Marcelo Mena, el ministro "cero emisión"

Marcelo Mena

Con una trayectoria más vinculada al control de la contaminación que a la evaluación de proyectos, está en la polémica tras liderar la reunión del Comité de Ministros que rechazó el proyecto Dominga.




La polémica sesión del Comité de Ministros del lunes, en que se rechazó el permiso ambiental al proyecto minero Dominga, le dio un inédito protagonismo a un ministro que hasta ese momento era más bien identificado públicamente por su marcado perfil anti contaminación, que llevó a que algunos lo denominaran como "el hombre cero emisión", idea reforzada por su decisión de trasladarse casi exclusivamente en bicicleta por Santiago. De hecho, Marcelo Mena Carrasco, 42 años, Ingeniero Civil Bioquímico de la Universidad Católica de Valparaíso y PhD en la Universidad de Iowa, casado hace veinte años con Loreto Stambuk y padre de tres hijos; tiene más de 15 de ellas y las utiliza principalmente por razones ecológicas, para evitar subirse a un auto y mitigar el impacto que genera el transporte.

El titular del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) asumió en la cartera de manera sorpresiva en marzo, luego que su antecesor, Pablo Badenier -de quien fue subsecretario- saliera del gabinete para ser el generalísimo de la campaña presidencial de la DC Carolina Goic, aunque duraría apenas tres meses en ese rol. El cambio de gabinete se dio el mismo mes en que fuera rechazado a nivel regional, no sin polémica, el proyecto Dominga, a pesar de que la propia cartera que hoy dirige le dio, a través del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), una recomendación positiva. Una vez a cargo, Mena reestructuró a ese organismo, liderando el cambio de opinión del MMA sobre Dominga. Se trata de una movida que, según quienes lo conocen, lo refleja de cuerpo entero.

La trayectoria laboral y el perfil de Mena están ligados más bien a lo científico, especificamente a lo que en el propio Ministerio reconocen como "la gran pasión" del ministro: la calidad del aire, los sistemas de pronósticos y el cambio climático. Justamente, uno de los logros que más lo enorgullecen fue haber sido invitado a la cumbre del G7, siendo el primer secretario de Estado chileno en participar en esa instancia, a lo que suma un rol en las negociaciones por el Acuerdo de París.

Respecto a sus redes políticas, si bien no milita en ningún partido, en su entorno le atribuyen cercanía al senador (PPD) Ricardo Lagos Weber. Además, suma un paso como coordinador de Energía y Medio Ambiente en la campaña presidencial de Andrés Velasco, en 2013. Hoy, en el Ejecutivo le atribuyen cercanía con el ministro de Energía, Andrés Rebolledo; la Subsecretaria de esa cartera, Jimena Jara; y el Subsecretario de Salud, Jaime Burrows. "Dentro de sus redes tiene un fiato con el actual subsecretario del Medio Ambiente Jorge Canals, a la hora de decidir los temas del ministerio", agregan desde la misma cartera. A nivel internacional, resalta su cercanía con el experto climático de Iowa, Gregory Carmichael, a quien él reconoce como su mentor.

Cómo lo ven

¿Cómo es visto hacia afuera? Representantes del mundo legal, académico y ambientalista, lo reconocen, en general, como un profesional muy ligado a lo ambiental, destacando su paso como gerente del Aire en el primer gobierno de Michelle Bachelet. Allí compartió con Ana Lya Uriarte, actual jefa de gabinete de la Mandataria, quien en ese entonces era ministra de Medio Ambiente.

"Mena es una persona que por formación y ejercicio profesional y académico proviene del mundo más ligado al control de la contaminación, cuyo énfasis es la mitigación, más que del mundo de la evaluación ambiental, que requiere de un análisis que combine adecuadamente el desarrollo económico con el cuidado ambiental y la equidad social". Así lo describe Ricardo Irarrázabal, vicedecano de Derecho de la Universidad Católica y ex subsecretario de Medio Ambiente en el gobierno de Piñera.

La directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, destaca el trabajo de Mena en materia atmosférica. "Creo que por lo menos en contaminación de aire ha trabajado desde el gobierno anterior de Bachelet. Trabajó en la descontaminación de Santiago. Ha estudiado bastante los temas de emisiones y su efecto en la salud", indica.

Más crítico es el abogado especializado en temas ambientales y socio de Cubillos y Evans, Eugenio Evans. "Tengo la sensación que es demasiado ecologista como para ser ministro de Estado", dice.

Jorge Troncoso, ex director del SEA en este gobierno -organismo que Mena decidió reestructurar- lo describe como una persona que "tiene una mirada más académica para enfrentar problemas de gestión o con una política pública, donde hay un poco más de indefinición y restricciones. Eso genera una posición distinta a la que tuvo por ejemplo Pablo Badenier, que viene de la gestión publica y conoce de la gestión ambiental particular", opina.

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