Las presiones que tienen al fútbol chileno y a su presidente al borde del colapso

Sebastián Moreno, ANFP, noviembre 2019.
Foto: Agencia Uno.

Sebastián Moreno pasa sus peores días al mando del balompié chileno. Sin opciones de reactivar los torneos, el abogado es acosado por presidentes de clubes, jugadores y autoridades. 38 días sin tregua para el dirigente.


Dos momentos reconfortantes. El del jueves 15 de noviembre, en la foto de la unidad del fútbol chileno, y el del viernes 22, con el pitazo inicial del partido entre Unión La Calera y Deportes Iquique. El resto de las jornadas, a partir del viernes 18 de octubre, han sido las más amargas para Sebastián Moreno desde que asumió como presidente de la ANFP, en enero de este año.

Han sido 38 días en los que Moreno no se ha despegado del teléfono. En los que ha recibido llamadas y visitas de presidentes de clubes, del sindicato de jugadores, de las autoridades, de Carabineros, de Estadio Seguro, de los auspiciadores, del Canal del Fútbol y una larga lista de etcéteras. Presiones, quejas, apoyo, todo en relación al pisoteado regreso del campeonato criollo. El viernes, durante 67 minutos, el máximo dirigente de Quilín cantó victoria. Después, a partir del ataque de barristas de la Garra Blanca al Municipal de La Florida, todo fue una rotunda derrota.

Moreno planificó asistir solamente al compromiso que abría la fecha. Estaba en el balcón de la tribuna cuando le avisaron que una turba de garristas se había robado dos microbuses y se dirigía desde el Monumental a La Florida. El abogado, dicen quienes estaban en el estadio, corrió para alertar al mando a cargo de la seguridad uniformada. Llegaron cinco policías, cuando se habían prometido 50 de parte de la Intendencia (aseguran desde la ANFP). Media hora después, sin el asomo de los refuerzos, los radicales, no más de 100, pusieron de rodillas al certamen. Cuando llegaron más carabineros y detuvieron la violencia en minutos, el saqueo al campeonato ya estaba fraguado.

Moreno entró en cólera. Mientras exigía una explicación a Cristóbal Lladser, el director de Estadio Seguro, que estaba en el recinto, recibía las quejas del Sifup. "¡No cumplen con las garantías, así no jugamos!", le gritaban al timonel del fútbol. Desde Colo Colo, en tanto, Esteban Paredes ya le había notificado a su sindicato que su plantel no estaba dispuesto a jugar al día siguiente, información que también le cayó al timonel de la asociación.

El episodio resume lo que ha sido el estallido social para Moreno. Apoyo público de sus asociados, traducido en la foto de la unidad del último consejo de presidentes, en la que también participaron futbolistas, entrenadores y árbitros; críticas por debajo de la mesa que apuntan a su mala gestión, mano blanda con el Sifup y falta de decisión para terminar con el receso obligado. En las oficinas de Quilín, a Moreno le cuesta mantener la calma. De reunión en reunión, con cambios de planes a diario que se traducen en cambios de humor. Una conversación tranquila puede terminar con un grito, un portazo o un golpe al escritorio.

"Le hemos ayudado en lo que más hemos podido, pero esto parece no tener solución", relata un presidente de club que ha estado muy cercano a Moreno en estos días. La noche del domingo, el directorio de la ANFP seguía tratando de armar un calendario que parece imposible. "El Sifup no quiere jugar, las autoridades ya no nos dan garantías", comenta una de las voces fuertes de la asociación. El viernes por la noche, el mandamás del balompié se comunicó con el Ministerio del Interior para exigir mayor apoyo fuera de los estadios. La respuesta que recibió lo derrumbó todavía más. A diferencia de lo que en algún momento prometieron desde las Intendencias y Gobernaciones, esta vez no había certeza de parte del ejecutivo.

Y en el chat de presidentes de clubes, lanzan ideas y exigen soluciones a su máximo dirigente. Van desde pedir el final del campeonato hasta jugar con juveniles y amenazas con despidos a quienes no se presenten. Una Superliga, con 32 equipos solo por 2020, es una de las propuestas que nace desde la Primera B. A la asociación también ha llegado la idea de armar una Primera División con 18 equipos en la próxima temporada. Cualquier cambio, sin embargo, obliga a una redistribución de los dineros del CDF y ningún club está dispuesto a soltar parte de su tajada. Deportivamente, en tanto, hay 12 elencos de la B con opciones de pelear el ascenso en condiciones normales. Dejarlos fuera de la discusión es un peligro de demanda ante el TAS, si es que no se consigue un acuerdo general.

La Selección decidió no viajar al amistoso con Perú en Lima; la caída de la final de la Copa Libertadores en Santiago. Dos golpes que también le dolieron profundamente a Sebastián Moreno en este período de agitación social. En Juan Pinto Durán, Reinaldo Rueda le ha transmitido a sus cercanos que también se ha visto solo frente a la presión de los jugadores; en la Conmebol, siguen atentos al desenlace del fútbol nacional. Y en medio de todo, el contrato de concesión de los derechos del CDF a Turner, da pie para una estocada económica profunda a la industria, de casi 5 millones de dólares.

Se fijó para hoy una nueva reunión de directorio en la ANFP. Ahí se analizarán las respuestas, las peticiones y las ofertas de solución que se presentarán en el Consejo de Presidentes de extraordinario que se citó para mañana martes (10.00). Moreno se los comenta a sus cercanos, el fútbol está en serio riesgo de caer en un precipicio. Las deudas son grandes, el hoyo financiero crece sin fútbol, las barras demuestran que dominan a su antojo la actividad, los jugadores no quieren jugar. El panorama solo parece empeorar.

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