La británica que se unió al Estado Islámico y quiere volver a casa

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Renu Begum muestra una foto de su hermana Shamima, de 2015. Foto: AFP

Shamima Begun ingresó en 2015 al Estado Islámico en Siria. Ahora se encuentra en un campamento de refugiados en el país árabe.


"No podía soportar el sufrimiento de lo que significaba quedarse en este adverso campo de batalla. Pero también tenía miedo de que si me quedaba el hijo que estoy a punto de tener muriera como mis otros hijos. Así que huí del califato. Ahora todo lo que quiero es ir a casa a Reino Unido", dice de forma calmada Shamima Begum, la joven británica que en febrero 2015 acaparó los titulares en todo el mundo cuando se unió al Estado Islámico (EI) en Siria, junto a dos amigas, Amira Abase, de 15 años, y Kadiza Sultana, de 16. Esta última, dice, podría haber muerto en un ataque en 2016 en Raqqa, entonces la capital del autoproclamado califato del EI.

Como las tres iban al mismo colegio del barrio del este de Londres Bethnal Green, nombre por el cual ahora se conoce el caso de estas tres jóvenes. "No soy la misma escolar tonta de 15 años que huyó de Bethnal Green hace cuatro años. No me arrepiento de haber venido aquí", advierte la joven que ahora tiene 19 años y que fue encontrada por un periodista del diario The Times en el campamento de refugiados Al-Hol, en el noreste de Siria, hacia donde huyó después de abandonar la localidad Baghuz, que fue cercada por las fuerzas kurdas.

Shamima huyó hace dos semanas con su esposo holandés de 27 años que está convertido al islam y con quien se casó apenas 10 después de llegar a Raqqa en 2015. El periódico señala que ella cree que las autoridades británicas no tienen conocimiento de su presencia en el campamento y que pidió que se le informara a su hermana que ella aún estaba viva. The Times dice que con esto se abre un complejo problema a las autoridades debido a la incertidumbre que provoca el estatus legal de las familias británicas del Estado Islámico.

"Temía que mi hijo a punto de nacer muriera como otros niños si me quedaba. Entonces me fugué del califato. Ahora lo único que quiero es regresar a Reino Unido", dice en la entrevista. Y añade: "El califato se acabó. Había tanta opresión y corrupción que pienso que no merecen la victoria".

The Times cuenta que hablaron por una hora y media y cuando se le preguntó cómo era la vida en Raqqa, Shamima respondió que era normal, tal como la mostraban los videos de propaganda del Estado Islámico. "De vez en cuando habían bombardeos y cosas así", relató.

"Cuando vi mi primera cabeza decapitada en un basurero no me afectó en lo absoluto. Pertenecía a un combatiente que había sido capturado en una operación, un enemigo del islam. Solo pensé lo que le podría haber hecho a una mujer musulmana si él hubiera tenido la oportunidad", dijo Shamima -que ya tiene nueve meses de embarazo- a The Times, medio que destacó que la joven posee la misma jerga contradictoria de las adoctrinadas familias del Estado Islámico.

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