El estigma del sobrepeso en la sociedad actual




Los últimos estudios sobre estigma que existe en la sociedad sobre el peso corporal, han arrojado verdades lamentables que inevitablemente limitan e impactan en la vida social, emocional, física y mental de las personas que la sufren.

Partamos por el principio. El estigma por peso se trata de la discriminación que sufren la personas simplemente por tener un cuerpo más amplio y grande que aquel que dictan los estereotipos de belleza y el área de la salud que se mide a través del IMC.

Cuando estudie nutrición, me enseñaron que el método de diagnóstico para evaluar el estado nutricional de un individuo era exclusivamente el Índice de Masa Corporal -IMC (kg/mt2)-, una fórmula creada por el belga Adolphe Quetelet en 1832 y que creó basándose en estudios estadísticos realizados en hombres blancos caucásico. Una fórmula que cuando salí de la universidad el año 2011 aún se seguía utilizando e incluso yo seguí implementando también por muchos años en mi consulta. Y es que tardé en entender que se trata de un método que no se cuestiona en la cultura imperante de la dieta, en el mundo de todo light y del ideal de la delgadez.

Hoy sabemos que el hecho de que un cuerpo con un IMC mayor a 24,5 se traduzca en sobrepeso o que uno sobre 30 se catalogue con obesidad no significa nada, nada si estamos hablando de salud. Y es que el tamaño corporal no determina la salud. Lo que sí puede determinar la salud son los índice de laboratorio que nos pueden decir si efectivamente existe un riesgo cardiovascular como glicemias en ayunas y colesterol elevados, hormonas alteradas, presión sanguínea elevada, entre otros. Todo esto obviamente sumado a conocer detalladamente los hábitos de la persona que tenemos al frente. Pero el peso no nos dice ni predice nada.

Por lo tanto es necesario hacer la distinción entre cuerpos grandes y obesidad. La OMS definió la obesidad como una enfermedad. Efectivamente el exceso de tejido graso produce alteraciones inflamatorias y posteriormente metabólicas, pero eso no necesariamente sucede sólo en los cuerpos grandes ni tampoco en todos lo cuerpos más amplios.

Asumir la salud y hábitos de una persona con tan sólo mirarla es discriminarla. Y es peor aún tratarla como una persona que no cuida de su cuerpo y salud. Pero, ¿que dicen los estudios? que las personas con cuerpos más grandes tienen mayor riesgo de muerte, básicamente por dos razones:

1. Evitan ir al médico por miedo y vergüenza sobre los comentarios sobre su cuerpo.

2. Porque muchos médicos asumen alteraciones y enfermedades simplemente por su tamaño corporal, dejando de lado la búsqueda de otras alteraciones que sí podrán estar afectando la salud. Todo esto sin mencionar todas las limitaciones sociales (Ir al gimnasio sin sentirse mirados, comer tranquilamente una pizza sin sentir los ojos sobre ellos, ect)

Son pacientes que se ven ridiculizados, patologizados y culpados de flojos y de tener poca voluntad cuando la salud está determinada no sólo por la decisiones personales; el comportamiento individual sólo abarca un 36% y el resto es la genética (22%), circunstancias sociales (24%), acceso a salud ( 11%) y medio ambiente (7%).

¿Continuaremos con la idea de que el peso y el tamaño corporal determina y nos habla de la salud y los hábitos de la personas o comenzaremos a tener nuevas narrativas de los cuerpos y obesidad que sean coherentes con el conocimiento científico moderno? Mi invitación es a que avancemos por el segundo camino.

* Camila es Nutricionista y Health Coach. Instagram: @camilaquevedot

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