Ministro Ávila cifra en 21 los establecimientos educacionales dañados por incendios forestales y asegura que se trabaja para que la vuelta a clases sea el 1 de marzo

El jefe del Mineduc descarta la opción de implementar clases online en las regiones afectadas, debido a la conectividad y la situación de las antenas en las zonas de la catástrofe, además de la pérdida material y de cables que tuvieron las familias damnificadas.


El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, se refirió a los 21 establecimientos educacionales que resultaron con daños en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía a causa de los incendios forestales que han afectado a la zona sur del país y en cómo están trabajando desde el ministerio para enfrentar el inicio del año escolar que parte el 1 de marzo.

Según explicó el secretario de Estado, de los 21 recintos educativos, que son rurales, siete se encuentran en La Araucanía, 13 en el Biobío y uno en Ñuble.

Si bien afirmó que solo algunos resultaron completamente arrasados por el fuego, enfatizó en que en ninguno de estos establecimientos están dadas las condiciones -al día de hoy- para realizar las labores educativas.

“Algunos de ellos -recintos educacionales- resultaron completamente arrasados por el fuego y otros tienen daños importantes, si bien son parciales, nosotros entendemos que no puede ser llevado a cabo el servicio educativo. Estos conjuntos de establecimientos, que son rurales, albergan alrededor de 900 estudiantes en la totalidad de matricula. Los establecimientos rurales son pequeños, la mayoría de su matrícula incluso puede ser desde un estudiante, 14 o 25″, afirmó el secretario de Estado en conversación con CNN Chile.

Además agregó que “de estos 21 establecimientos, hay dos de ellos que son jardines infantiles y/o salas cunas, por lo tanto también tenemos que entregar una solución a esas familias que sin duda alguna no solo necesitan iniciar el año escolar en marzo, sino contar con una alternativa incluso durante este periodo”.

Con respecto a las tareas a realizar en los establecimientos dañados, el secretario de Estado aseguró que “primero tienen que ejecutarse labores de limpieza, hay que hacer remoción de escombros y en algunos casos demolición, luego tenemos que hacer el proyecto para el levantamiento de la solución definitiva y mientras tanto, probablemente con un tiempo de tres a cuatro meses, la instalación de una solución modular. Ahora, dado que estos son establecimientos rurales de baja matricula, hemos podido establecer algún tipo de medida de reubicación”.

Vuelta a clases el 1 de marzo

“En todas estas soluciones nosotros, además, estamos verificando la posibilidad de poder implementar el servicio de alimentación, es decir, estamos viendo si tienen cocina, comedores, si están dadas las condiciones para que el 1 de marzo podamos contar con respuestas para las familias e iniciar el año escolar 2023″, agregó el ministro Ávila.

En relación con los puntos anteriores, el jefe del Mineduc enfatizó en que en los últimos meses han estado trabajando para que todos los niños y niñas -desde salas de cuna a educación media- vuelvan a las aulas en marzo, dado que, según palabras del secretario de Estado, “la asistencia que tuvimos el año 2022 no alcanzó el estándar que nosotros hubiéramos querido”.

“Lo principal es que los niños vuelvan a clases, no solo por los aprendizajes, sino porque es el mejor espacio para estar contenido y contenida. Esto -incendios forestales-, claramente, es una situación que puede provocar un estrés post-traumático en los niños y niñas, por eso es necesario acompañarlos también en este desarrollo socio emocional”, aseguró el secretario de Estado.

En otro punto, y al ser consultado por la posibilidad de desarrollar clases de manera telemática, el ministro Ávila afirmó que “dificulta bastante que eso pueda suceder, principalmente porque la experiencia nos señala que no fue una buena opción. Si bien mantuvimos los vínculos, los procesos de aprendizaje no necesariamente se desarrollaron de la manera correcta, la presencialidad resulta insustituible para el proceso de aprendizaje”.

Dentro de las principales razones para no implementar clases online en las regiones afectadas, se debe a la conectividad y la situación de las antenas en las zonas de la catástrofe, además de la pérdida material y de cables que tuvieron las familias damnificadas.

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