Ganancias de grupo Santander cayeron más de un 50% en el primer semestre

La utilidad neta del banco fue de 1.704 millones de euros en los seis primeros meses del 2012. Los analistas habían previsto un beneficio de 2.926 millones de euros, según un sondeo de Reuters.<br>




Las ganancias del grupo Santander, el mayor banco de la zona euro, cayeron un 51% en el primer semestre porque debió ajustar el valor de sus activos inmobiliarios en España, aunque los depósitos en su mercado local crecieron con fuerza durante el segundo trimestre.

La entidad dijo que completó el 70% de las depreciaciones exigidas por una nueva regulación y absorbió pérdidas en el negocio hipotecario y por préstamos incobrables otorgados a desarrolladores, reconociendo en forma tardía el impacto por el estallido de la burbuja inmobiliaria del 2008.

"El esfuerzo que estamos haciendo en provisiones nos permitirá dejar atrás el saneamiento del riesgo inmobiliario en España en este año", señaló el presidente ejecutivo del banco Emilio Botín, en un comunicado.

Pese a estar en línea con las provisiones ordenadas por el gobierno español, el recorte sorprendió a los operadores que no esperaban que el banco fuera a asumir un impacto de esa magnitud tan temprano en el año.

Las acciones del banco se negociaban con un alza del 6,87% a 4,355.

La utilidad neta del banco fue de 1.704 millones de euros en los seis primeros meses del 2012. Los analistas habían previsto un beneficio de 2.926 millones de euros, según un sondeo de Reuters. La entidad señaló que el balance incluye provisiones para saneamientos de 2.780 millones.

La debilidad de las cifras reflejan además el peor rendimiento operacional en Reino Unido y Brasil. 

En una presentación ante analistas, Santander dijo que no modificará su política de dividendos. El miércoles la firma española Telefónica anunció un recorte del pago a accionistas para este año mientras lucha por disminuir su deuda en medio de un contexto recesivo.

La exposición de los bancos españoles a malas inversiones inmobiliarias llevó a España a pedir una línea de crédito a la Unión Europea de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a las entidades.

En febrero y en mayo, el gobierno ya había aprobado dos decretos que obligaban a la banca a realizar dotaciones por unos 80.000 millones de euros, frente a los 184.000 millones en activos tóxicos acumulados, en un intento por recuperar la confianza de los inversores.

El país no está evaluando solicitar ayuda para distender la presión existentes sobre su deuda soberana, dijeron dos fuentes este jueves, aunque la zona euro está siguiendo el tema y podría considerar alguna acción en el futuro.

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