Stefan Kramer presta su voz para la cinta Los Pingüinos de Madagascar

El imitador habla de debut en el doblaje en la cinta que se estrena este jueves.




Considerando que venía de estrenar dos películas en dos años, el 2014 de Stefan Kramer fue en gran parte silencioso. El show en vivo Mil disculpas, dentro de las paredes del Teatro Municipal de Las Condes durante el segundo semestre, y su aparición en la Teletón, donde por supuesto no se le vio su verdadero rostro -escondido tras la personificación de Gary Medel- marcaron doce meses con escasas intervenciones públicas. Pero el trabajo existió igual. Hoy, el nombre del comediante de a poco comienza a traspasar los límites nacionales y su carrera se extiende por el resto del continente.

A fines de noviembre, tanto Stefan vs Kramer (2012) como El ciudadano Kramer (2013) se transformaron en las primeras cintas chilenas en ponerse a la venta en iTunes para todo Latinoamérica, donde llegó a estar en el segundo puesto de lo más comprado. Y además, en una labor que se podrá apreciar desde este jueves 15, el imitador participó por primera vez en el doblaje de una película animada, al prestar su voz para un personaje de Los pingüinos de Madagascar, producción que se estrena en Chile precisamente ese día. Allí, sus talentos vocales se podrán apreciar en Mecha Corta, una foca que complementa su tierna apariencia con ser un experto en demoliciones, ya que asiste alas aves protagónicas en su nueva misión.

El trabajo, que fue realizado en los estudios DINT en Santiago, contó con la asistencia de José Antonio Macías, reconocido actor de doblaje mexicano, que ha replicado desde la voz de Leonardo Di Caprio en el continente hasta el Guasón en El caballero de la noche, y que en esta cinta hace las partes del pingüino Cabo. "Grabamos todo en los estudios de DINT acá, pero con la dirección por Skype desde México de José Antonio. Fox me contactó con un casting, y mandé algunas líneas. A la semana ya me encontraba grabándolas", cuenta Kramer a La Tercera.

Sobre su rol en la película animada, el comediante describe  a su personaje como "un tipo gruñón, un poco sarcástico, pero al mismo tiempo algo tierno. Está de cierta manera encargado de dar los remates humorísticos a algunas bromas". Eso sí, Kramer no puede adelantar mucho de la historia a grandes rasgos, porque, honestamente, no la conoce.  "Lo gracioso es que todavía no he visto la película entera. No he visto todas las veces que aparece mi personaje, porque cuando grabé las líneas, sólo te mostraban algunos extractos para que te hicieras la idea, pero no veías todas las imágenes. Entonces recién me voy a hacer una idea completa cuando se estrene la cinta", dice el imitador.

¿Cómo le resultó la experiencia?

Fue difícil la verdad. Nunca creí que era algo fácil, pero tampoco imaginé que me iba a costar tanto. Eran muchas indicaciones. "Cámbiale el tono allí", "no pronuncies la 's' ", "quítale esa palabra", etc. Entonces igual a veces era como "chucha". Y todo el mundo allí mirándome mientras lo hacía, y yo sudando.

¿No sintió alguna facilidad, al ser alguien que trabaja tanto con su voz?

Yo sé que suena raro escuchar que diga que me costó, pero es distinto, porque uno tiene su estilo para trabajar con el material propio, en cambio acá había que seguir una serie de instrucciones. Uno tiene el instrumento, pero tiene que tocarlo hasta que el director encuentre lo que quiera escuchar. Además cada vez que terminaba bien una frase, cortaban gritando "¡queda!" (Se ríe). Y así uno aprende a respetar el oficio del doblaje. El mismo José (Macías) me contaba que la gente no suele darse cuenta de lo difícil que es esto, darle vida a unas frases. Con la voz tienes que lograr toda la interpretación que alguien hace frente a una cámara, y por eso aprendí a valorar este trabajo. Es genial sentir que formé parte de esto, que se verá en todo Latinoamérica, y que pueda ir con mis hijos al cine y escuchen la voz de su papá en una película para ellos.

¿Cómo fue el trabajo junto a un actor de doblaje tan reconocido?

José me daba consejos y leía mis líneas diciéndome cómo podía impostar la voz y yo pensaba "lo hace la raja". Es un tipo que tiene toda la técnica desde siempre, entonces me decía a mí mismo "¿Por qué me llamaron a mí?" (se ríe). Pero realmente te dabas cuenta de lo difícil que es esto, y la tremenda labor que hacen los actores de doblaje.

¿Cree que ha empezado a romper una barrera para internacionalizar su trabajo?

Siendo sincero, trato de no pensar en eso y no llenarme de expectativas. Se han ido logrando cosas, pero quiero seguir trabajando con el mismo silencio. Pero por supuesto me siento orgulloso de lo de iTunes, de lo de esta película y que la gente de afuera reconozca tu trabajo. Con mi productora, sabemos que esto está pasando y que tenemos que empezar a producir contenidos que sean más fáciles de identificarse para el público internacional.

EL FUTURO

Haciendo honor a su reputación de hombre de mil caras, Stefan Kramer sigue ampliando sus facetas profesionales. Desde el stand up hasta las películas y el trabajo de doblaje. En este momento ya se encuentra planificando lo que será su próxima aventura en la pantalla grande. Pero esta vez, se quiere tomar su tiempo. "No queremos adelantarnos. Ya estamos trabajando el guión de una nueva película, pero esta vez nos demoraremos un poco más. Aprendimos de la experiencia de El ciudadano Kramer, que en poco tiempo no logramos hacer bien todo lo que queríamos mostrar. Tal vez abordar la contingencia no funciona siempre del todo en el cine", explica el imitador.

Respecto a lo que fue el año que terminó, el comediante se muestra satisfecho. A pesar de no aparecer mucho frente a los medios, realizó trabajos claves para avanzar con su carrera. "En mi productora quedamos felices, porque nos propusimos hacer este nuevo espectáculo, que fue Mil disculpas en el Teatro Municipal de Las Condes, que salió muy bien. Y no es fácil presentar algo nuevo cuando llevas tres años con cosas parecidas. Tú ves que la gente se sigue riendo de las mismas bromas, pero aunque eso sea así, uno siente la necesidad de innovar, y que lo hayamos podido concretar fue un gran logro", asegura, agregando que  "lo de la Teletón también fue un acontecimiento importante. La gente sólo ve diez minutos, pero uno le destina ene tiempo, a que salga bonito, que salga bien. Ahora queremos seguir en la dirección correcta".

¿Es difícil a estas alturas pensar en nuevos personajes para preparar?

Es parte de mi trabajo. Tengo ese riesgo permanente de no saber si logré del todo capturar la esencia de un personaje hasta que lo muestro en público. Pero el premio de ver cómo resultan, es comprar tiempo de satisfacción, un momento en que te sientes pleno. Siempre me va a tener feliz realizar algo, conseguirlo. Poder decir "yo hice esto". Uno si evalúa su año, siempre van a haber tres o cuatro cosas que costaron muchísimo. Pero se lograron. Lo difícil obviamente es que es cada vez más difícil sorprender. Sé que hay una gran cantidad de gente que no está con la expectativa de juzgarme todo el rato, o decirme que hice mal las cosas. Sí hay gente que anda por la vida criticando, pero la mayoría vive pasándolo bien.

¿Se siente menos ansioso ahora frente a satisfacer a la gente?

Siempre trato de sorprender. Trato de que la gente pueda sentir cosas nuevas. Me suelen decir "oye, si tú ya no tienes que demostrar nada, trabaja tranquilo". Pero no me puedo sacar esa necesidad de la cabeza de generar sorpresa, de que el público sienta que uno va evolucionando y mejorando. Esa es mi visión, aunque sepa que la gente está abierta a reírse conmigo, independiente de lo que presente. Quiero que sea un regalo.Y cuando las cosas no resultan, no queda más que llorar de pena (se ríe).

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