“Su blanco inmediato es personal policial”: Informe de Inteligencia alerta sobre armas de guerra en Macrozona Sur que provendrían de Carrizal Bajo

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Un análisis de las autoridades policiales remitido al gobierno dio cuenta de 15 hechos ocurridos entre 2019 y este año en que se advierte sobre la reiterada presencia de municiones calibre 5.56. Desde atentados incendiarios donde se detectaron estas evidencias hasta grandes incautaciones de este material de alto daño. El documento señala que el origen de estas balas aún no está claro, aunque desliza que "se estima como factible que algunas provengan de la internación de Carrizal Bajo de 1986” y que “en este sentido, no se descarta que Héctor Llaitul Carrillanca tenga relación con el origen de estos fusiles en la Macrozona Sur, dado su pasado rodriguista”.


El 1 de diciembre se conmemoraron 24 años desde el primer atentado incendiario adjudicado a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), ocurrido en la comuna de Lumaco, en La Araucanía. Y, como cada año, miles de mensajes en redes sociales son analizados por las policías para tratar de adelantarse a un eventual hecho de violencia “conmemorativo”.

Pero este año hubo una seguidilla de fotos en redes sociales que llamaron la atención de las autoridades: “A través de redes sociales y medios de contrainformación, fueron difundidas fotografías donde se aprecia una treintena de encapuchados exhibiendo armas de fuego cortas y largas, dentro de las que se aprecia, eventualmente, un fusil M-16 y un AK-47″, dice un extracto de un informe de Inteligencia remitido por las policías al Ministerio del Interior.

La evidencia sobre la presencia de armas de guerra y municiones en la Macrozona Sur, hasta el momento, ha ido cayendo a cuenta gotas en las oficinas de las policías y el Ministerio Público. Operativos que involucran allanamientos e incautaciones han logrado detectar elementos de este tipo, los que en su mayoría se trata de balas calibre 5.56, las que sirven para dotar de un alto poder de fuego armas de guerra, pero nunca se ha encontrado la ruta de un gran arsenal de estas llamadas “armas largas”.

Por lo mismo, las policías elaborar este informe, donde dan cuenta de 15 eventos violentos, detectando la presencia de municiones de este calibre. “En el contexto del radicalismo mapuche se ha constatado la ocurrencia de ilícitos, tales como ataques armados y atentados incendiarios, que han involucrado el uso de armas y munición de calibre 5.56″, se señala en el documento.

Por ejemplo, se relata en este informe, que el 8 de octubre se allanaron cuatro inmuebles en la comunidad Lolcura, sector Mininco, comuna de Collipulli, donde se incautaron una escopeta, un cartucho calibre .12, cuatro cartuchos calibre 7.62 y cinco cartuchos 5.56 sin percutir.

Antes el 6 de julio de este año, un ataque armado a un domicilio particular en Tirúa arrojó más evidencia. El carabinero Elvis Sáez Arroyo dio cuenta que sujetos desconocidos le estaban disparando a su casa, además de quemarle su vehículo particular. Minutos después, consigna el informe, “el personal policial, al efectuar una revisión en las inmediaciones, encontró en el sueño seis vainillas percutidas, cinco correspondientes al calibre 5.56 y uno correspondiente al calibre 7.62″.

El hecho más reciente, donde se detectó una alta presencia de estas municiones, corresponde al ocurrido el 3 de noviembre. Esa vez un grupo de encapuchados se tomó parte del kilómetro 8 de la Ruta P-72, que une a Cañete con Tirúa, en la Región del Biobío. En ese procedimiento, Carabineros utilizó su carro lanzagases y requirió el apoyo de la Armada, quienes para repeler los ataques -señalaron- utilizaron sus armas de servicio. Más tarde, un comunero mapuche falleció en el hospital.

Horas después un operativo arrojó que en las inmediaciones de lugar había: 50 cartuchos calibre 5.56, un rifle, una escopeta y dos cartuchos calibre .22, entre otros elementos.

Por lo mismo, para las autoridades policiales el tema es preocupante. Esta aprehensión no solo está presente en el gobierno, Carabineros y la PDI, sino que también en el Ministerio Público, pues hace ya más de dos años cuentan con un foco investigativo especial para analizar las municiones encontradas en La Araucanía y determinar su origen y la presencia de estas en distintos atentados.

Las sospechas en el origen: Carrizal Bajo y Llaitul

En el informe de Inteligencia -plasmado en largas 32 páginas- exponen las “apreciaciones” de las policías respecto del origen y presencia de armas de guerra entre el Biobío, La Araucanía y Los Ríos.

Así, se señala que “el armamento y su empleo por parte de grupos organizados de la Macrozona Sur, resulta ser relevante por constituir un potencial riesgo para la seguridad pública, toda vez que su blanco inmediato es personal policial”.

En ese sentido, agrega que “el fusil Colt Ar-15 y sus variantes es un armamento empleado en conflictos bélicos y que actualmente estaría siendo usado por orgánicas radicales en la Macrozona Sur para el control territorial, sin que el origen de estas armas esté dilucidado”, pero, advierten hay algunas sospechas incipientes.

En el informe, las policías exponen que “se estima como factible que algunas de estas armas provengan de la internación de Carrizal Bajo de 1986 por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, consistente en aproximadamente 80 toneladas de armas y explosivos provenientes desde Cuba, entre las cuales se encontraban fusiles marca Colt M-16, calibre 5.56. Dicho arsenal fue incautado, sin embargo, no en su totalidad”.

Por último, en el documento de Inteligencia se afirma que, en base a esta hipótesis, “no se descarta que Héctor Llaitul Catrillanca tenga relación con el origen de estos fusiles en la Macrozona, dado su pasado rodriguista”.

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