La hermana del rey de España queda a un paso de ir a juicio

El juez debe decidir si aplica o no una jurisprudencia para sentar a Cristina de Borbón en el banquillo de los acusados. Un tribunal confirmó ayer la imputación por fraude fiscal contra la infanta pero anuló la acusación por blanqueo de dinero.




La infanta Cristina de Borbón, la hermana del Rey de España, quedó a un paso de tener que sentarse en el banquillo de los acusados, después que un tribunal confirmara su procesamiento por delitos de fraude. Sin embargo, quedó anulada la imputación de blanqueo de dinero, el delito más grave que pesaba sobre ella.

Cristina será juzgada junto a su marido Iñaki Urdangarin por el llamado caso Nóos sólo en caso si no se le aplica la doctrina Botín, una jurisprudencia que permite que un imputado no se sea sentado en el banquillo si sobre él sólo hay una acusación popular, es decir, si no acusa directamente la fiscalía o los afectados, que se presentan como acusación particular. De hecho, Cristina de Borbón es sólo acusada por la organización Manos Limpias y ni la fiscalía, la abogacía del Estado o Hacienda han apoyado la demanda.

De esta manera se mantiene en suspenso si la infanta de 49 años y sexta en la línea de sucesión al trono, será una de las personas juzgadas en este caso de corrupción que dañó la imagen de la monarquía y de los últimos años de reinado de su padre, Juan Carlos I.

Lo que hizo ayer la Audiencia de Palma de Mallorca fue estudiar y decidir sobre los recursos presentados en ese proceso, en el que otras 19 personas fueron mencionadas para sentarse en el banquillo de los acusados, una lista encabezada por Urdangarin, de 46 años.

Así el destino judicial de la hermana del Rey Felipe VI vuelve ahora a estar en manos del juez José Castro, quien durante más de tres años investigó el caso de corrupción en el que su marido está acusado de apropiarse de seis millones de euros de dinero público a través del Instituto Nóos, una organización sin ánimo de lucro que utilizó junto a su socio para aumentar su patrimonio.

Es Castro quien debe decidir si aplica o no la doctrina Botín, y su decisión a esta altura no será apelable. En caso de que mande a juicio a Cristina de Borbón, ella se convertirá en el primer familiar cercano de un rey de España en ser juzgado.

Al momento de conocer la decisión judicial, la infanta se encontraba en Ginebra, Suiza, donde vive desde hace más de un año junto a su familia, tras haber sido apartada de la agenda oficial a fines de 2011, cuando fue imputado su marido.

La Audiencia de Palma calificó de "innegable e inobjetable" que Cristina de Borbón contribuyó a defraudar a Hacienda y se benefició a través de la empresa Aizoon, de la que ella y su marido son dueños al 50%, destacó la agencia alemana Dpa. Castro consideraba además, al acusarla de blanqueo de dinero, que gastó dinero público desviado por su marido en los arreglos de su palacete, clases de salsa y viajes, entre otras cosas.

El juez citó a la infanta a declarar en febrero, un interrogatorio que duró más de cinco horas, período en el que Cristina estuvo sentada delante de una fotografía de su padre, cuando aún era el rey. La mujer dijo entonces no saber nada de los negocios de su marido.

El juicio se celebrará probablemente en 2016 y en él, en principio y en espera de lo que decida Castro, habría 20 personas en el banquillo de los acusados. Sobre su marido pesan 25 cargos en torno a nueve delitos: prevaricación, fraude, tráfico de influencias, malversación, fraude a Hacienda, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.