¿Por qué no juega?: el nuevo rol de Alexander Aravena con Tiago Nunes genera inquietud en la UC

Alexander Aravena ha perdido protagonismo en la UC de Tiago Nunes. Foto: Photosport.

El atacante de 21 años se ve disgustado con las nuevas labores que le encomienda el estratega brasileño. Está cargado a la banda, enfocado en labores defensivas y lejos del área. Su poca relevancia provoca intranquilidad en San Carlos de Apoquindo porque lo ven como el jugador más exportable del club.



Universidad Católica vive una especie de renacimiento de la mano de Tiago Nunes. Sin brillar ni mucho menos arrasar, el equipo cruzado pareciera haber encontrado algo de regularidad luego de vivir una época gris pasando a oscura. Tres triunfos, un empate y una derrota es la cuenta del brasileño.

La UC retomó la confianza y recuperó una senda olvidada. Hay puntos individuales altos como el de Gonzalo Tapia, pero destaca una idea de juego impuesta por el estratega de 44 años. Claro, sin deslumbrar, pero con algo de constancia y movimientos automatizados que antes no se apreciaban. Y, a pesar de todo, se ha logrado ganar, algo que en el ciclo pasado costaba y mucho.

Eso sí, también hay puntos bajos. Alexander Aravena es, por mucho, quien más perjudicado se ha visto desde la llegada de Nunes. El atacante ha perdido protagonismo y, cuando ha jugado, ha estado lejos de su mejor nivel. De hecho, sin ir más lejos, fue suplente en el pasado triunfo ante Deportes Copiapó por la cuenta mínima.

El mismo estratega explicó la ausencia del jugador en la oncena estelar, alegando netamente “cambios tácticos”. Por otro lado, también valoró su ingreso. “Alexander entró muy bien en el partido. Generó situaciones para él y sus compañeros, pero hoy teníamos una parte estratégica un poco diferente. La idea era poner a Montes, Castillo y Tapia en una posición de tres contra tres ante los centrales de Copiapó. Imaginábamos, antes del partido, que iban a jugar con una línea de cinco, con tres centrales. Entonces, apostamos a la velocidad nuestros jugadores y a la capacidad de Castillo de asociarse con los dos de velocidad, profundizarlos a jugar”.

Rol incómodo

Según información a la que accedió El Deportivo, la pérdida de protagonismo genera preocupación dentro de la UC y genera molestia en el propio futbolista. El atacante es prácticamente el único que ha bajado su rendimiento desde la llegada de Nunes.

El pragmático 4-4-2 del brasileño complica al oriundo de La Pincoya, que se ubica como uno de los volantes externos. No se siente cómodo con la posición en la que se ha estado desempeñando, pues ha tomado un rol más defensivo y está desconectado de la zona de influencia en el ataque.

Aravena inició el proceso de Nunes jugando como segunda punta, al lado de Fernando Zampedri. Sin embargo, ese puesto lo perdió e ingresó Gonzalo Tapia en su lugar, en un movimiento que tuvo sus réditos, ya que el de Las Condes suma tres dianas desde su irrupción con el nuevo técnico. El otrora jugador de Ñublense, en tanto, debe cargarse a la banda, cerrando la línea de cuatro volantes, algo que no encaja con sus características ni mucho menos le acomoda.

El Monito ha jugado siempre como atacante. Por momentos, tanto en clubes como en selecciones menores, incluso se ha desempeñado como delantero centro. Ahora, en cambio, tiene un rol distinto. La disposición conservadora del esquema de Nunes lo obliga a cumplir con labores defensivas, ya que tiene la responsabilidad de realizar el tándem con el lateral. Por otro lado, el brasileño pretende una rápida verticalidad para buscar a los dos puntas, lo que lo aleja de la creación y del contacto con el balón.

Sobre esto mismo, históricos de la UC realizan su análisis. Jorge Aravena, por ejemplo, asegura que su suplencia es una situación transitoria. “Son ideas futbolísticas de cada entrenador. Alexander es un muy buen delantero, un gran jugador de fútbol. Ayer fue suplente, pero Zampedri también fue suplente. No hay porqué extrañarse de esas decisiones. Los técnicos tienen la posibilidad de dar opciones a todos los jugadores”, aseguró el Mortero en conversación con El Deportivo.

Debe seguir en la Selección, es un jugador de primera nivel. Un joven que ha mostrado muy buenas condiciones. Todos los deportistas tienen partidos buenos y de los otros”, añadió.

Baja productividad que preocupa

Al atacante se le ve incómodo, cabizbajo, y en San Carlos de Apoquindo están intranquilos por el momento que vive. Esto, principalmente, porque ven a Aravena como el jugador con más futuro dentro del plantel. Es, sin dudas, la principal carta exportable del club. Sin embargo, está perdiendo visibilidad y protagonismo.

Hasta hace unos meses, según la página alemana Transfermarkt, sitio especializado en la tasación de futbolistas, tenía un valor de mercado de $US 5,5 millones. No obstante, actualmente, el medio, el cual aplica un algoritmo que cruza variables como la edad, proyección del jugador, partidos por la selección, rendimiento en su equipo, valor de reventa, entre otros aspectos; lo sitúa con un costo de US$ 5 millones. En tanto, los cruzados establecieron que el piso para negociar por Aravena, que finaliza contrato a fines de 2025, es de 4 millones de la divisa estadounidense.

Sobre esto mismo habló Osvaldo Hurtado, quien espera que el Monito recupere su nivel. “Hasta hace un par de semanas atrás, era el único jugador vendible. Ahora no está en esa situación. Van a tener que buscar la forma de que recupere el rendimiento porque es un jugador que puede ofrecer y que puede contextualizar una idea, pero se necesita trabajo”, indicó el Arica en diálogo con La Tercera.

El otrora delantero continuó con su observación: “Está en un proceso de adaptación, con una forma o un nuevo mensaje del técnico nuevo (...) Son un montón de cosas que uno no sabe en la interna que pueden estar pasando. Yo creo que un tipo como Aravena es del gusto de todo técnico”, aseveró.

Lo claro es que el atacante ha bajado su productividad. En diez partidos disputados durante este año, ha anotado dos tantos (ninguno con Nunes en el banco) y no ostenta ninguna asistencia. Actualmente pasa por una mala racha de cara al arco, pues, en total, ya lleva siete duelos sin anotar.

El año pasado, en cambio, disputó 34 encuentros (28 en el Campeonato Nacional, cinco en Copa Chile y uno en Copa Sudamericana) y celebró en 14 oportunidades, además de entregar cinco asistencias. Fue el segundo máximo goleador del equipo, solo por detrás de Fernando Zampedri.

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