Imputados por ataque a iglesia son acusados de delito terrorista

A las 21.15 del 9 de junio de 2016, al interior de la Iglesia Evangélica del Señor, ubicada en el sector de Niágara, Región de La Araucanía, se registró el siguiente diálogo entre una de las fieles presentes y un encapuchado, que pretendía incendiar el lugar. "Así como quemas la iglesia vas a arder en el infierno", dijo la mujer. El hombre le contestó: "Yo no creo en tu Dios, canuta".

Esta situación se encuentra descrita en la acusación que ayer presentó la Fiscalía de la IX Región en contra de cuatro imputados, para los cuales les solicita la pena de 20 años de presidio por el delito de incendio de carácter terrorista.

Esta es la primera vez que uno de los ataques a templos religiosos en La Araucanía llega a la etapa de acusación. Según la información que ha entregado el Ministerio Público en el marco de la mesa de trabajo de violencia rural, el año pasado fue el peak de este tipo de atentados. Mientras que en 2015 se registraron dos de estos hechos, en 2016 la cifra se elevó a 18. Este año, en tanto, han ocurrido cuatro ataques a recintos religiosos.

Al momento de las reivindicaciones, el 17% corresponde al grupo Resistencia Mapuche Malleco (RMM) y el 41% a la entidad que se denomina Weichan Auka Mapu. Fue justamente este último grupo el que se adjudicó el ataque al templo evangélico de Niágara. Los panfletos que fueron encontrados en el lugar tenían las frases "Libertad Machi Fca. Linconao- desde la inquisición hasta Mendoza-Kollio el cristianismo es fuente de odio y racismo WEICHAN-Auka MAPU" y "Cristianismo: Cómplice del represión al pueblo mapuche-libertad Machi Fca. Linconao WEIXAN AUKA MAPU".

Al momento del atentado, Linconao se encontraba en prisión preventiva, mientras era investigada por su presunta participación en el atentado al matrimonio Luchsinger Mackay.

El fiscal Luis Torres, quien indaga esta causa del templo, dijo que "la motivación tras este hecho, entendemos, era infundir miedo en un sector de la población de la IX Región, especialmente para quienes ejercen libremente el culto religioso".

Según la acusación, Benito Trangol y Pablo Trangol, junto a otros sujetos, ingresaron al edificio y lanzaron objetos incendiarios en distintos lugares del recinto, mientras corrían y realizaban disparos. En ese momento, había cerca de 30 personas asistiendo al culto.

Alexis Trangol, en tanto, según la fiscalía, habría sido parte del grupo que prestó cobertura y vigiló las inmediaciones para que se concretara el ataque. Alfredo Tralcal, por otro lado, fue quien condujo la camioneta en la cual huyeron. El recorrido fue breve, pues fueron detenidos por Carabineros.

Sobre estos ataques, el superintendente de las Asambleas de Dios, Juan Mella, sostuvo que "no encontramos razón para esto, por más de 35 años hemos ayudado a las comunidades".