Procedimientos chilenos son transmitidos en vivo para congreso mundial

Cardiólogos de la UC usan el catéter para corregir malformaciones del corazón. La técnica es poco usual en el área, ya que evitan cirugías a tajo abierto.




Un equipo médico de 10 personas trabaja en un pabellón del Hospital Clínico UC limpiando arterias dañinas del corazón de una niñita de seis años. Otro equipo, en una sala cercana donde, al menos, hay 20 especialistas, restaura la filtración de una prótesis coronaria a una señora mayor con una técnica muy poco usada en este campo: el catéter, pequeño tubo que viaja a través de las arterias.

Muy pocos centros médicos usan procedimientos tan poco invasivos -se evita la cirugía a tajo abierto- para estos casos en el mundo. El equipo, encabezado por los doctores Francisco Garay, Felipe Heusser y Alejandro Martínez, es uno de ellos y su nivel es reconocido al punto de que cinco procedimientos cardíacos realizados ayer fueron transmitidos en vivo al Congreso Congenitals & Structural Interventions, celebrado en Alemania.

Mientras los doctores operaban tranquilamente y los familiares aguardaban afuera nerviosos, las cámaras iban registrando paso a paso la técnica. Esas imágenes eran vistas en Alemania por, al menos, 1.000 de los mejores especialistas en el mundo.

PIONEROS
"Habitualmente, estas transmisiones de casos en vivo a congresos con la magnitud que tiene éste en Alemania se realizan desde EE.UU. y Europa. En muy pocas ocasiones hay algún país en Latinoamérica. Por eso, esto es un gran reconocimiento", dice el cardiólogo Francisco Garay en los 20 minutos que tiene libres, después de haber comenzado las operaciones simultáneas a las cinco de la mañana.

La distinción viene porque el equipo tiene un muy buen nivel tecnológico y profesional. Para este congreso, además de Chile, habrá teleconferencias con equipos en Reino Unido, Italia, China y Brasil.

La técnica con catéter ha estado desarrollándose hace muy poco a nivel internacional y en la UC ya llevan un año de experiencia. Procedimientos como éste permitieron ayer, incluso, que un niño de dos meses corrigiera una malformación congénita que, de no operarse, podría haberle costado la vida.

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