Sergio Nuño: "Ni por todo el oro del mundo diría algo que no creo"

El realizador de La tierra en que vivimos se refiere al polémico episodio de su programa emitido el sábado, en el que exculpó a Celco del desastre ecológico en el río Cruces. "El programa se hizo sin intervención alguna de la planta Arauco", asegura.




Un revuelo insospechado y de grandes proporciones es el que ha generado la actual temporada del programa de TVN La Tierra en que vivimos, que en su presente ciclo lleva el subtítulo de "Las costas secretas de Chile". El pasado sábado 2 de abril, el canal emitió el capítulo llamado "De Queule a Chiloé", en el que el realizador del programa, Sergio Nuño, visitó la planta de celulosa Arauco en el río Cruces.

Las conclusiones a las que llegó Nuño en dicho epidosio, en el que exculpó a la empresa de la muerte de los cisnes de cuello negro, motivó una denuncia al Consejo Nacional de Televisión de parte del grupo Acción por los Cisnes, y ayer la polémica se acrecentó cuando un ejecutivo confidenció que la celulosa pagó al documentalista por imágenes del programa, para usarlas en el proceso judicial que la afecta.

"Después de ese programa un grupo de personas se ha encargado de denostarme, de deshonrarme, de desearme la muerte. No me han amenazado, pero han dicho que me caiga en helicóptero, que me muera luego, es cosa de mirar el Twitter de TVN, hay mucha violencia porque yo planteé en mi programa una posición distinta a la de ese grupo de personas", cuenta Nuño, muy afectado por esta situación.

El realizador del espacio argumenta que hace 30 años trabaja en el programa, "hemos hecho mas de 140 capítulos y todo el prestigio que ha ganado deriva de la precisión científica y de la veracidad de lo que nosotros planteamos, yo jamás me vendería ni por todo el oro del mundo a decir algo en lo que no creo".

Con el fin de reconstruir toda esta historia, Nuño explica cómo conoció a Iván Chamorro, gerente de asuntos públicos de Arauco y quien dio a conocer el pago que se le hizo por el material. "En 2008 comienzo a filmar el río Cruces, influenciado por toda la información de que Arauco contaminaba severamente el río, que era responsable de la muerte de los cisnes y vegetación de la zona. Obviamente llegué con esa premisa", cuenta, y agrega: "Llegamos a filmar sin pedir autorización, escondidos por lo cercos, esta gente nos miraba con binoculares, y después fui en helicóptero y me di unas vueltas por arriba. En ese momento el señor Chamorro se encarga de ubicarme y me dice 'Sergio, ¿Por qué no entras en vez de estar escondido? Nosotros te abrimos la empresa para que tú veas'".

Luego, continúa: Lo hice obviamente un poco a regañadientes, porque si hay fallos de la justicia te dice que ellos son culpables, es difícil entrar a la casa del culpable. Pero por otro lado, siendo consecuente, tengo que ver cual es la realidad".

Entonces, Nuño cuenta que la empresa se mostró muy abierta en darle toda la información requerida, y que tiempo después él regresó con un equipo de científicos para analizar de manera más precisa la situación en el lugar. "Ahí llegué a la conclusión, con todos los científicos que me asesoraron, que la historia era muy distinta a la que se contaba", cuenta el documentalista sobre la polémica tesis expuesta en el espacio: de que la empresa no era responsable de la desaparición de la planta acuática luchecillo, y la posterior migración de los cisnes en el río Cruces.

El capítulo se editó y se entregó a TVN en diciembre de 2009, de acuerdo a lo que rememora Nuño, con la idea de emitirlo inicialmente en 2010. Por esos mismos días, la planta volvió a contactar a Nuño para pedirle que les vendiera algunas imágenes del episodio, ya que según explica el realizador, "llegaban a conclusiones concordantes con la defensa" de la empresa. "Yo en ese momento soy libre de vender las imágenes a quien yo estime conveniente. Y eso tiene un valor que comienza en 400 dólares la toma. Vendí imágenes, y posteriormente armé una secuencia para ellos, para que pudieran mostrarla ordenadamente", agrega.

Para finalizar, el conductor de la Tierra en que vivimos pide "más tolerancia" hacia sus conclusiones y asegura: "El programa se hizo sin intervención alguna de la planta Arauco, jamás les mostre el programa editado. No obstante, les mostré imágenes más comprometedoras que yo dije que había filmado, porque me pidieron ver lo que yo filmé bajo el río, que es muy distinto a mostrar el programa o el guión, que es lo que yo pienso".

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