Parlamentarios y restricciones a la libertad personal

Recientemente, una diputada de la República presentó un proyecto de ley para impedir el acceso de menores de edad a pasillos de venta de alcohol en supermercados. Para ello, dicha zona debería estar fuera de la vista del público, y su acceso controlado por personal del recinto. El cliente no podría salir del área restringida con el envase en la mano, sino que éste debería venir cubierto en una bolsa.

La alta prevalencia de consumo de alcohol en la población escolar chilena es un problema que ciertamente debe ser abordado por las políticas públicas, pero es indispensable que ello se haga en armonía con principios que guardan relación con la libertad personal, además de procurar que los instrumentos elegidos aseguren eficacia en cuanto a los resultados buscados.

Antes que limitar el acceso a un pasillo de supermercado -una medida dudosa en cuanto a su efectividad y engorrosa para efectos de su cumplimiento-, lo relevante es que se haga cumplir la ley respecto a que los menores de edad no pueden comprar alcohol, para lo cual bastaría un control efectivo en caja o en cualquier lugar de expendio.

Existe el riesgo de que, en el afán de procurar una regulación exhaustiva, se termine cayendo en excesos que terminan afectando la libertad personal. Así, cabría preguntarse si, dado que la obesidad infantil también es un creciente problema de salud pública, resultaría razonable que los menores sean privados de ingresar a los pasillos de golosinas en los supermercados, aun si van acompañados de sus padres; o si la venta de alcohol a domicilio -un servicio cada vez más habitual ante la proliferación de deliveries- debería también ser limitada o prohibida ante la posibilidad de que haya menores en el hogar, a pesar de que la compra la realice un adulto.

Es inherente a la labor parlamentaria proponer iniciativas que busquen abordar las temáticas de mayor interés social, pero cabría esperar que los proyectos de ley sean elaborados atendiendo las distintas dimensiones involucradas y no solo un aspecto en particular.