Alihuen Antileo, consejero constitucional mapuche: “No voy a plantear un Estado Plurinacional. Eso está descartado”

FOTO: DIEGO MARTIN/AGENCIAUNO

El representante indígena fue electo con más de 160 mil votos y, a diferencia de quienes ocuparon los escaños reservados en la Convención Constitucional, también desecha que se consagre el pluralismo jurídico. Frente a su futura relación con los representantes del Partido Republicano, sostiene que "ellos legítimamente tienen una visión política y, por lo tanto, tendrán que escuchar nuestras demandas y en función de eso veremos cómo se plantea todo".


Los dos últimos meses han sido más que intensos para Alihuen Antileo, representante del Pueblo Mapuche electo consejero constitucional con 160.716 votos, de acuerdo con los resultados reportados por el Servel con el 99,89% de los sufragios escrutados. Y es que a diferencia de quienes se convertirán en sus compañeros de trabajo a partir del próximo 7 de junio, él debió hacer campaña en distintas regiones y no limitarse a una circunscripción en particular.

Por lo mismo, y debido a que esta jornada debió continuar con su trabajo habitual, sincera a La Tercera PM que no ha tenido mucho tiempo para analizar el detalle fino de los resultados. Aunque insiste que en el mes que resta para el comienzo de las operaciones del Consejo Constitucional afinará lo que serán las principales propuestas que espera compartir con todos los sectores del órgano, sin vetos a ningún sector.

¿Cómo analiza los resultados?

Tuvimos los resultados que queríamos, pero no pensamos que sería una votación tan masiva, estuvimos a poco de haber quedado los dos candidatos indígenas, faltó poco para eso. De hecho, la vez pasada, habiendo 90 candidatos y a pesar de que se elegían 17 escaños, hubo alrededor de 260 mil votos por ellos y ahora los dos sumamos más de 300 mil.

De haber tenido más tiempo, más candidatos y que hubieran podido participar los otros pueblos, nuestra votación indígena con la papeleta verde habría sido bastante mayor. Pero bueno, pese a eso que nos perjudicó enormemente, pudimos hacer frente a esta elección y derrotar la exclusión.

¿Cómo enfrenta la posición como único representante indígena?

Hay bordes constitucionales que limitan los contenidos de las propuestas a realizar y, por lo tanto, vamos a hacer propuestas que tengan un apoyo transversal, no sólo de los sectores que generalmente han manifestado simpatía por consagrar derechos colectivos de los pueblos indígenas, sino que también con sectores que normalmente han tenido una aproximación más distante. Vamos a dialogar con todas las bancadas, con todos los sectores y haremos un esfuerzo de convencimiento. Y pensamos que lo vamos a lograr.

¿Cuáles son los puntos fundamentales que espera consagrar?

En temas propiamente indígenas lo primero es lograr un reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, que también se reconozcan determinados derechos colectivos, como la revitalización de nuestras lenguas, de nuestra historia y de nuestras culturas. Y pensamos que va a haber una mirada que considere esta reivindicación de tantas décadas. Además, que la interculturalidad pueda plasmarse y que haya un enfoque intercultural en las políticas públicas.

Y otro aspecto es lograr mayores grados de participación en aquellas instancias donde se deciden políticas públicas. De todas maneras se va a plantear la participación en el Congreso mediante escaños reservados.

¿Está porque se restablezca el debate en torno a un Estado Plurinacional o sobre pluralismo jurídico?

No, yo no voy a plantear eso. Eso está descartado.

¿Por convicción propia, por los marcos del proceso o dada la composición del Consejo?

Por los objetivos que nos planteamos para participar de este proceso, que es obtener derechos, no vamos a hacer de esto un ejercicio retórico ni simbólico. Nosotros vamos a obtener resultados. Y como no vamos a obtener resultados con esos planteamientos, simplemente no los vamos a exponer. No nos parece que haya piso político y, por otra parte, ya están delimitados los bordes constitucionales. Vamos con planteamientos atendibles que pensamos pueden generar consenso.

¿Cree que la insistencia en esos puntos fue un error durante el trabajo de la Convención?

Yo estoy planteando 4 o 5 aspectos que haremos en el Consejo. En la primera Convención se plantearon 50 artículos, o sea, más que lo que estipula la Constitución boliviana o ecuatoriana, que cuentan con un 50 o 60% de población indígena. Entonces, usted comprenderá que eso no tiene un sustento social. Yo podría conseguir eso en un Consejo si tuviera la mayoría, pero otra cosa es que la ciudadanía, que en definitiva es la que aprueba o rechaza la propuesta, entienda que eso era lo que había que aprobar o no. Tengo la impresión de que había algunos aspectos que no deberían haberse planteado, pero eso ya es historia.

“Las propuestas las haremos a todas las bancadas por igual”

¿Incluye a la derecha en los sectores con los que espera dialogar?

Vamos a hablar con todas las bancadas y cuando se lo planteamos, veremos cuál será su reacción y veremos qué es lo que hay que ajustar, modificar o mantener dentro de las propuestas, pero las propuestas las haremos a todas las bancadas por igual.

¿Qué expectativa tiene de la relación con el Partido Republicano y Chile Vamos?

Formamos parte de un mismo país, ellos legítimamente tienen una visión política y, por lo tanto, tendrán que escuchar nuestras demandas y en función de eso veremos cómo se plantea todo. No es la primera vez que nos toca dialogar con esos sectores y siempre en un comienzo hay visiones más rígidas, pero en la medida que se debate, se van comprendiendo mejor los objetivos.

Si bien ellos son poseedores de un importante triunfo electoral, también apelo a que tengan la madurez para entender que el tema indígena es un asunto postergado por décadas y que si se quieren soluciones a largo plazo, es necesario escuchar las propuestas. Pero no dialogar con republicanos es algo absolutamente fuera de nuestro enfoque. Nos eligieron para dialogar, no para atrincherarnos en una postura y eso se aprendió desde la primera Convención, donde hubo resultado cero.

¿Considera que su voto va a ser clave para la hegemonía de la derecha?

Eso va a formar parte del debate democrático, en la medida en que se vaya avanzando se verá cuál es la disposición a atender nuestras demandas. La nuestra es una candidatura absolutamente independiente y eso lo vamos a mantener en función de los intereses de nuestros pueblos. Vamos a escuchar todas las propuestas que se nos hagan y en función de eso votaremos a conciencia. Si eso genera o no mayorías para uno u otro sector, no es un tema para nosotros que esté en discusión.

“Cuando fui vocero de la CAM nos hacíamos responsables de todo”

Pero usted tiene una historia ligada más a la izquierda. Fue parte del FPMR, de las juventudes comunistas y también fundador de la CAM. ¿Espera más de esos sectores?

Una cosa es la coyuntura histórica que vivió Chile y América Latina en el periodo de la dictadura y eso ya fue. Y por lo tanto, tengo la impresión de que si hay sectores a los que nosotros hacemos una propuesta en materia de participación política de los pueblos indígenas en el Congreso, por ejemplo, y quienes primero adhieren o manifiestan su acuerdo, por cierto vamos a tener ahí una afinidad de criterios y con aquellos que se nieguen, evidentemente que nos vamos a distanciar. Si hay distanciamientos o acercamientos será por objetivos, no por algo de izquierda o derecha. En función de las propuestas, veremos las afinidades.

¿Cree que ese pasado ligado a la CAM le pueda pesar en este proceso?

Hay un contexto de coyuntura en donde se dan determinadas situaciones, posturas políticas, ideológicas o prácticas. Tengo la impresión de que esos temas van madurando; se van modificando. Por ejemplo, hay sectores que sin ningún tapujo apoyaron a una dictadura militar y eso no los inhabilita hoy para plantearles propuestas a todo el país. Seguramente para sectores que buscan no consagrar derechos colectivos para los pueblos indígenas va a ver una línea de comunicación, pero nosotros vamos en función de los derechos de nuestros pueblos.

Por lo demás, una cosa es la Coordinadora del 1999-2000 y otra cosa es la del 2022. Hoy es algo absolutamente distinto, es otra orgánica, por algo nos retiramos y mientras yo fui vocero, todo el mundo daba la cara y nos hacíamos responsables de todo lo que se hacía. Hoy es otro el escenario.

¿Mantiene contacto con los integrantes de la CAM?

Ninguno.

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