Columna de Gabriela Clivio: Los “In” que debieran estar “Out”



Quién no leyó cuando era chico las listas de cosas que estaban “In” o “Out” en las revistas de verano mientras usaba “bronceador”? Seguro que como esta era una lectura bastante poco elevada o sofisticada, no son pocos quienes no reconocerán haber detenido sus ojos en estas listas. La realidad es que estos listados eran algo así como las listas Billboard de los hits de música que cuando éramos chicos esperábamos escuchar en la radio en nuestros tiempos pre-spotify. Entonces, ¿cuáles son los “In” que debieran estar “Out”? Son varios por cierto y en esta lista de los no-top se encuentran entre otros: la INseguridad pública, el INcumplimiento en el control de gastos públicos y la INformalidad entre otros.

Quiero centrarme en la INformalidad, no porque la INseguridad no sea el tema más urgente y preocupante hoy en día, e incluso nos ha hecho cambiar varios de nuestros hábitos, sino porque ya me he referido a este tema antes. Mi opinión es que la INformalidad es un tremendo desafío, que por cierto distorsiona varias mediciones. Es un gran desafío del cual nos tenemos que hacer cargo y resolver.

Recientemente participé en una serie de diálogos por una nueva reforma tributaria o pacto fiscal. En estas reuniones, las sesiones de trabajo comenzaban con una sesión plenaria donde algunos expertos de la OCDE realizaban un par de presentaciones del tema impositivo, para pasar luego al trabajo entre pares en las mesas redondas. Esta vez, las cifras de recaudación sobre PIB de los diferentes países fueron presentadas ajustadas por los pagos o transferencias de pensiones sobre el PIB y en ese sentido se corrigió el gran error del comienzo de la discusión anterior. Sin embargo, nada se menciona de la carga tributaria que recae en el sector formal de la economía. Es decir, la discusión con respecto a los altos niveles de INformalidad que muestra Chile, que por cierto duplica las mediciones en los países de la OCDE, no está presente en las mediciones y por lo tanto está ausente en las conversaciones. Frente a esta compleja realidad me surge la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría con las conclusiones si las mediciones en las cuales éstas se basan no están bien calculadas? Sencillamente las conclusiones no solo no serían las correctas, sino que además las políticas públicas o en este caso las reformas que se pretende o se busca implementar no serían las adecuadas.

Algo así está pasando a mi juicio. Si consideramos ahora las cifras finalmente comparables a fines del año 2019, es decir, sin tomar el efecto de la PGU en Chile, el porcentaje de recaudación en el país sobre el PIB se ubicó en 19,4% versus el 24,5% del promedio de los países de la OCDE. Sin embargo, en el promedio de los países de la OCDE, la informalidad laboral medida por la OIT se ubica en 14%, muy por debajo del 29% que muestra Chile (todas cifras del año 2019). Dado esto, si calculamos la recaudación sobre el PIB, corregido por la informalidad, entonces la recaudación neta de los pagos de seguridad sobre el PIB en Chile se ubicó en el año 2019 en 27,4%, esto sin considerar el efecto de la PGU, mientras que este porcentaje en el promedio de los países OCDE se encuentra en el mismo período en 28,5%. Ahora, si ajustamos por la PGU, la brecha de recaudación se reduce apenas a 0,6% y esto sin considerar que los países presentan grandes disparidades en cuanto al PIB per cápita y sin incluir el royalty. Así como querer curar el cáncer con jarabe no parece ser lo mejor, a mi parecer, una nueva reforma tributaria justificada en medidas sin ajustar no es el camino.

Por Gabriela Clivio, economista y académica

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