Denunciantes reactivan causa penal contra Felipe Berríos y se desata la molestia jesuita por su retorno a La Chimba

Inicialmente las mujeres que denunciaron al sacerdote "por hechos de connotación sexual" habían optado mantener la causa en sede canónica, pero ahora habrían manifestado colaborar con la investigación que lleva la fiscal Yazmín Salech. Además, pese a las medidas cautelares que tenía, el religioso -luego de comunicar su determinación de renunciar a la Compañía de Jesús- viajó a Antofagasta a participar de labores vinculadas al Centro de Formación La Chimba, lo que en la congregación califican como "falta" a las disposiciones dictadas.


Los últimos siete meses y medio no han sido fáciles para el conocido sacerdote Felipe Berríos (66). Ha tenido que enfrentar denuncias en su contra por “hechos de connotación sexual”, lo que lo llevó a ser protagonista de una investigación canónica y a autodenunciarse ante el Ministerios Público, y junto con ello decidió renunciar a la congregación que integró por más de 45 años. Pero a estos escenarios, ahora se suma la voluntad que han manifestado sus denunciantes de declarar en sede penal, algo que al inicio no estaba en los planes de Fundación para la Confianza, entidad que apoya a estas mujeres, ya que habían expresado que sólo querían seguir la vía eclesiástica. Sin embargo, el abogado que las representa, Juan Pablo Hermosilla, ha manifestado que colaborarán activamente en la causa que tramita la Fiscalía Sur. Pero hay algo más: en los últimos días el retorno del religioso a La Chimba, en Antofagasta, ha causado molestia en la Compañía de Jesús.

Con todo, el escenario para Berríos se pone cuesta arriba. En un inicio las denunciantes habían optado por mantenerse en la vía canónica, para que así el caso sólo fuera conocido por la justicia de la Iglesia. Sin embargo, trascurridos los meses y abierta la arista penal por parte de la fiscal Yazmín Salech, decidieron entregar detalles de sus acusaciones en contra del religioso y esta vez ante la justicia ordinaria. La idea, dicen, es establecer una “verdad judicial” con ayuda de sus testimonios, aunque varios de los hechos estén prescritos.

El viaje que incomoda

El 2 de mayo la Compañía de Jesús le informó a Felipe Berríos que habían abierto una investigación canónica en su contra. Junto con ello, se le comunicó que como una manera de proteger dicha indagatoria se le aplicarían tres medidas cautelares: suspensión del ejercicio del sacerdocio, prohibición de acercarse a menores de edad y la obligación de permanecer en Santiago.

Esa última disposición fue la que más le dolió a Berríos. Como él mismo deslizó en la entrevista que brindó a La Tercera Sábado en septiembre pasado, porque eso lo obligó a dejar su hogar en el campamento Luz Divina en el sector de La Chimba, Región de Antofagasta, a la comunidad con la que trabajaba y a sus mascotas, para trasladarse a la casa de un hermano en el sector oriente de Santiago.

La situación lo tenía molesto y de hecho, así lo transparentó abiertamente en la carta que envió “a sus hermanos jesuitas”, comunicando que optaba por dar un paso al lado y que prefería renunciar a la congregación antes que seguir alejado “de su comunidad”.

“Me han puesto en una situación en que se me hace imposible vivir la obediencia jesuita. Lo que se me ha impuesto en estos meses -vivir alejado de mi comunidad de La Chimba- me plantea un dilema que nunca debería haber existido. Se me pide una obediencia que violenta mi libertad de conciencia y atrofia mi vocación”, sostuvo en ese escrito.

Por lo mismo, sintiéndose liberado de las medidas que el provincial le había fijado, volvió al norte y reapareció públicamente en una actividad del Centro de Formación de La Chimba, de la Fundación Recrea.

Como da cuenta una publicación en Facebook, el 9 de diciembre pasado participó en los exámenes de los alumnos del Centro de Formación La Chimba Antofagasta.

“Es una falta”

Consultados por el viaje del sacerdote, desde la congregación comentaron a La Tercera PM que “la Compañía de Jesús efectivamente ha tomado conocimiento de que Felipe Berríos ha vuelto a La Chimba”, y que tal como “se le ha informado a él, esto constituye una falta a las medidas cautelares decretadas en el marco del procedimiento canónico aún en curso”.

Asimismo, explicaron que “como ya se ha dicho antes, estas medidas buscan cuidar el proceso y a todas y todos los involucrados en él”.

Por lo mismo, hicieron presente que “estamos a la espera del pronunciamiento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a quien corresponde indicar los pasos a seguir con el procedimiento canónico, ya que Felipe Berríos sigue siendo jesuita”.

De todas maneras, exsacerdotes jesuitas que conocen cómo operan los procedimientos de renuncias y lo referente a las citadas medidas cautelares, comentan que el comportamiento del religioso sigue la misma línea de su comportamiento tradicional: “Siempre hace lo que quiere”.

Por lo demás, agregan que esto sienta un pésimo precedente con miras al respeto que debe existir entre los sacerdotes al código canónico al que debieran estar subordinados.

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