INDH condena detención ciudadana de menor de edad: "Hay un insuficiente reproche a la violencia"

El organismo de derechos humanos señaló que se debe educar a la población, y que "en una democracia como Chile a quien le corresponde impartir justicia es al Estado, no a la ciudadanía".




El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) condenó la detención y posterior "ajusticiamiento" de un menor de edad acusado de haber intentado robar a un adulto mayor en el centro de Santiago. Al respecto, el organismo señaló que "hay un insuficiente reproche a la violencia", y que se debe educar a la población para evitar más hechos similares.

"Más que la práctica de la detención ciudadana, el Instituto rechaza el ajusticiamiento posterior de un un presunto delincuente, lo que está totalmente fuera de lo legal y fuera de lo deseable dentro del Estado de Derecho. A quien le corresponde impartir justicia es al Estado y no la ciudadanía (...) Hay cosas bastante dramáticas en este caso por las que vale la pena reflexionar", dijo a La Tercera Silvana Lauzan, jefa de la unidad de Estudios del INDH.

Lauzan además agregó que "este caso debiera abrir la oportunidad de reflexionar en la necesidad de hacer un cuestionamiento más profundo a las prácticas de la violencia, como los casos de tortura donde participan los agentes del Estado, lo que implica también la idea de capacitar a los funcionarias y funcionarios penitenciarios en materias de derechos humanos".

TORTURA
Al ser consultada sobre la posibilidad de calificar de "tortura" el caso del menor de edad, al que se desnudó y luego amarró a un poste, Silvana Lauzan señaló que jurídicamente no lo es, pero que el hecho en sí mismo tiene elementos cuestionables constitutivos de delito.

"En general la tortura tal como está definida ocurre cuando es desarrollada por agentes del Estado, cuando es por parte de la ciudadanía es un delito, pero no tortura. Dependeiendo de las características, el hecho puede constituir un delito, de hecho hay límites tanto a la legítima defensa, como al ajusticiamiento por mano propia, pero no se lo puede calificar como tortura", dijo Lauzan.

Puntualizó también que "es problemático que un menor asalte a un adulto mayuor, si eso efectivamente ocurrió es un delito, en ese supuesto, es reprochable. Todo lo que ocurrió luego de que lo agarran, el quitarle la ropa, el amarrarlo, el quedarse sacando fotos, es una actitud criticable, reprochable, en tanto implica vulnerar todo trato con dignidad hacia cualquier persona, es una acción de extrema violencia que es cuestionable".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.