El dramático balance de Unicef: La Franja de Gaza es “el lugar más peligroso del mundo para ser niño”

Niño desplazado en la Franja de Gaza, en un campo de refugiados en Rafah. Foto: Reuters

Luego de visitas en terreno, los funcionarios de la ONU y de organizaciones internacionales han relatado el horroroso estado del enclave palestino, en que faltan recursos para los hospitales, comida y agua potable. Ya en noviembre, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que el lugar se estaba convirtiendo en “un cementerio para niños”.


Luego de una visita de tres días en la Franja de Gaza, el director ejecutivo adjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Ted Chaiban, declaró que se trata “del lugar más peligroso del mundo para ser niño”. Desde la zona, Chaiban pudo conversar con las organizaciones locales e internacionales respecto a la respuesta humanitaria frente a la emergencia.

Según declaró, conoció en el lugar “a años y familias que están sufriendo de las condiciones más horroríficas que he visto nunca”. “Desde mi última visita, la situación ha pasado de catastrófica al punto de colapso. Unicef ha descrito la Franja de Gaza como el lugar más peligroso para ser un niño. Ya hemos dicho que esto es una guerra contra los niños. Pero estas verdades no parecen estar llegando donde tienen que llegar”, declaró el funcionario.

Ya en noviembre, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que el lugar se estaba convirtiendo en “un cementerio para niños. Cientos de niñas y niño están siendo asesinados o heridos cada día”.

Distintos reportes indican que, de las 25 mil personas que han sido asesinadas en la Franja de Gaza desde el inicio de las hostilidades según el reporte de las autoridades de salud del enclave, un 70% corresponde a mujeres y niños. En su comunicado, Chaiban contó haberse encontrado con un niño herido de 14 años que tuvo que sufrir una amputación sin anestesia, a causa de la gangrena que empezó a crecer desde su mano infectada, a causa de la falta de medicamentos en el área. “Estaba en un refugio designado con su familia, en un área donde les dijeron que estarían a salvo, cuando todo colapsó alrededor de ellos”, contó el representante de Unicef.

Los casos de diarrea aumentaron un 40% respecto a hace dos meses, antes de la escalada de las hostilidades, dijo Chaiban, añadiendo que a mediados de diciembre se habían registrado 71.000 casos entre niños menores de cinco años, un aumento de más del 4.000% desde que comenzó la guerra.

Columnas de humo sobre Gaza. Foto: Reuters

Este viernes, las Naciones Unidas aseguraron que desde los ataques de Hamas contra Israel del 7 de octubre pasado hasta ahora, casi 20 mil bebés han nacido “en el infierno” de Gaza por la guerra. De vuelta de un viaje a la zona, la portavoz Tess Ingram relató su experiencia, asegurando haber visto madres sangrando hasta la muerte, y una enfermera que tuvo que hacer cesáreas de emergencia en seis mujeres muertas.

“Eso significa un bebe nacido en esta horrenda guerra cada diez minutos. El devenir madre debería ser un momento de celebración, pero en Gaza es traer otro niño al infierno”, aseguró Ingram, insistiendo en la necesidad de una acción internacional urgente.

“Las madres se enfrentan a dificultades inimaginables para acceder a una atención médica, una nutrición y una protección adecuadas antes, durante y después del parto”, dijo la portavoz de Unicef, que destacó que estas condiciones exponen a las madres al riesgo de abortos espontáneos, partos prematuros, mortalidad materna e infantil y múltiples traumas emocionales.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF), el cirujano mexicano Aldo Rodríguez comentó el día a día en los hospitales de Gaza, contando cómo entre bombardeos a los mismos recintos sanitarios, tuvo que ir cambiando de lugar a causa de la falta de recursos y los ataques. “Algunos de mis momentos más difíciles en Gaza fueron durante las 20 o 25 intervenciones quirúrgicas que realizaba cada día”, relató.

“Tuve pacientes muy jóvenes que eran los únicos sobrevivientes de su familia y llegaban solos al hospital. Tuve casos de niños de 1 y 2 años, víctimas de bombardeos, con amputaciones traumáticas de la pierna, a la altura de la ingle. Debido al elevado número de niños que llegaban sin ningún familiar, empezamos a utilizar el acrónimo inglés WCNSF, que significa ‘niño herido, sin familia sobreviviente’”, comentó.

“Todos los días veía a estos niños solos y desolados. Algunos decían que estaban jugando justo antes de ser atacados. Después de la amputación quedan deprimidos, sin ganas de hablar. Es una situación dramática porque no se trata sólo de la cirugía, sino de todo lo que viene después. Aunque les den el alta, se quedan por ahí porque no saben qué hacer y no tienen dónde ir. Puede que mejoren físicamente, pero mentalmente están destrozados”, relató el médico mexicano.

Niños palestinos en un campo de refugiados en Rafah. Foto: Reuters

El doctor Rodríguez entró a Gaza, como parte de Médicos Sin Fronteras, el 14 de noviembre: “El 6 de enero, sin embargo, tuvimos que sacar a nuestro personal de (el hospital) Al Aqsa después de que la zona recibiera órdenes de evacuación del Ejército israelí. Antes de la evacuación, drones y francotiradores hirieron a familiares de nuestro personal, una bala entró en la unidad de cuidados intensivos y los intensos combates, cada vez más cerca del hospital, impedían al personal acceder a las instalaciones. MSF ha instado a las fuerzas israelíes a proteger a los pacientes y al personal que sigue trabajando y recibiendo tratamiento dentro del hospital”.

“El 7 de enero, un dron atacó el edificio administrativo del hospital y a varias personas que se encontraban en su patio. El 10 de enero, 40 personas murieron y más de 150 resultaron heridas por ataques aéreos contra edificios situados en la misma entrada del hospital Al Aqsa. Al Aqsa sigue siendo el único hospital que funciona parcialmente en la zona central de Gaza y atiende a una gran comunidad de Deir Al Balah, incluidos varios campos de refugiados”, contó el médico.

El jefe de la misión de MSF en Palestina, Léo Cans, se refirió al hospital Nasser, que es hoy el mayor centro sanitario en funcionamiento, y que a pesar de eso, está al 300% de su capacidad: “La situación es catastrófica. Hay demasiados pacientes para el personal”. “Los combates están muy cerca de nosotros. Oímos muchos bombardeos y disparos. Ayer (15 de enero) hubo un ataque aéreo a 150 metros de la entrada del hospital que mató a ocho personas e hirió a más de 80″, indicó Cans.

Niño en un campo de refugiados en Rafah. Foto: Reuters

Si la situación era difícil antes de la guerra, ahora llega a ser el “infierno”, según muchos organismos internacionales. “Antes del conflicto, más de 500 camiones de ayuda entraban a la Franja de Gaza cada día. Cuando vine en noviembre, eran 60 al día. Hoy, son 130 camiones diarios y 30 camiones comerciales. Esto es lo que pasó gracias a que se abriera un segundo punto de paso, aunque sigue siendo una cantidad inadecuada”, contó Chaiban.

El funcionario de la Unicef aseguró que no solo se necesita la ayuda humanitaria, sino permitir la entrada de camiones comerciales, para que las familias “sean menos dependientes del apoyo”. “Finalmente, necesitamos acceder al norte. Las entre 250.000 y 300.000 personas que se calcula que viven en el norte de Gaza no tienen acceso a agua potable y apenas tienen alimentos. En las dos primeras semanas de enero, sólo siete de las 29 entregas de ayuda previstas llegaron con éxito a sus destinos en el norte de Gaza. Ningún convoy de Unicef ha accedido al norte de la Franja de Gaza en 2024″, denunció.

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