La campaña presidencial francesa sigue los pasos de Donald Trump en EE.UU.

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Los ataques a la justicia, las críticas contra la prensa y las declaraciones fatalistas han sido parte de la tónica de la campaña. Tanto Marine Le Pen como François Fillon serán investigados por la justicia.




"No soy el único que está siendo asesinado. Es la elección presidencial", aseguró el miércoles el candidato conservador a la Presidencia francesa, François Fillon. Ese día el ex primer ministro de Nicolás Sarkozy fue convocado para el próximo 15 de marzo para ser sometido a una investigación formal luego que a fines de enero el semanario Le Canard Enchainé revelara que su esposa, Penelope, recibió más de 900.000 euros como asesora parlamentaria a pesar de que no se tienen registros de su trabajo en la Asamblea Nacional.

El llamado "Penelopegate" ha sacudido una campaña en la que prácticamente se tenía a Fillon como seguro ganador. El aspirante al Elíseo ha dicho que "no se rendirá" y ha criticado a la justicia por la investigación a la que tildó de "sesgada". Además, ante el abandono de buena parte de los líderes de su partido, Los Republicanos, Fillon encabezó este domingo un multitudinario acto en París para demostrar que aún cuenta con apoyo popular.

Los ataques a la justicia, las críticas contra la prensa y las declaraciones fatalistas han sido parte de la tónica de la campaña presidencial en Francia, cuya primera vuelta está prevista para el 23 de abril para elegir al sucesor de François Hollande.

"Me pongo ante el pueblo francés porque es su sufragio y no un procedimiento sesgado, el que debería decidir quién es el Presidente de la República de Francia", dijo Fillon la semana pasada.

También la aspirante ultraderechista del Frente Nacional, Marine Le Pen y el candidato izquierdista Jean-Luc Mélenchon han protagonizado una serie de ataques verbales en plena campaña.

La retórica, según los analistas galos, recuerda la campaña por la Casa Blanca que culminó en noviembre con la victoria de Donald Trump.

En el caso de Fillon, el Ministerio de Justicia francés tuvo que salir a descalificar las críticas del candidato. "Los jueces de instrucción dirigen sus investigaciones con total independencia", aseguró a través de un comunicado, el miércoles pasado.

Le Pen y su partido también apuntaron a la justicia denunciando la semana pasada un manejo del calendario judicial para favorecer al candidato centrista Emmanuel Macron. "El calendario está instrumentalizado por el candidato del hollandismo, Macron", aseguró el número dos del Frente Nacional, Florian Philippot.

Le Pen afronta un proceso similar al de Fillon, ya que ha sido acusada de atribuir empleos ficticios pagados por el Parlamento Europeo a su guardaespaldas y secretaria personal.

El jueves pasado, la candidata del Frente Nacional recibió otro golpe luego de que la Eurocámara le quitara su inmunidad como diputada europea, por difundir imágenes en 2014 de atrocidades perpetradas por el Estado Islámico.

Los candidatos también han sido comparados por Trump al entregar una visión fatalista del país, algo que siempre ha sido parte de la retórica de Le Pen y que recientemente también adoptó Fillon para criticar al gobierno.

"Estamos casi en guerra civil", dijo el candidato a fines de febrero al denunciar actos de violencia durante la campaña electoral. Macron aprovechó la circunstancia para criticar a su contrincante. "Fillon pierde los nervios y su sentido de la realidad. El no es víctima de un asesinato político y Francia no está en una situación de guerra civil", aseguró el miércoles Macron.

Fillon no tiene un camino fácil. La semana pasada, un destacado asesor en asuntos internacionales, Bruno Le Maire, renunció a su campaña, luego que el ex premier no cumpliera su promesa de dejar la carrera en caso de ser sometido a una investigación formal. El viernes también dimitió su vocero.

Por otra parte la Unión de Demócratas Independientes (UDI), un pequeño partido centrista que apoyaba su campaña, suspendió su apoyo a la espera de una decisión definitiva que podría adoptarse esta semana.

Según un sondeo de Odoxa, difundido el viernes, Macron (27%) obtendría el primer lugar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y superaría a Le Pen (25,5%). El conservador Fillon quedaría fuera del balotaje de mayo con un 19%. De todos modos, hay quienes estiman que Fillon ni siquiera llegará a la primera vuelta por la situación que enfrenta.

Precisamente la encuesta arroja otro dato. De retirarse Fillon, Alain Juppé, a quien derrotó en las primarias conservadoras , obtendría el primer lugar en la primera vuelta si decide presentarse (26%). Así, Juppé se perfila nuevamente como candidato presidencial.

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