Cáncer cervicouterino: ¿Por qué se dice que es el único cáncer que se puede prevenir?




Se habla poco de él. El cáncer cervicouterino es silencioso en muchos sentidos. Por un lado, un alto porcentaje de la población no conoce o no está interiorizada en esta enfermedad; y, por otro, estamos frente a una patología de lento desarrollo y asintomática en su período inicial.

En Chile, alrededor de 600 mujeres mueren al año por cáncer cervicouterino o cáncer del cuello del útero. Esto se traduce en dos fallecimientos diarios a causa de esta enfermedad, que es ocasionada en casi un 100% por el denominado Virus del Papiloma Humano (VPH). Sin embargo, y según los expertos, estamos frente a un tipo de cáncer que puede prevenirse casi en su totalidad.

¿Por qué si se puede prevenir, el número de muertes es tan alto? Las razones son varias: una tiene que ver con que, ya sea por el día a día, el trabajo, la pareja, los hijos o la familia, las mujeres tienden a posponerse. Están acostumbradas a que su salud no sea prioridad y por tanto posponen sus controles médicos, especialmente los de naturaleza preventiva. El resultado de eso es predecible; la enfermedad se descubre en etapas avanzadas, cuando no siempre se puede curar.

“La detección precoz y oportuna de una infección por VPH de alto riesgo puede marcar la diferencia entre desarrollar o no un cáncer cervicouterino, ya que hay que tener en cuenta que esta enfermedad no presenta síntomas en su etapa temprana. En ese sentido, es fundamental que todas las mujeres tomen conciencia de la importancia de hacerse sus controles preventivos”, señala el doctor Roberto Altamirano, ginecólogo oncólogo y secretario general de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG).

Nuevas tecnologías para prevenir el VPH

Pese a que el Papanicolaou (PAP) ha sido una herramienta muy útil para pesquisar lesiones precancerosas y evitar el desarrollo del cáncer del cuello del útero en mujeres, actualmente existe un nuevo examen que detecta la presencia del Virus del Papiloma Humano antes de que este genere algún tipo de lesión. Se trata del Test de VPH, prueba que no solo identifica la presencia del ADN del virus en el organismo sino también precisa si estamos frente a un VPH de alto o bajo riesgo.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, existen más de 200 tipos de VPH, siendo los de alto riesgo —como el VPH 16 o el VPH 18—, los causantes del 70% de los cánceres cervicouterinos.

El doctor Altamirano agrega que es fundamental entregar mayor información con respecto al Virus del Papiloma Humano, ya que así “dejamos de temer a lo desconocido” y, de paso, los médicos optimizan la utilización de las diferentes medidas de prevención hoy vigentes: “Se debe iniciar la educación sobre el VPH en conjunto con la educación sexual”.

De hecho, en nuestro país contamos con muy buenas herramientas de prevención para el cáncer cervicouterino a partir de programas de educación sexual disponibles tanto en las instituciones educativas como de salud. Sumado a esto, la administración de la vacuna contra el VPH forma parte del Programa Nacional de Inmunización para niñas y niños de cuarto y quinto básico.

Lo primordial para prevenir el cáncer cervicouterino, dice el especialista de la SOCHOG, es la detección temprana de las lesiones premalignas, lo que en Chile está consolidada desde 1990 con el programa del PAP y, actualmente, con la implementación del Test de VPH para el Virus del Papiloma Humano, que utiliza tecnología molecular de PCR para identificar la presencia del virus. Un examen que está recomendado para todas las mujeres de entre 30 y 64 años, aún más considerando que el VPH “es la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial”.

En este contexto, es importante recalcar que no se debe estigmatizar a la población que presenta el VPH, “ya que entre un 80% y un 85% de las personas sexualmente activas hemos estado expuestas a este virus”, señala el doctor Altamirano, y agrega que no hay que alarmarse, ya que un Test de VPH negativo asegura en un 99% que no se desarrollará una patología como cáncer al cuello del útero en los próximos 5 años a partir de la fecha en la que se realizó el examen.

El doctor Altamirano, además, sostiene que algunos de los pilares fundamentales para la prevención del cáncer cervicouterino son los siguientes:

  • Informar que es un cáncer prevenible.
  • Asegurar la vacunación contra el VPH en la población correspondiente.
  • Dar a conocer que, entre los 25 y 29 años, existe un programa de pesquisa a través del PAP.
  • Saber que a partir de los 30 años puede realizarse la PCR del VPH, idealmente cada 5 años.

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