El desafío que el Brexit impone al liderazgo de Merkel en la UE

La canciller alemana deberá controlar los efectos que la salida de Reino Unido provocará en la UE. Merkel ya tuvo que afrontar la crisis del euro en 2008 y el actual drama de los refugiados.




"La Unión Europea es fuerte y va a dar la respuesta correcta a la decisión" del pueblo británico, fue la primera reflexión que la canciller alemana, Angela Merkel, hizo el viernes tras el triunfo del "Brexit" en el histórico referendo en el cual los británicos votaron por abandonar la UE. Concitando casi el mismo nivel de atención que el primer ministro británico David Cameron, que durante la jornada anunció su renuncia a raíz del traspié en las urnas, Merkel también recibió ese día el llamado del Presidente de EE.UU., Barack Obama, para analizar las repercusiones de la decisión adoptada por los británicos, la cual ambos "lamentaron".

Y es que todas las miradas parecen dirigirse ahora al rol que Merkel jugará tras el mayor golpe que la UE ha recibido en su historia. En una muestra de la preocupación que el sorpresivo resultado de la consulta británica generó en Alemania, la canciller germana recibirá mañana en una improvisada cumbre en Berlín al jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, al Presidente francés François  Hollande y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Los dirigentes se volverán a ver las caras el martes en Bruselas para la cumbre europea ya prevista. Lo mismo que el miércoles, cuando se celebre -al margen de esa cumbre- el primer "cónclave" de la nueva Europa de 27 miembros, sin Cameron.

Alemania es el motor de Europa. Los germanos son los que más aportan a la UE y por tanto los que tienen una mayor capacidad de influencia. De hecho, fue el gobierno de Merkel el que impuso la austeridad económica en la zona euro durante la crisis financiera de 2008, una decisión que hasta el día de hoy le significa críticas a Berlín de parte de algunos miembros del bloque. Y ahora la decisión de Reino Unido de abandonar la UE genera un nuevo dolor de cabeza para Alemania, debido a los aportes adicionales al presupuesto comunitario que tendrían que hacer los 27 países restantes para cubrir la parte que dejaría de poner Londres.

En 2014-2015, la contribución de Reino Unido al presupuesto de la UE fue de 11.341 millones de euros (el 7,95% de los 142.600 millones del total), mientras que recibió 6.985 millones de los programas comunitarios. Según los cálculos de la Fundación Bertelsmann, Alemania sería el más afectado con la salida de Londres, ya que se convertiría en el que más tendría que aportar (2.503 millones de euros más). Actualmente Alemania es el miembro del bloque que más aporta al presupuesto comunitario, con 25.815 millones de euros, según datos del portal de la UE.

Al margen del costo que significará para el presupuesto de la UE, Kay-Alexander Scholz, analista de la cadena alemana Deutsche Welle, destaca que Alemania perderá a Reino Unido como "aliado clave" en cuestiones de política europea, crecimiento económico y disciplina presupuestaria.

"Alemania necesita un socio para promover la estabilidad económica y financiera en Europa. Si perdiera a su aliado británico, el enfoque del 'sur' europeo tomaría el sartén por el mango", explica a Deutsche Welle, Guntram Wolff, director think tank Bruegel, de Bruselas. Además, asegura que los políticos en Berlín temen un escenario en el que Alemania pudiera ser "dejada sola" con los países mediterráneos, propensos a gastar mucho dinero y a redistribuirlo.

La mayoría de los alemanes ha manifestado su deseo de que Reino Unido permanezca en la UE. La cadena germana llevó a cabo una encuesta sobre el tema en abril y un contundente 78% de los alemanes votó en contra del "Brexit", la cifra más alta en los cinco países de la UE encuestados, incluyendo el propio Reino Unido.

Michael Kunert, director de la encuestadora alemana Infratest-Dimap, dice que la verdadera razón por la que muchos alemanes están dispuestos a que Reino Unido se quede es simplemente porque el "Brexit podría ser el primer paso hacia la desintegración total de la UE".

Un escenario que Kay-Alexander Scholz no descarta en su análisis. "Alemania se quedará aún más sola, si daneses y holandeses deciden también salir de la UE. Y para el Este de Europa, el gobierno de Berlín ya no está tan cerca como antaño. Polonia tiene un papel clave para los países de los Balcanes y los países Visegrad (Polonia, Hungría. República Checa y Eslovaquia) y en Varsovia todavía están enfadados por la política de refugiados de Merkel. ¿Y los populistas alemanes de la Alternativa para Alemania (AfD)? Ríen a la vez que se ve confirmada su política anti-establishment y aprovechan para impartir lecciones a sus electores potenciales diciendo: "¡Miren, es posible! ¡Hay alternativa! ¡Vótennos!" Exactamente, las palabras que quieren escuchar esos 'electores de protesta'", señala el columnista, quien destaca que hace tiempo que el AfD está en contacto con otros de su tipo, como por ejemplo, en París.

Y justamente en 2017 tendrán lugar las elecciones presidenciales francesas y las legislativas alemanas. Solo entonces, sostienen los analistas, Francia y Alemania, tendrán la suficiente legitimación política para sacar a la Unión Europea del callejón sin salida que significó el "Brexit".

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