Nicaragua abandona la Organización de Estados Americanos dos años después de iniciar su proceso de salida

Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Foto: Reuters

“El pueblo y Gobierno de Nicaragua renuncia a formar parte de esta organización cautiva de Washington”, dijo el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, quien se encargó del retiro del país centroamericano del foro regional por orden del presidente Daniel Ortega.


Nicaragua abandonó oficialmente la Organización de Estados Americanos (OEA) a partir del domingo, después de que se hayan cumplido dos años desde que el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, por orden del presidente, Daniel Ortega, iniciara el proceso de salida del foro regional.

Entonces, el jefe de la diplomacia del país centroamericano alegó “continuas muestras de injerencia” por parte de la OEA en los asuntos internos del país. “Nicaragua defiende la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo, en respeto a su ordenamiento jurídico interno y los dictámenes mundiales”, declaró Moncada.

Después de que la Asamblea Nacional denunciara la Carta de la OEA, el ministro de Exteriores indicó que el “pueblo y Gobierno de Nicaragua renuncia a formar parte de esta organización cautiva de Washington”. “Frente a las acciones violatorias de la OEA y Estados Unidos, manifestamos nuestra renuncia a esa organización, instrumentalizada bajo intereses del país norteño”, manifestó.

“Atroces abusos a los Derechos Humanos”

El Gobierno de Estados Unidos ha señalado que la decisión de Ortega y la vicepresidenta, Rosario Murillo, “de aislar aún más a Nicaragua de la comunidad internacional demuestra la desesperación por evitar cualquier esfuerzo de la OEA y de socios de ideas afines para responsabilizarlos por atroces abusos contra los Derechos Humanos”.

Así, el Departamento de Estado estadounidense informó a través de un comunicado de que “continúa revisando todas las herramientas disponibles y apropiadas para responsabilizarles” por sus acciones. “Sus abusos incluyen detener, condenar y maltratar injustamente a presos políticos, incluido el obispo Rolando Álvarez; atacar a periodistas independientes; y obligar a cientos de organizaciones de la sociedad civil e instituciones educativas a cerrar o traspasar sus operaciones al Estado”, reza la misiva.

Washington ha denunciado que las acciones de Managua “son una afrenta al compromiso del hemisferio occidental con la democracia”, por lo que ha renovado su llamado a las autoridades nicaragüenses a cumplir con sus obligaciones y recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Por último, recordó que la OEA “actúa como la organización multilateral más importante del hemisferio occidental y tiene una larga historia de apoyo al avance democrático de todas las naciones de las Américas”.

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