Bailar para sentir

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Endorfina, dopamina y serotonina en grandes cantidades, es lo que se libera al bailar. Algunos prefieren hacerlo solos, otros en pareja o en familia. Y también en grupos masivos antes de irse a trabajar.




Paula 1205. Sábado 30 de julio de 2016

Las sesiones de danza afectiva del siquiatra Francisco Huneeus

"Música hindú, ballet clásico, vals, afroamericana y de carnaval. Una francesita del siglo XVIII, la 5ª sinfonía de Mahler o Sibelius, el romántico clásico, la caribeña y el music hall. Toda la música es incidental y lo obliga a uno a buscar una situación a partir de la vida propia. Y cuando sienten las ganas de bailar ¡plafff! Surgen sentimientos.

Más allá de las 6 emociones darwinianas (ira, alegría, tristeza, miedo, rechazo y ternura), hay triunfo, hay sorpresa, hay gallardía, jolgorio, marcialidad, elegancia. Y gratitud. Placer de liberarse. La gente agarra una postura, bien rígida, a pie pelado, en una sala en penumbras que entrega el clima de la libertad. No saben qué hacer. Al principio usan solo las piernas. El tronco y los hombros están quietos, muertos, como la ciudad. Tienen una coreografía ciudadana. De pronto se involucran algunos moviendo el pie o la manito sobre la rodilla. Expresiones de vitalidad. De pronto un estallido y ¡pum! un ballet clásico. He descubierto que las quintas sinfonías, no sé por qué, tienen movimientos que fascinan. Una cosa suavecita. Una danza entre un padre y una hija. Y descubren nuevos registros de respuestas a situaciones. Más responsivos. Más alerta. Dejaron de estar metidos en su propia cosa, ahora están en el entorno. Ellos inventan la historia, es un juego. Es un estado de no atención. Una expresión pura de vitalidad, de desplazarse sin restricción, sin enjuiciamiento alguno, porque no hay un profesor que diga lo que hay que hacer. No existe la frustración de no estar acompañando el paso. Después viene una música africana. Algunos dicen que van entrando en un estado alterado de conciencia. Que se entregan al placer que les genera el movimiento. Algunas mujeres se sienten graciosas, sexy o princesas. Duendes o hadas. Un animalito o un enano. Ejercitan la fantasía y la respuesta afectiva conducida por el movimiento. La gente respira agitada, en un ambiente tibio. Muchas veces lloran, aunque no es un ritmo triste, sino la tristeza alojada en ellos. Pero si bailas la tristeza con tristeza, la emoción se resuelve. Otros se sientan por largos minutos. Otros gritan. Todos terminan en una felicidad tremenda. Orgásmica. Transpirados. Hinchados". danza.afectiva@gmail.com

A domicilio en pajera

El bailarín de la Escuela de Ballet del Teatro Municipal de Santiago, Claudio Martínez (33) realiza clases a parejas a domicilio de bachata, chachachá, rumba, samba, jive y paso doble. "Como no requieren tanta técnica, ayudan a soltar el cuerpo", dice. $ 25.000 por hora, por pareja. Máximo 5 parejas. Cel 99866 3056.

Danza escocesa en grupo

No se requiere gracia ni técnica para bailar Scottish Country Dancing. Un clásico escocés del siglo XVI de pasos marciales y desplazamientos cortos, combinados con un juego de ronda, a la que pueden asistir desde niños hasta adultos mayores. Todoslos miércoles de 19:30 a 21 hrs en el Prince of Wales Country Club (Av Las Arañas 1901, La Reina). Colaboración mensual. Previa inscripción al cel 99250 0448.

Tendencia:

Primero bailo, luego trabajo

La cita es a las 7 de la mañana sobre un crucero, en un galpón o en una terraza al aire libre, y reúne hasta 500 personas que bailan para liberar endorfinas antes de comenzar el día. Luego, al ritmo de música en vivo, disfrutan de barras con jugos de frutas y verduras, granola, leches orgánicas. Day Breaker es la tendencia que comenzó a fines de 2013 en Nueva York y que hoy se extiende a más de 20 ciudades en el mundo. Fechas y locaciones se anuncian en Facebook: dybrkr.

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