Nicolás Jarry pide aplazar su defensa ante la ITF

Nicolás Jarry, Copa Davis 2019
Foto: AFP.

El tenista chileno debía presentar ayer sus descargos por el dopaje positivo que registró en el control que le aplicaron en noviembre, durante la disputa de la Copa Davis.



Nicolás Jarry pide aplazar su defensa ante la ITF. El tenista chileno debía presentar ayer sus descargos respecto del dopaje positivo que registró en noviembre, cuando disputaba la Copa Davis en España. El 14 de enero, a través de un comunicado, la organización que rige la competencia entre países anunció que la muestra tomada al jugador nacional había arrojado rastros de estanozolol y ligandrol, dos sustancias de máxima prohibición por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

La postergación fue aceptada por la ITF, pues aún no han finalizado los análisis de las vitaminas que consumió, de las que cree que pudieron estar contaminadas con las sustancias que lo inculpan. El laboratorio que las fabrica tampoco ha entregado fechas, por lo que la  nueva programación de los descargos de Jarry es incierta.

La línea de defensa para rebajar el castigo apunta a la contaminación por error con las sustancias prohibidas. Jarry había estrenado un nuevo frasco de pastillas con suplementos multivitamínicos que encarga desde hace años en un laboratorio de Brasil. Ese frasco, sostienen, estaba necesariamente contaminado por error con las sustancias prohibidas. Un cruce de sustancias con otro encargo, es la tesis.

Peligro máximo

El estanozolol, uno de los anabólicos más clásicos. "Estimula la síntesis proteíca", explica la Agencia Antidopaje Española (AEPSAD). "Es un esteroide sintético derivado de la testosterona que promueve el desarrollo muscular", añade. Sus contraindicaciones son claras: "Puede ocasionar serios trastornos sexuales y gonadales si se utiliza en niños jóvenes. Como todos los esteroides anabólicos, el estanozolol suprime la función gonadotrópica de la pituitaria y puede ejercer un efecto directo sobre los testículos".

El ligandrol, en cambio, es un SARM (Modulador Selectivo de los Receptores Androgénicos, por sus siglas en inglés), un sofisticado agente anabolizante que ofrece resultados similares a los de la testosterona, pero sin tantos efectos secundarios.

Dados sus consecuencias en el cuerpo humano, ambas sustancias están ordenadas bajo la categoría S1 del Código Mundial, es decir, son agentes anabolizantes, prohibidos en todo momento.

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