Industria Tech: oportunidades y desafíos en Santiago

El estudio Santiago Tech Entrepeneurship Ecosystem, reveló que si bien la industria tecnológica de la capital muestra una "riqueza en emprendimientos tecnológicos", estos aún son insuficientes para potenciar la economía y el ecosistema local.




Un ecosistema tecnológico incipiente, pero con pocas empresas del rubro escalables -con potencial de crecimiento-, reveló el estudio Santiago Tech Entrepeneurship Ecosystem, elaborado por la entidad promotora de emprendimiento global Endeavor Insight.

El análisis abordó la industria de la tecnología de internet y el software en Chile, desde la perspectiva del emprendimiento, y concluyó que a pesar de las grandes inversiones que se han realizado para impulsar el desarrollo de esta área, la industria local de tecnología aún está por debajo de niveles óptimos. Añadió que si bien la industria tech ha contribuido al crecimiento del empleo en el país, generando  cerca de 2.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años, éstos son aún insuficientes en relación al volumen de inversión realizada.

El estudio contempló un análisis en torno a los diferentes actores y ámbitos que componen la industria tecnológica local, haciendo énfasis en la importancia de la relación entre ellos para fortalecer la calidad del ecosistema.

A continuación, los propios emprendedores hacen una evaluación de los resultados del informe y de los desafíos del sector. Los consultados son autocríticos, pero a la vez optimistas sobre el futuro de la industria tecnológica local.

Emprendimiento y empleo

“El estudio permite enfrentarnos al desafío, a la oportunidad, a sentir que efectivamente hemos hecho muchas cosas pero que todavía hay temas pendientes, ámbitos que hay que mejorar”, afirmó María de los Ángeles Romo, directora ejecutiva de Endeavor Chile.

Para construir el análisis de la industria, Endeavor Insight realizó en 2015 una serie de entrevistas a emprendedores locales, ejecutivos y líderes de la industria. Además de recopilar información adicional sobre compañías locales de tecnologías y de sus fundadores.

Una de las principales conclusiones del análisis es que Santiago ha hecho grandes esfuerzos para estimular la creación de compañías locales de tecnología. El informe señaló que “los datos muestran que estas iniciativas han generado más de 1.000 nuevos emprendimientos locales -principalmente en la industria de internet y del software- desde 2010. El grupo resultante de compañías se llama Chilecon Valley”, dice el documento.

Otro aspecto interesante es la influencia que han tenido iniciativas estatales como Start-Up Chile en la industria tech local,tanto apoyando y entregando financiamiento, como construyendo reputación internacional para estas industrias en el mundo.

“Gracias a su impacto, la ciudad ahora tiene un sector de tecnología que incluye a un gran número de compañías que tienen menos de cinco años, así como también un número significativo de emprendedores extranjeros. Esto la hace única cuando se la compara con los ecosistemas de emprendimientos de tecnología en ciudades similares en la región, como Buenos Aires y Bogotá”, planteó el documento.

Desde la perspectiva del empleo, el informe muestra que la red de emprendedores tecnológicos de Santiago, si bien presenta un aumento significativo, el número de casos de verdadero éxito dentro del ecosistema sigue siendo bajo. Esto, en un contexto en que la mayoría de ellos corresponde a micro y pequeñas empresas.

“Las compañías estudiadas han generado aproximadamente 2.000 puestos de trabajo. A pesar de que esta falta de crecimiento se debe en parte a la edad relativamente joven de la mayoría de las empresas en la ciudad, el sector local de tecnología necesitará producir mayores casos de éxitos”, planteó el estudio. Añadió que “el empleo en la industria tecnológica también ayuda a generar puestos de trabajo adicionales en otros sectores de economías locales”.

La falta de inversionistas ángeles en la industria local -un problema permanente para el emprendimiento- también salió a flote en este estudio.

El documento mencionó que “la única conexión que parece ocurrir con relativamente poca frecuencia es la de inversión ángel entre fundadores y empresas locales. Menos del 10% de las compañías que recibieron inversiones exteriores fueron inversiones ángeles de otro emprendedor tecnológico local, y los niveles generales de inversión ángel en el ecosistema han permanecido en el mismo nivel durante los últimos cinco años”.

Desafíos

“Los resultados son una muy buena foto de lo que es el ecosistema de emprendimiento en Chile (...) no veo esto como un escenario bueno o malo, estamos en una etapa temprana en una industria que está recién naciendo”, sostuvo Sebastián Valin, fundador de Compara Online.

El emprendedor aclaró que recibe los resultados como una oportunidad, y subrayó que se requiere mejorar la calidad de los proyectos para que éstos tengan mayor influencia en el ecosistema y economía nacional.

“Creo que el emprendimiento tecnológico puede tener un impacto muy grande en la economía de un país (...) cuando estos informes hablan de casos de éxito se refieren a empresas como Mercado Libre o Despegar.com, que son empresas en las que trabajan miles de personas y que valen varios millones de dólares. En Chile no hay ninguna empresa que tenga esas características, pero creo que vamos en la dirección correcta”, agregó.

Sergio López, emprendedor y fundador de Proactive Office, dijo que “el proceso de evolución hacia un ecosistema sólido y de mayor envergadura ya partió, tal como lo fue alguna vez, hace más de 65 años, en Silicon Valley (...) En un contexto natural, estos procesos de creación de ecosistemas son largos, pero una vez iniciados tienden solamente a crecer y ahora para Chile es cosa de tiempo para que los grandes casos de éxito y modelos de rol aparezcan impactando la economía y el aporte social a nuestro país”.

Para la directora ejecutiva de Endeavor Chile, el país y sus diferentes actores deben buscar iniciativas para hacer frente a las principales tareas pendientes que señala el documento, especialmente en la falta de casos de éxito y de inversiones ángeles.

“Hay un tema pendiente de cómo identificar quiénes son modelos a seguir y cómo poder potenciarlos como tal para que impacten de manera positiva”. Agregó que “tenemos inversionistas de una industria y de un país bastante tradicional que prefieren invertir en instancias o proyectos mucho más tradicionales (...) Se debe hacer algo, desde todos los sectores, para despertar su interés”.

Nils Galdo, inversionista de Inversur Capital, puntualizó que “nosotros innovamos principalmente a través de modelos de negocio que ya están, la innovación tecnológica más dura, que es la que puede generar mayores ventajas competitivas, es la que justamente tenemos en muy poca cantidad y en esa debemos trabajar”.

Frente a la escasez de inversionistas ángeles destacó que “los inversionistas en nuestro país son demasiado conservadores y tradicionales en cómo administran la riqueza”. Enfatizó que “el levantamiento de capital no es efectivamente un indicador de éxito empresarial, eso los emprendedores lo deben tener claro”.

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