Desde el 3 de agosto de este año, las secretarías regionales ministeriales (seremi) metropolitanas de Salud y Educación retomaron un trabajo que ya se realizaba incluso durante el gobierno anterior: la Búsqueda Activa de Casos (BAC) de coronavirus.

Así, en los primeros días de la nueva puesta en marcha de la estrategia (del 3 al 12 de agosto) y según datos solicitados por La Tercera a la seremi de Salud, se testeó a un total de 1.265 personas (1.003 alumnos y 262 docentes y paradocentes), arrojando como positivos apenas cinco estudiantes y nueve adultos, es decir, un 1,1% de los pesquisados con un test de antígenos.

En ese periodo, la autoridad sanitaria visitó establecimientos de las comunas de Huechuraba, San Bernardo, Talagante, Buin, Pedro Aguirre Cerda, Peñalolén y La Florida, y en el futuro incluirán también otras como Puente Alto, Renca, Maipú y La Pintana. Esa estrategia en terreno es conformada por una supervisora territorial, que es personal clínico de la seremi de Salud, además de un enfermero o enfermera y un TENS.

“La lista de las personas a testear son enviadas en una planilla previo al operativo por parte del establecimiento educacional y para el testeo de alumnos se requiere la firma del consentimiento informado por parte del apoderado o tutor legal, 24 horas previo al operativo”, dice Gonzalo Soto, seremi de Salud de la RM.

Pero, ¿cómo y cuándo se define acudir a un establecimiento?

El seremi explica que es un trabajo coordinado con su par de Educación, con quien definen aquellos recintos que cumplan con los criterios establecidos en la normativa vigente del Ministerio de Salud.

“Son establecimientos educacionales clasificados como vulnerables según el Índice de Vulnerabilidad Escolar (IVE) y ubicados en comunas con positividad mayor o igual 10%, además de otros establecimientos públicos o particulares subvencionados que tengan alto IVE y otras variables que la autoridad sanitaria pueda considerar como riesgo de transmisión de la enfermedad”, señala. Eso sí, también podrían ser colegios particulares pagados que lo solicitan o que tienen sospecha de brotes.

Dicho está: en esa búsqueda activa, aunque pocos, ya se han encontrado contagiados de Covid-19. “Durante el proceso de avanzada, previo al operativo de BAC, se le indica al establecimiento educacional que debe contar con una sala de aislamiento en caso de pesquisar un caso positivo, la que debe contar con una ventilación natural”, detalla Soto, quien añade que una vez que se pesquisa el caso positivo, “se aísla de forma inmediata para entregar las indicaciones correspondientes por parte del equipo clínico de la Seremi de Salud RM”.

Así, si el caso positivo es un estudiante, se da aviso al apoderado o tutor legal para que lo retire del recinto, mientras que, si es un adulto, se gestiona la licencia médica. En ambos casos se ofrece la posibilidad de irse a una residencia sanitaria y traslado en caso de no contar con las condiciones de habitabilidad necesarias (en el caso del alumno esto también es a su tutor legal). Si rechaza la oferta, se gestiona el traslado al domicilio evitando el transporte público y con las medidas de autocuidado. Pero, además, sea menor o mayor de edad, se realiza la notificación en la Plataforma Oficial Ministerial (Epivigila) para posteriormente desarrollar la trazabilidad.

“Una vez finalizado el operativo y, de acuerdo a la cantidad de casos positivos pesquisados durante el testeo, se coordina visita en terreno y se evalúa, en conjunto con el colegio, las medidas a tomar de acuerdo al Protocolo de Vigilancia Epidemiológica en Establecimientos Educacionales del Ministerio de Salud y el Plan Seguimos Cuidándonos Paso a Paso”, agrega el seremi metropolitano.

La estrategia de BAC gestionada por la seremi de Salud RM se lleva a cabo desde 2020 y, dado que estuvieron alejados de la presencialidad por largo rato, en establecimientos educacionales se hace con la técnica de antígeno nasal desde 2021.

“La selección de estos puntos se coordina directamente con las direcciones de salud de las comunas de la Región Metropolitana y los servicios de salud”, expone Soto. Además, se realizan operativos cerrados en zonas de riesgo epidemiológico por las características sociosanitarias del lugar, como centros penitenciarios, establecimientos de larga estadía de adulto mayor (ELEAM), residencias del Sename, instituciones, empresas, universidades, centros comerciales, eventos masivos, estaciones de Metro y en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de forma aleatoria para pasajeros que arriban en vuelos internacionales, entre otras.