Alberto Fernández cede a presión del kirchnerismo y accede a armar mesa política, pero no renuncia a su candidatura

El Presidente argentino Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner caminan durante las celebraciones del centenario de la energética estatal YPF, en el Parque Tecnopolis, en Buenos Aires, el 3 de junio de 2022. Foto: Reuters

La idea es que la instancia del Frente de Todos permita diseñar la estrategia electoral de la coalición oficialista de cara a los comicios de octubre. Pero desde el entorno de Fernández insisten: “El Presidente está en carrera, como siempre, eso no cambia".


La noche de este martes en Merlo, bajo el auspicio del diputado Máximo Kirchner, el peronismo bonaerense exhibió su poderío interno y anunció la creación de una mesa provincial para fijar la estrategia electoral en el principal distrito de Argentina, de cara a los comicios de octubre próximo. A esa hora, instalado en la quinta presidencial de Olivos, Alberto Fernández, quien fue excluido del cónclave por decisión de la vicepresidenta Cristina Kirchner y su hijo, según la prensa local, tomó nota de la situación.

La reunión en Merlo, según el portal La Política Online, fue presentada como una movida para zanjar esas diferencias y ensayar una unidad posible para las elecciones de este año, en el distrito que concentra el 40% del padrón nacional. Sin embargo, ya en la convocatoria enviada a los medios asomaba la ausencia del mandatario. Su ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, la justificó con un argumento insólito: “El Presidente no puede ir como Droopy a todos lados. No puede estar en un cumpleaños de 15, bautismos y Bar Mitzvá. Participa de cosas políticamente con estatura”.

Pero en días atravesados por una interna feroz en el oficialista Frente de Todos, la fotografía oficial de su cumbre en Merlo dejó en evidencia la distancia con el Presidente y con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, ungida por el albertismo como posible candidata a gobernadora de Buenos Aires.

En la foto posada de la cumbre se puede ver que el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, fue ubicado en un lugar privilegiado, en el centro del grupo, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y el ministro de Economía, Sergio Massa. “Ningún albertista aparece cerca, salvo acaso (el ministro de Obras Públicas) Gabriel Katopodis, que se ubica en una tercera fila. Todo un mensaje”, apuntó el medio transandino.

Y es que De Pedro y Tolosa Paz protagonizaron una fuerte tensión dentro del gobierno. El ministro del Interior acusó al Presidente de “falta de códigos” por no haber sido invitado a un acto con organismos de derechos humanos que encabezó Lula en su visita al país. La ministra de Desarrollo Social fue la encargada de salir al cruce: “O estás adentro o estás afuera”, le dijo.

Pese los constantes enfrentamientos con Cristina Kirchner, La Cámpora y el Instituto Patria, Alberto Fernández parece no tener intenciones de bajar su candidatura presidencial y hará todos los gestos políticos necesarios para buscar su reelección en 2023. Esa determinación personal, asegura el medio Infobae, aplacó su decisión de “eyectar” a De Pedro del Ministerio del Interior y definir la convocatoria a una mesa nacional del Frente de Todos para diseñar la estrategia electoral de la coalición oficialista.

“Finalmente, Alberto Fernández cedió ante la presión de la mayoría de sectores del Frente de Todos para que arme una mesa política que discuta la estrategia de cara a las elecciones presidenciales”, reiteró el diario Clarín, señalando que el mandatario decidió armar un espacio para discutir el plan y las listas.

Así lo confirmaron al periódico porteño altas fuentes oficiales cercanas al jefe de Estado, que aseguraron que en la decisión del presidente “no” influyó la cumbre en Merlo, donde la noche de este martes se congregaron La Cámpora, el kirchnerismo duro y el massismo. “La mesa se va a armar, pero no para ser fiscal de la gestión nacional, sino para coordinar la estrategia electoral”, indicó una voz de extrema confianza de Fernández, que indicó que no se deben buscar segundas lecturas a la medida.

Desde esta perspectiva, en el gobierno explican que la Mesa Nacional debería tener representación de todos los sectores del frente oficialista y asumir que será convocada sólo para discutir reglas de juego y estrategias de campaña. “Si Alberto Fernández finalmente consuma la creación de la Mesa Nacional -sostienen en Balcarce 50-, es porque en el kirchnerismo ya tiene entendido que no bajará su candidatura, a pesar de la presión constante de la vicepresidenta”, recalca Infobae.

Y así lo ratificaron desde el grupo de dirigentes incondicionales que rodean a Fernández. “El Presidente está en carrera, como siempre, eso no cambia”, precisó uno de ellos a Clarín. “Alberto tiene los pergaminos suficientes para ir por la reelección, si así lo decide. ¿Quién se lo va a impedir?”, cerraron desde el entorno del mandatario.

La probable iniciativa del Presidente coloca en una situación “incómoda” al kirchnerismo, asegura Infobae. Ello, porque este sector interno del Frente de Todos insistía con la creación de la Mesa Nacional para forzar el desplazamiento de la candidatura de Alberto Fernández y colocar -en su lugar- a Massa, De Pedro o eventualmente al gobernador Axel Kicillof.

El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, choca el puño con el entonces legislador Sergio Massa, en Buenos Aires, el 14 de noviembre de 2021. Foto: AP

Cristina Kirchner ahora deberá definir si participa o no. “Si lo hace avalaría que el Presidente está en carrera para disputar su reelección, y si no lo hace, deja un espacio abierto que el jefe de Estado ocupará con una agenda intensa que combinaría política doméstica y distintas giras internacionales”, apunta este último medio.

“Wado” de Pedro es el precandidato kirchnerista que mejor mide en ese espacio interno tras su enfrentamiento con Alberto Fernández, agrega Infobae. Y detrás lo siguen Kicillof y el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich. Cristina avala a De Pedro, pero no descarta al gobernador de Buenos Aires.

El que se volvió a bajar de la competencia fue el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. En la reunión en Merlo, les reiteró a sus compañeros del Frente de Todos que no está en carrera. “Es incompatible ser ministro de Economía y candidato”, explicó, según pudo reconstruir Clarín de varios de los presentes.

Alberto Fernández, en tanto, apuesta a su reelección, y jugará ese partido hasta el final. Sin embargo, ante la imposibilidad de vencer a la coalición opositora Juntos por el Cambio, el presidente medita sobre las candidaturas de Daniel Scioli e, incluso, Massa. El embajador argentino en Brasil está dispuesto a pujar por su revancha política, mientras que el ministro de Economía aguarda la inflación de abril para definir si corre la campaña 2023, asegura Infobae.

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