El goleador chileno que regresó como salvador en medio de la pandemia

Soza, con el barbijo del Jicaral (Foto gentileza Carlos Soza).

Carlos Soza anotó un gol en Costa Rica, la única liga de fútbol en América que se está jugando tras confinarse por el coronavirus. El atacante nacido en Talcahuano lleva una larga carrera y varios recuerdos.



Setenta y ocho días después del primer caso confirmado de coronavirus en Costa Rica, Carlos Soza (30 años) celebró su primer gol con el Jicaral. El chileno cerró el empate de su equipo ante Grecia, en el retorno no solo del fútbol tico, sino que de todo el balompié profesional en América. Debut en las redes para el nacional en la primera liga del continente que volvió tras la pandemia.

El delantero nacido en Talcahuano marcó en la primera fecha que se juega desde la suspensión de la liga, hace dos meses. Una reanudación que se llevó a cabo el pasado sábado y que solo fue posible gracias al trabajo realizado para frenar el Covid-19 en el país centroamericano y a la colaboración de la ciudadanía, haciendo que los contagios diarios no suban de las dos decenas. “El país se ha portado de buena manera. La cifra es baja y de a poco se vuelve a la normalidad”, cuenta Soza desde Jicaral, “un pueblo pequeño al que se llega en ferry".

Soza celebra su primer gol en Costa Rica, tras la pausa del Covid-19 (Foto: Jicaral).

En Costa Rica no se decretó toque de queda ni cuarentena obligatoria. "La gente lo ha sabido llevar bien y ha hecho caso. Solo hay restricción vehicular", señala Soza. "También se respetan los mandatos del gobierno, como no salir en Semana Santa", añade el chileno.

El buen manejo de la pandemia llevó a que el fútbol pueda volver. Claro que los protocolos y las estrictas medidas no faltaron. El retorno tuvo que ser sin público y con el contingente justo de personas. “Los estadios se adaptaron. Se pusieron carpas afuera de camarines, los agrandaron. Los jugadores de la banca tenían que estar en la galería. Si salías sin mascarilla a la entrevista posterior, te sacan una multa y con dos o tres te sacan del torneo”, comenta el nacional. Hace casi tres semanas volvieron a los entrenamientos con la condición de que si había un solo jugador contagiado, el campeonato se terminaba.

El empate del sábado fue amargo para el Jicaral, ya que marchan terceros a cinco fechas de terminar la fase regular, todas a disputar en las próximas tres semanas, y el triunfo los dejaba en mejor posición para asegurar el cupo en semifinales.

Pero, ¿quién es el goleador del retorno? Soza, quien llegó en enero al Jicaral, es un delantero formado entre Huachipato y Universidad de Chile, que debutó en Copiapó y siguió su carrera en Cobresal, Lota, Iquique, Iberia, Rangers y Melipilla, antes de emigrar a Ecuador para jugar en Olmedo y Atlético Santo Domingo. “Mi fuerte es lo físico; soy un jugador aguerrido, siempre en el área, aunque por correr mucho me usan de volante”, se define el atacante que ya lleva cinco asistencias en Costa Rica, desde su función más retrasada.

Lo aprendido en sus años de trayectoria le ayudan cuando no se siente cómodo con su nueva posición. Ahí recuerda sus días en Iquique, por ejemplo, especialmente trabajando bajo las órdenes de Nelson Acosta, uno de los entrenadores que más le marcó por su trato con los jugadores. "No somos robot, Acosta y su ayudante siempre manejaban el ámbito de la cabeza, ser cercano y sacar lo mejor de uno en cada entrenamiento. Sabiendo tu potencial, te sacaba el 200%. La clave era el trabajo, la cercanía y empatía con el jugador", valora Soza.

El nacido en Talcahuano sabe la importancia de la mente, también por lo que conversaba con Mathías Vidangossy, su excompañero en Melipilla. "Me enseñó hartas cosas desde su experiencia. Él también tuvo algunos problemas, es un extraordinario jugador", comenta Soza. "A todos nos afecta el tema mental", declara.

Así, el chileno fue obteniendo logros en el fútbol. Soza consiguió el ascenso a Primera de Ecuador junto al Olmedo el 2018, pero volvió a la división el año siguiente a jugar en Santo Domingo. Una temporada después decidió seguir hacia Costa Rica para buscar "nuevas experiencias" en el mundo.

El ex Melipilla partió al pueblo de Jicaral junto a su esposa y su hija de siete años. Ellas son su principal preocupación y por quienes sigue las estrictas medidas para protegerse del coronavirus, consciente de su exposición en viajes y partidos. “Llego de entrenar, me baño, porque cada uno se tiene que duchar en casa, y descanso en mi pieza, mientras ellas están en otra. Las saludo con barbijo, nada tan cercano”, comenta el chileno. Y como el jugador de equipo que es, concluye: “Por cualquier emergencia, que se contagie uno y no la familia”.

Carlos Soza, junto a su esposa y su hija (Foto gentileza Carlos Soza).

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