudad y en comprometer recursos para tales fines, por eso su carácter.

Por tanto, debatir y compartir ideas para poner de acuerdo a los distintos actores de la sociedad en las urgencias y el tipo de ciudad que queremos para el Chile del futuro, es uno de los principales desafíos de esta campaña electoral. Siempre vemos la ciudad como problema, pero ya es momento que la veamos como una oportunidad para acortar las brechas sociales que nos dividen. ¿Qué proponen los candidatos y candidatas presidenciales para las ciudades del Chile del siglo XXI? En tiempos de ciudad, el debate se hace cada vez más necesario.

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