Columna de Alejandro Tapia: Keiko, talibanes y mesas chicas

FOTO: EFE
La excandidata presidencial y líder del Partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori


El martes, apenas se conoció el fallo del Tribunal Constitucional de Perú que ordenó la liberación de Keiko Fujimori, se reactivaron las movilizaciones del antifujimorismo contra la excandidata presidencial, acusada de haber recibido "dinero sucio" de Odebrecht para su campaña de 2011, algo que ella niega. Aunque el sorpresivo fallo del TC no exculpa a la líder de la oposición peruana, su excarcelación alimenta las dudas sobre el futuro del caso en el que también se vieron salpicados en su momento los expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Alan García. Para los críticos de Keiko, su liberación -tras poco más de un año tras las rejas- aumenta la sensación de impunidad. Al mismo tiempo, con Keiko libre, su partido Fuerza Popular podría conseguir un gran impulso con miras a las elecciones legislativas extraordinarias previstas para el 26 de enero.

Donde el clima político también está enrarecido es en Colombia. Pese a que el Presidente Iván Duque convocó a una gran "conversación nacional" con todos los sectores -incluidos los organizadores del paro- las protestas han continuado y ya suman cuatro muertos, incluido Dilan Cruz, quien falleció el lunes a causa de un proyectil tipo bean bag del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que cayó sobre su cabeza. A la exigencia sobre cambios a la reforma laboral, tributaria y de pensiones, el viernes las organizaciones sociales ampliaron sus demandas y solicitaron al Ejecutivo explorar un diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa del país.

Quien sí está en pleno diálogo con otra milicia -la de los talibanes- es Donald Trump. El Presidente de EE.UU. viajó esta semana de sorpresa a Afganistán, donde anunció las conversaciones.

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