La escuela y su entorno

Conozca esta clase del curso dirección estratégica en educación impartida en la segunda versión del diplomado en gestión directiva de organizaciones escolares realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile.




En la década de los ochenta, la perspectiva más común para situar y analizar las organizaciones tanto desde su perspectiva interna como externa, fue el -aún muy difundido- análisis FODA. Este se basaba en la detección de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la organización: las fortalezas y debilidades se referían al interior de ésta, mientras que las oportunidades y amenazas, al entorno. Desde esta base se construía un plan estratégico que en el sistema escolar, se denominó Proyecto Educativo Institucional.

Actualmente, nuestro sistema educativo enfrenta tensiones que pueden ser interpretadas desde estos análisis clásicos, pero también requieren de una nueva mirada sobre lo que significa la dirección estratégica en acción. En ese sentido, una perspectiva estratégica no sólo supone el análisis de fuerzas competitivas, ni depende tan sólo de las regulaciones políticas o estatales, sino que busca la comprensión tanto del entorno como de la vida organizacional y de la tensión entre ambas fuerzas.

Todo establecimiento educacional se sitúa en un entorno, un contexto en el cual existen competidores, instituciones que pueden sustituir las necesidades de las familias a las que se destina el servicio educativo. Asimismo, existen influencias que afectan la función principal: la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes. En consecuencia, es importante orientar la mirada hacia las necesidades y expectativas de los usuarios, a los movimientos del entorno, y a las capacidades internas que se tienen para satisfacer dichas necesidades y responder a dichas demandas.

Este énfasis se refleja en la perspectiva estratégica basada en los recursos o estrategia basada en las capacidades centrales de la organización. El desafío del directivo escolar es determinar cuáles son aquellas capacidades que la organización no puede dejar de desarrollar y que deben estar en el centro de su actividad.

Tal como se planteó en el seminario "Dirección escolar de excelencia" (13.08.11), la organización está desafiada a mantener la consistencia y predictibilidad en sus resultados. Desde un punto de vista estratégico, las capacidades centrales que se requieren para ello son la enseñanza y el aprendizaje; en concordancia, las principales competencias directivas son aquellas más cercanas a influir en las condiciones, agentes y resultados educativos.

Sin embargo, si bien muchos directivos perciben el liderazgo académico (o instruccional) como elemento clave de sus capacidades organizativas, por múltiples razones y demandas constantes y emergentes, delegan esta labor sin necesariamente controlar su correcta ejecución. En este caso, las organizaciones experimentan un dilema que parece contraponer la gestión institucional a la gestión académica, a pesar de que ambas capacidades son esenciales a la función de una organización escolar.

Otra capacidad central es la de administrar una alianza entre las familias y la organización escolar, en virtud del mutuo propósito de educar niños y jóvenes. En algunos establecimientos se toma la decisión de obviar esta tarea y se asume la responsabilidad de la formación y desarrollo de los estudiantes desde la puerta del colegio hacia adentro, mientras que otras organizaciones asumen la tarea de involucrar a las familias en la comunidad educativa, trabajando directamente con algunas de ellas, potenciando la colaboración entre el hogar y la escuela.

Para este tipo de dilemas estratégicos no existe una receta única, lo importante es decidir en función de fortalecer las capacidades centrales y no sólo declarar aspiraciones. Entonces, el cómo construir capacidad para asegurar una enseñanza y aprendizaje de calidad en una organización sustentable y con una relación de apoyo mutuo con las familias parece ser un desafío estratégico evidente. La forma de resolverlo requerirá de una estrategia planeada y de una gestión emergente.

LA VENTAJA COMPETITIVA

El análisis interno busca explicar las fuentes de ventaja competitiva con el fin de potenciar aquellas capacidades que son percibidas, valoradas y recompensadas por los usuarios y otros agentes de la organización.

Es central que este análisis se haga en el nivel de cada una de las actividades que lleva a cabo una organización. La cadena de actividades aporta valor a sus clientes y en consecuencia, sólo mediante una revisión minuciosa y profunda de esa cadena, una organización puede averiguar el origen de sus ventajas competitivas, para luego perfeccionarlas y cultivarlas.

CUAN CLAVE ES EL DIRECTOR

"Un buen director inspira a los docentes, los estimula, les crea un ambiente grato de trabajo, les confiere autoestima, los entusiasma y premia cuando lo hacen bien". Así es de fundamental para el decano de la Facultad de Educación UC, Francisco Claro, el rol del director de una organización escolar.

"Los estudios más recientes sobre la efectividad escolar son coincidentes en apuntar a dos grandes ejes que inciden directamente sobre la calidad: el trabajo del profesor en el aula, y la labor del director en la organización escolar", explica Claro. Y hace una analogía: "La importancia del director se puede comparar con la de un director de orquesta: los que hacen el sonido son los músicos, pero quien los articula y coordina para que la música sea de calidad, es el director".

"En países que lideran el éxito escolar, como Singapur y Finlandia, se reconoce al director como una pieza clave en el rendimiento de una escuela, se les selecciona con criterios muy estrictos, se les ofrece oportunidades de formación de alto nivel y se les remunera bien", dice Claro. "En el caso de Chile, hay directores que en el plazo de uno o dos años han transformado completamente una escuela municipal, logrando mejoras de hasta 100 puntos en el Simce", agrega.

Y concluye: "Es importante invertir en programas de formación para directores, y estimular a profesores con habilidades de liderazgo a formarse como futuros directores. También sería deseable que las facultades de educación ofrezcan alternativas curriculares para que los futuros profesores tengan habilidades de gestión y liderazgo. En la UC estamos trabajando en esto, a través de diplomados y magíster para apoyar a directores y a profesores que quieren serlo en el futuro".

Conozca más de este tema en la plataforma online del curso Dirección Estratégica en Educación o visitando los sitios http://educacion.uc.cl/ y en http://www.educacioncontinua.uc.cl/

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