“Nos terminaron de enterrar”: el lamento de los gimnasios ante nuevas restricciones para operar

Foto: AgenciaUno

Asociación que representa al sector inició una serie de acciones destinadas a buscar revertir la decisión, luego que se determinara que solo pueden funcionar desde fase 3.


Cuarentena: sedentarismo, enfermedad y pobreza. Ese fue el eslogan de una serie de protestas realizada este martes por los trabajadores y empresarios del rubro de los gimnasios. Su molestia se basa en la decisión del gobierno de prohibir el funcionamiento de estos establecimientos en Fase 2, a pesar que solo unas semanas antes había autorizado su apertura.

Según la Asociación de Gimnasios de Chile, hasta ahora no han tenido casos de Covid-19, por lo que la decisión no se justifica. Según Marcela Díaz, presidenta de la asociación y gerente general de la cadena Sportlife, esto hará insostenible la situación económica del sector, que ya se había deteriorado dramáticamente el año pasado.

“Esta decisión es muy injusta, Con esta medida, si ya estábamos muertos, ahora nos terminaron de enterrar. Nosotros tenemos protocolos estrictos y los hemos cumplido, no tenemos ningún caso, tenemos la trazabilidad completa y evidencia que comprueba la seguridad y que son un servicio esencial”, aseguró Díaz.

La dirigenta gremial además contó que esta decisión se da en un contexto en que la situación financiera está muy deteriorada, debido a las consecuencias de la pandemia en 2020, que se tradujo en que las empresas del sector no recibieron ingresos por largos meses.

Este martes, trabajadores del sector y empresarios de gimnasios realizaron una jornada de protestas por la decisión del Ejecutivo. Una de las más llamativas tuvo como escenario el mall Costanera Center,

“Estamos atendiendo a menos del 2% de la población, y la gente que hace deporte se cuida. Además, es un robo porque nos cobraron las patentes a todos los gimnasios el año pasado y este año nos cobraron de nuevo. Cálculo que solo 15 gimnasios han pagado en patente cerca de 100 millones de pesos, sin vender nada. Antes trabajaban 30 mil personas en el rubro, y hoy quedan 15 mil. Llevamos un año pagando el sueldo de un 20% de los empleados por ley que está bien, pero nosotros ya no tenemos ingresos para eso y ya ni siquiera tenemos la plata para despedir a la gente”, subrayó Díaz.

En febrero, la Asociación de Gimnasios de Chile había calculado pérdidas por US$400 millones, además del deterioro laboral, perdiéndose el 50% de los puestos de trabajo. Además, un 90% de sus empleados mantuvo la relación a través de la Ley de Protección del Empleo.

Cierre de gimnasios

“El 30% de la industria ya cerró y el 50% de la industria está en el límite máximo. Esto ya es una situación terminal. La probabilidad que esta sea una debacle total en las próximas semanas es una realidad producto de esta medida y menos se entiende cuando otras industrias están abiertas como los malls que no generan beneficios a la salud”, acusó a su vez el director de Dmoov, Felipe Apablaza.

El CEO de Latam Fit -operador de las cadenas Smart Fit y O2 fit, Alfredo de Goyeneche, acusó que el gobierno no ha hecho caso a los antecedentes concretos que, a nivel global, señalan que los gimnasios son lugares seguros.

“Para revertir la situación, la única forma es que el gobierno use la data, ya que si no quieren en creer todos los estudios internacionales, usen lo que tienen y hagan su propio estudio, pero yo no puedo convencer a los gobernadores y a los opinólogos qué sigan hablando si no están dispuestos a mirar la evidencia y la data. Un país no se puede basar en paradigmas y opiniones y no a la evidencia, cuando está”, sostuvo.

Por otro lado, piden que se les reconozca como un eslabón más del sistema de salud y no como un servicio de entretenimiento y ocio. El gerente general y socio fundador de Motion Center e Ilus Fitness Master Sports Training and Nutrition, José Gómez, expresó que “buscamos que las autoridades entiendan que hoy un gimnasio que tiene bien capacitado a sus profesionales es una farmacia en movimiento, es prevención de salud, ayuda a la salud mental, a los desordenes alimentarios, es enemigo de los virus y refuerza el sistema inmune”.

Otro factor que agrava la situación es que los meses de marzo y abril suelen tener un mayor número de inscripciones, y las esperanzas estaban puestas en estas semanas. “Si nos quitan este periodo vamos a encontrarnos con la peor etapa de la venta de gimnasios del año que es el invierno. Llevar un año cerrado y enfrentarnos a otoño e invierno que son las etapas de ventas más bajas, me parece que podría ser la muerte de la industria definitivamente, eso nos asusta mucho como industria”, concluyó Felipe Apablaza.

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