"La historia no terminó tras el colapso de la URSS y no queremos seguir siendo rehenes del pasado", justificó su director, Kalle Kallio.
23 abr 2024 05:52 PM
"La historia no terminó tras el colapso de la URSS y no queremos seguir siendo rehenes del pasado", justificó su director, Kalle Kallio.
Acaba de salir en España un libro que detalla los gustos musicales y las canciones favoritas de los más diversos personajes de la historia reciente, desde líderes políticos hasta escritores y músicos. ¿Con qué vibraba Hitler? En contraparte, ¿qué canción odiaba Frank Snatra?
El Presidente ruso considera al territorio ucraniano como parte de Rusia. Y justifica la ofensiva militar que lanzó el jueves precisamente en ese sentido. ¿Qué podría pasar por la mente de Putin? Lo que pretende es recuperar el poderío y el estatus global que alguna vez tuvo la Unión Soviética, cuya caída significó para él “la mayor tragedia geopolítica del siglo XX”.
Todos los años, en las fechas del natalicio y muerte de Lenin, militantes y simpatizantes de Partido Comunista ruso acuden al mausoleo de mármol de granito construido a los pies de las murallas del Kremlin, para rendir homenaje a la memoria del líder bolchevique.
Es admirable la ironía que alcanzó la apócrifa frase que hace que, quienes la repiten, ingenuamente —incluso en un debate presidencial—, la sigan cumpliendo.
Pocas veces un acontecimiento ha significado una sacudida tan grande a nivel mundial como el que tuvo lugar hace 100 años. La Revolución Rusa creó un tipo de Estado y de sociedad impensados, dando pie a que después de unos años en diferentes partes del mundo se instalaran regímenes comunistas inspirados en el soviético.
Ha crecido la tensión en la ciudad fronteriza con Rusia, tras ser el nuevo foco de tensión entre los opositores a Kiev y los ultranacionalistas radicales.
Arsén Avákov afirmó que dio la "orden a la policía para que garantice exclusivamente la seguridad de la gente, no del ídolo. Que caiga, mientras que la gente no sufra".
Es la primera vez que el lugar, ubicado en la mismísima plaza Roja, es sometido a trabajos de reparación a gran escala, aunque los arquitectos insistieron en que no se trata de la reconstrucción del inmueble.
El edificio de mármol ha sido objeto de peregrinación desde la muerte de Vladimir Ilich Ulianov en 1924, tradición que se mantiene desde la caída de la URSS.