Marcelo Gidi, sacerdote y académico: "El Papa le va a ir a hablar a la Iglesia"

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Marcelo Gidi, frente a la entrada de la Universidad Gregoriana en Roma.

Según el religioso, la recepción al mensaje del Pontífice ha sido débil en las distintas diócesis en Chile.




El sacerdote jesuita Marcelo Gidi se doctoró en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y allí se encuentra actualmente, como académico. Un lugar que, asegura, le permite estar en contacto con representantes de la Iglesia Católica de todo el mundo. En esta conversación con La Tercera, Gidi analiza la próxima visita del Papa a Chile y los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en el país. "El episcopado chileno necesita cambios", asegura.

¿Cuáles son los temas que habrá que mirar con especial atención durante el viaje del Papa a Chile?

Cada persona tiene que verlo desde su propia necesidad. Ojalá lo escuchemos sin prejuicios o no determinemos el valor de una visita porque va a conversar el tema que a mí me interesa. Yo creo que el Papa tiene que rejuvenecer un modo de ser Iglesia que se ha ido perdiendo en Chile. Nuestra Iglesia no tiene hoy el valor para la ciudadanía que muchas veces tuvo antes. No digo que tengamos que ser un país proporcionalmente bautizado católico, pero sí el país como sociedad debe encontrar el valor de la Iglesia Católica como institución en su territorio. Eso es lo que tenemos que volver a recuperar. En Chile se ve, los estudios lo muestran, la Iglesia tiene una muy baja percepción de aceptabilidad y no solamente por el caso de los abusos. Ese es un gran porcentaje, pero también porque no hemos sido capaces de mostrar una Iglesia cercana, acogedora, disponible, que acompañe sus procesos sociales o familiares. Hemos sido una Iglesia muy juzgadora, muy contestataria de estas nuevas realidades. Todo es condenado. Aquí se ve una mayor afectividad hacia la Iglesia, que no la vemos en Chile, porque todavía no hemos sabido transmitir este mensaje que el Papa está mandando.

¿Y cómo se hace eso?

Yo tengo mucha esperanza de que esta visita del Papa ayude. Yo creo que el Papa le va a ir a hablar especialmente a la Iglesia, al católico, a los creyentes. Y de ahí se va a hacer cargo de situaciones sociales. Al Papa no le corresponde hacerse cargo de ningún tema político, pero el Papa sí va a ir a animar a la Iglesia. En Chile está decaída, está desanimada, conflictuada interiormente, nuestros pastores están agobiados, están desanimado, no está ese ardor que uno veía en antiguas conferencias episcopales. Por distintos motivos, yo no hago juicios, pero es una realidad. La visita del Papa va a poder animar. Y ojalá después los obispos lo sigan, porque ha sido débil la recepción de todas estas exhortaciones en las distintas diócesis.

¿Esa débil recepción se explica por eso o porque no hay un convencimiento?

Yo creo que en parte hay un no convencimiento. ¿Por qué? Porque es irresponsable al plantear esto, porque esto bordea la herejía, porque esto va contra una disciplina y yo no quiero cambiar la disciplina, siendo que la disciplina de la Iglesia se ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Lo que hoy no se puede hacer, antes se hacía, lo que antes se hacía, ahora no se puede hacer. Lo dogmático es lo que no se puede cambiar en la Iglesia. El episcopado chileno necesita cambios. No hay un obispo que atraiga, que oriente, que inspire, que movilice.

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