Bahrein acusa a Hizbulá y a "un país vecino" de instigar la violencia

Sin mencionarlo explícitamente, la ministra responsabilizó a Irán de la violencia en el reino, de población mayoritariamente chiita, pero gobernado por una monarquía sunita.




La ministra de Desarrollo Social de Bahrein, Fatima Albalooshi, acusó hoy al grupo islamista Hizbulá y a "un país vecino" de ser los instigadores de los desórdenes y la agitación civil que sacuden desde hace algunas semanas al país.  

Sin mencionarlo explícitamente, la ministra responsabilizó a Irán de la violencia en el reino de población mayoritariamente chiita, pero gobernado por una monarquía sunita.

De Hizbulá dijo que dio "entrenamiento" a los manifestantes, que salieron a la calle con el objetivo de "cumplir una agenda política exterior" y que prueba de ello son las supuestas armas y municiones con las que contaban.

Albaooshi también indicó que se había reunido con la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, a quien pidió pruebas de las denuncias que formuló recientemente sobre asesinatos de civiles, detenciones arbitrarias y ataques contra heridos en hospitales por parte de las fuerzas de seguridad en Bahrein.

"La alta comisionada habló de 50 a 100 personas desaparecidas y yo le pedí la lista de nombres para buscarlas, pero no me ha proporcionado ninguna información", dijo la ministra.

Preguntado al respecto, el portavoz de Pillay, Ruperd Colville, dijo que su organismo mantiene lo dicho pues tales informaciones "provienen de personas que para nosotros son fuentes creíbles".

Recordó que entre las personas que se denunció que habían desaparecido, algunas han aparecido luego muertas y otras detenidas.

La ministra, por su parte, negó todas y cada una de esas alegaciones y dijo que los únicos que han utilizado la violencia han sido los manifestantes organizados en bandas.

Asimismo, Albalooshi contradijo las denuncias internacionales sobre violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas del orden y llegó a decir que el gobierno envió a éstas "desarmadas" para contener las protestas y que fueron los manifestantes los que atacaron con palos, piedras y cuchillos.

Además, aseguró que fueron esos últimos quienes también atentaron contra ambulancias, bloquearon el acceso a los hospitales y permitían que los heridos recibieran atención en función de su procedencia étnica.

Según la ministra de Bahrein, 243 policías y sólo 53 civiles resultaron heridos, en tanto que los muertos fueron 4 y 11, respectivamente.

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