Los cambios que se avecinan para la Región Metropolitana con el nuevo Plan Regulador

La expansión urbana contempla ocho comunas de la capital como son Renca, Cerro Navia, La Pintana, Puente Alto, Quilicura, Pudahuel, Maipú y San Bernardo.




Según datos de la Intendencia de Santiago, la Región Metropolitana acoge casi el 40% de la población del país y se estima que para el año 2015, los habitantes aumenten a 7 millones (actualmente son más de 6 millones).

Por ello, el Consejo Regional aprobó este miércoles -por 17 votos a favor, 8 en contra y una abstención- la expansión urbana de la capital hacia la zona sur y norponiente al 2030, a través de la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100).

Ahora el proyecto deberá iniciar su tramitación en la Contraloría General de la República.

LO NUEVO DEL PLAN REGULADOR
Un Plan Regulador es un instrumento de planificación territorial, que tiene como objetivo organizar el desarrollo urbano de una ciudad, especificando y definiendo el uso de suelo y a la vez, clasificándolo en diversas zonas.

Con esta modificación, la capital se expandirá en 10.262 hectáreas, lo que equivale a 9.472 en nuevos terrenos y 789 áreas de reconversión de uso de suelo vigente, es decir, zonas urbanizadas de uso exclusivo industrial, pero que al no haberse consolidado como tales se pueden cambiar a zonas de uso habitacional. Hoy el área urbana alcanza las 75.000 hectáreas, lo que representa un 91% de déficit de suelo residencial.

La ampliación contempla ocho comunas de la Región Metropolitana, como son Renca, Cerro Navia, La Pintana, Puente Alto, Quilicura, Pudahuel, Maipú y San Bernardo. Y se pretende ubicar en estos nuevos terrenos a los cerca de 1.600.000 habitantes que se estima tendrá la capital en 20 años más.

Esta medida, posee dos grandes exigencias para cualquier proyecto inmobiliario que desee construir en las nuevas zonas designadas. Una de ellas, es destinar un 8% del nuevo suelo a la edificación de viviendas sociales (unas 60 mil), lo que según el gobierno permitirá beneficiará a unas 200 mil familias que aún no cuentan con casa propia.

Como segundo requerimiento, se debe construir un 25% de áreas verdes, las cuales estarán bajo la mantención de los privados por 5 años de manera obligatoria y posteriormente, pasarán a manos del Estado que financiará el mantenimiento de estas áreas con un fondo destinado para ello. Actualmente existe un déficit de un 82% de áreas verdes.

Asimismo, este plan pretende que los proyectos inmobiliarios lleven a cabo construcciones con equipamiento y conectividad vial, la cual está estimada en unos 300 kilómetros. Por lo mismo, las autoridades aseguran que se deberá invertir en transporte, tanto en la construcción de más estaciones de metro, como de corredores adicionales para Transantiago, así como en nuevas carreteras.

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