Una data que sería de 50 años: el misterioso hallazgo de osamentas en las oficinas del Programa de DD.HH. del Ministerio de Justicia

Frontis Ministerio de Justicia
Frontis Ministerio de Justicia: Foto: Francisco Vicencio / Agencia Uno.

La tarde de este miércoles se encontraron restos óseos de una persona que, según las primeras indagatorias, tendrían 50 años de antigüedad. El hecho quedó al descubierto luego de que una funcionaria que realizaba el aseo encontró en un pote partes de una mandíbula y piezas dentales. Las primeras pesquisas dan cuenta de que el contenedor se habría dejado en ese lugar hace pocos días.


Pasadas las cinco de la tarde de este jueves, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, se preparaba para asistir a un seminario por la conmemoración de los 35 años del triunfo del “No” que se desarrolló en la Universidad Católica. En medio de esto, su repartición emitió un comunicado dando cuenta de un macabro hecho: en dependencias del Programa de Derechos Humanos, en calle Agustinas, se habían encontrado osamentas humanas.

Según los primeros antecedentes, el hallazgo ocurrió el miércoles cerca de las 20 horas, mientras una funcionaria de aseo limpiaba un escritorio en una de las oficinas del Programa de Derechos Humanos, que depende de la Subsecretaría de Derechos Humanos. Los restos, que corresponden a una parte de mandíbula y piezas dentales, estaban al interior de un pote plástico de mantequilla, el cual llevaba algunos días en ese lugar. Además, según fuentes de la investigación, con los primeros antecedentes y a partir de las pericias visuales, la data de muerte de la persona sería de 50 años, debido a las características óseas.


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Tras el impacto, funcionarios de esta repartición, ubicada en la calle Agustinas 1235, dieron aviso a la Policía de Investigaciones (PDI) para el inicio de las diligencias. En paralelo, se informó al gabinete del subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano. El ministro Cordero, por su parte, se comunicó con el ministro coordinador nacional de Causas sobre Violaciones a los DD. HH del Poder Judicial, Mario Carroza, para adoptar las medidas pertinentes.

¿Cuál es el origen?

El pote en el que se encontraron las osamentas, según fuentes conocedoras del caso, se encontró sobre el escritorio de un funcionario que no trabaja en la repartición de gobierno desde agosto pasado. Sin embargo, las sospechas de los funcionarios es que este recipiente fue dejado hace algunos días sobre ese mueble, ya que previamente no estaba en ese lugar.

Tras el hallazgo, el ministro Cordero aseguró que esta oficina es utilizada con poca frecuencia. Por lo mismo, explicó que “el Programa de DD.HH no es una institución que reciba piezas de estas características, no existen antecedentes de ese medio que se encontró en ese lugar”. Anunció, además, que “no solo se ha dispuesto entregar los antecedentes a los jueces de dedicación exclusiva, sino que además se ha tenido que instruir un sumario administrativo con el propósito de indagar las consideraciones administrativas del funcionamiento de esa dependencia en particular”.

En esa línea, fuentes de la investigación sostienen que las sospechas apuntan a que los restos fueron dejados por alguien externo al ministerio. Y es que la falta de seguridad en la repartición no es algo ajeno para los funcionarios, quienes ya han planteado sus reparos a las carencias que tiene el edificio gubernamental. Pese a eso, las mismas fuentes agregan que se están periciando las cámaras para conocer cómo ese pote llegó a ese escritorio.

Este viernes, el titular de Justicia agregó que el pote en el que se encontraron los restos humanos “había estado algunos días ahí hasta que las trabajadoras del aseo tomaron la decisión de tomarlo y se dieron cuenta al abrirlo que existían osamentas”. A lo que agregó: “Es difícil que sea alguien de la oficina, por dos motivos. El primero es porque el programa tiene funcionarios que llevan muchos años ahí, es como si usted entrara al edificio de la Vicaría de la Solidaridad, son abogados, asistentes sociales y otros. Por lo tanto, es un grupo de trabajo en el cual circulan muchos familiares”.

Los otros hallazgos

Una vez conocido el hallazgo, y luego de que el ministro Cordero se comunicara con el Poder Judicial, que tiene asignados ministros en visita para las causas de derechos humanos, también ha habido una serie de reuniones respecto a esto. Este viernes, la jefa del Programa de Derechos Humanos, Paulina Zamorano, se reunió con la ministra Paola Plaza por la posible apertura de una investigación.

Lo anterior, porque es fundamental para que el Servicio Médico Legal (SML) pueda periciar las osamentas encontradas este jueves. Algo que resulta complejo y que tomaría mucho tiempo según quienes conocen del proceso, debido a la falta de capacidades y sobrecarga que tiene la institución forense, la que debería determinar la real data de muerte.

Además, hasta el cierre de esta edición el ministro de Justicia y Derechos Humanos se había reunido con las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos Chena, Paine y de Linares para darles cuenta de lo sucedido, así como también con las agrupaciones de Santiago.

Este no es el primer caso de hallazgo de osamentas durante el último tiempo. Y es que en febrero de este año se encontraron 89 cajas con restos humanos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Así como también el hallazgo de carpetas en la Subsecretaría de Derechos Humanos.

Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), asegura a La Tercera que tras lo ocurrido este jueves “estamos exigiendo una rapidez investigativa, pero realmente como amerita la causa, estos 50 años de lucha de indolencia que hemos visto, de falta de política de los gobiernos en esta situación. Estamos pidiendo los respectivos sumarios internos, pero también que impere un precedente de la justicia de aquellos que fueron culpables de ocultamiento, de dañar más aún psicológica y moralmente a los familiares, tiene que tener sanciones penales”.


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Además de esto, durante la misma jornada se encontraron también osamentas en el entretecho de una casa ubicada en Ñuñoa. El inmueble, ubicado en la calle Eduardo Castillo Velasco, queda justo detrás de una casa de tortura que utilizaba la DINA, durante la dictadura, en José Domingo Cañas.

Si bien la Brigada de Derechos Humanos de la PDI se encuentra realizando las pericias del caso, según fuentes de la investigación también se hallaron vainas identificadas K&C 18 98, las que corresponden a un fusil Mauser, el cual fue utilizado por el Ejército durante la dictadura.

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