Vecinos de asesino de niña aseguran que acosó a menores en el barrio

<p>Los habitantes de la población Las Palmas del Cerro Placeres, en Valparaíso, cuentan que el autor del crimen de Francisca Silva es adicto a las drogas y mostraba un comportamiento "extraño".</p>




Cuando el sábado se supo de la desaparición de la menor Francisca Silva (5), desde la casa de sus abuelos, en el Cerro Placeres, en Valparaíso, los vecinos pensaron rápidamente en una sola persona: Juan Saavedra Espinoza (37), quien horas después de que se perdiera el rastro de la menor había salido de su departamento con un gran y pesado bolso negro y se dirigió en micro hacia un paradero desconocido.

Ayer, poco después de que personal de la Armada rescatara el cuerpo de la infortunada niña del mar y de que el Ministerio Público confirmara que la menor había sido violada, muchos recordaron aspectos de la personalidad de Saavedra que les habían parecido extraños.

Los vecinos de la población Las Palmas cuentan que Saavedra, un taxista padre de dos hijas de 12 y 18 años y oriundo del Cerro Cordillera, consumía distintas drogas, como marihuana, cocaína y pasta base. "Tenía sus buenos vicios", dice Alicia Chaparro.

Carla Reyes, otra vecina, lo describe como un hombre "silencioso" y "mujeriego", y Dali Acevedo, quien también vive en Las Palmas, relata que "siempre cerraba las cortinas de la casa cuando él estaba", y que no se veía mucho en el barrio, pues "trabajaba hasta muy tarde".

Saavedra vivía en la población junto a su actual pareja -la madre de sus hijos es otra mujer-, una bailarina de un local nocturno del Puerto. No se relacionaban con nadie más.

No es todo: una pobladora asegura que una vez, Saavedra le ofreció dinero a cambio de que su hija le practicara sexo oral. A corta distancia, una vendedora del Cerro Placeres asegura que una niña cercana a la pareja del taxista "le tenía pánico" y que no le gustaba estar con él.

La población Las Palmas es considerada uno de los lugares más peligrosos del Cerro Placeres. Saavedra habitaba en un sector de blocks de cuatro pisos, frente al cual hay mediaguas y una quebrada. Es una zona donde se vende droga: de hecho, él abastecía con algunos de sus propios vecinos.

Los compañeros de trabajo de Saavedra aseguran que él tenía problemas económicos. Según Orlando Martínez, quien tenía el mismo recorrido que el autor del crimen, "estuvo trabajando hasta el viernes y no sé bien, pero le quitaron el auto".

Saavedra registra antecedentes por robo con intimidación, pero no tiene historial policial por abusos.

El hallazgo del cuerpo de Francisca en el sector de Piedra Feliz, en la playa Las Torpederas, causó un profundo dolor a sus familiares. "Estamos quebrados, estamos destrozados", dijo el abuelo de la menor, Juan Benavides.

La madrina de la niña,  Elizabeth Núñez, dijo que "esto es una pena terrible, un dolor muy grande que llevamos. Nosotros no tenemos problemas con nadie. No sé por qué nos hacen tanto daño".

CADENA PERPETUA
Tras el rescate del cuerpo de Francisca, el Servicio Médico Legal de Valparaíso determinó que la menor tenía lesiones físicas y, además, evidencias de haber sido abusada sexualmente. En su confesión del lunes, Saavedra había dicho que la niña murió tras golpearse en su casa y que él arrojó el cuerpo al mar por miedo.

El fiscal de la zona, Pablo Gómez señaló que "tenemos bastantes antecedentes para imputarle un delito de carácter sexual, la sustracción de la menor y el homicidio de ésta".

Así, Saavedra, quien "se acogió a su derecho de guardar silencio", será formalizado mañana. Arriesga cadena perpetua calificada.

Ante el caso, la diputada PPD Laura Soto abrió el debate sobre la pena de muerte: aseguró que el detenido merece "una pena ejemplar" y añadió que "quien cometió este brutal acto francamente no merece vivir. Siempre he sido evolucionista y he estado en contra de la pena de muerte, pero cuando una se enfrenta a un caso así, se replantea muchas cosas".

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