Doble golpe para Rusia por casos de envenenamiento a detractores del régimen

El exespía ruso Alexander Litvinenko fotografiado en su casa en Londres, el 10 de mayo de 2002, Foto: AP

Un tercer miembro de la inteligencia rusa fue imputado hoy en Inglaterra por el envenenamiento en 2018 del exagente doble Sergei Skripal, el mismo día en que la justicia europea responsabilizó a Moscú del asesinato de otro exespía, Alexander Litvinenko, en Reino Unido.


El Kremlin sufrió hoy un doble golpe respecto de casos de envenenamiento a detractores del régimen. Ello, luego de que un tercer miembro de la inteligencia rusa fue imputado en Inglaterra por el envenenamiento en 2018 del exagente doble Sergei Skripal. Esto se conoce el mismo día en que la justicia europea responsabilizó a Moscú del asesinato de otro exespía, Alexander Litvinenko, en Londres.

En una sentencia publicada hoy, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos encontró más allá de toda duda razonable que Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun mataron al exoficial de la KGB Alexander Litvinenko, y lo hicieron mientras “actuaban como agentes del Estado demandado (Rusia)”. Sus hallazgos fueron consistentes con los de una investigación pública de Reino Unido de 2016, que encontró que Litvinenko fue asesinado por los dos agentes rusos y que probablemente su muerte ocurrió tras órdenes personales del Presidente Vladimir Putin.

“El tribunal considera que pueden extraerse inferencias adversas respecto de la negativa del Estado demandado a revelar cualquier documento relacionado con la investigación nacional. Tomando nota de que el gobierno no desplazó la evidencia prima facie de la participación del Estado, el tribunal no puede dejar de concluir que Litvinenko fue envenenado por Lugovoi y Kovtun actuando como agentes del Estado demandado. El acto denunciado es imputable a ese Estado”.

Además, se le ordenó a Rusia que pagara a la demandante, la esposa de Litvinenko, Marina, 100.000 euros en daños, más 22.500 euros en costas, pero rechazó su reclamación por daños “punitivos”, cuya adjudicación no habría tenido precedentes en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La corte dijo que el caso nunca se había tratado de dinero, sino de obtener justicia y responsabilizar personalmente a Putin.

La tumba del asesinado exagente de la KGB Alexander Litvinenko, en el cementerio de Highgate en Londres. Foto: Reuters

“Han sido necesarios 15 años para establecer de manera concluyente que Vladimir Putin asesinó a mi esposo y hacer que Rusia rinda cuentas por sus acciones en un tribunal internacional”, dijo Marina Litvinenko. “Me gustaría esperar que la muerte de Sasha y la búsqueda de justicia que ha dominado mi vida desde entonces no hayan sido en vano. Este fallo debería marcar un punto de inflexión en el apaciguamiento de Putin”, añadió, según consignó el diario The Guardian.

Alexander Litvinenko, que tenía 43 años cuando murió, habló sobre la corrupción dentro de Rusia antes de huir con su familia a Inglaterra. Fue envenenado con el isótopo radiactivo polonio 210. Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun tomaron té con la víctima en el Hotel Millennium, en el centro de Londres. Los rusos han negado repetidamente su participación y los intentos de extraditarlos han fracasado. En su presentación ante el tribunal, Rusia argumentó que su investigación interna no había establecido la participación de ninguna autoridad estatal o agente especial y que un registro de la oficina, el automóvil y la casa de Lugovoi no arrojó ninguna prueba incriminatoria.

El caso Skripal

Por otro lado, un tercer ciudadano ruso ha sido acusado por el envenenamiento con el agente nervioso novichok de Sergei y Yulia Skripal, en la ciudad inglesa de Salisbury, en 2018, según informó la policía británica.

Serguei Skripal
Serguei Skripal en una imagen del 27 de febrero de 2018, en una tienda en Salisbury.

Se trataría de Denis Sergeev, que se cree usaba el nombre de Sergey Fedotov y tiene unos 50 años. Trabajaba como parte de una unidad militar rusa con Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, quienes anteriormente habían sido acusados de envenenamientos en Wiltshire.

Se le acusa del intento de asesinato del exespía, de su hija y del agente de policía inglés Nick Bailey -que se contaminó al acudir al lugar de los hechos-, así como de posesión y uso de un arma química en suelo británico. Es un “nuevo avance importante en nuestra investigación”, consideró el subcomisario Dean Haydon, que dirigió la investigación de la policía antiterrorista.

Scotland Yard dijo que los tres hombres trabajaban para la agencia de espionaje militar GRU de Rusia. Es la primera vez que se ha implicado explícitamente al GRU, aunque la entonces primera ministra Theresa May ya había la había culpado en 2018.

El caso conmocionó a la comunidad inglesa en Salisbury, cuando un padre y su hija fueron hallados inconscientes en la calle. Posteriormente, ambos fueron hospitalizados en estado grave. Sobrevivieron y ahora viven escondidos bajo protección. El ataque dejó una víctima colateral: Dawn Sturgess, de 44 años, quien murió tras rociarse con lo que creía que era un perfume, pero que resultó ser en realidad novichok, contenido en un frasco que su marido recogió de un tarro de basura.

Según la policía británica, Fedotov llegó a Reino Unido en la mañana del 2 de marzo de 2018 en un vuelo Moscú-Londres, cuatro horas antes que Petrov y Boshirov. Los investigadores creen que los tres hombres se reunieron varias veces en Londres durante el fin de semana, antes de que Fedotov abandonara el país, el 4 de marzo de 2018, en un vuelo a Moscú desde el aeropuerto londinense de Heathrow.

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