Mejor que a los treinta

La actriz, animadora y empresaria, casada con el actor Cristián de la Fuente y radicada en Estados Unidos, va a cumplir 42 años y posa desnuda y espléndida en una campaña publicitaria de Secret by Saxoline. De visita en Chile, donde pasó sus vacaciones, explica por qué se siente más cómoda con su cuerpo ahora que a los treinta.




Paula 1166. Sábado 31 de enero de 2015.

En mayo cumples 42, ¿en qué se nota el paso de los años?

Ahora me cuido 70 por ciento más que cuando tenía veinte o treinta años. Si antes me podía acostar a las tres de la mañana, ahora me cuesta levantarme al otro día. O, si como de más, me siento hinchada. Por eso me preocupo de mí.

¿Cuál es tu rutina de ejercicios?

Es una locura. Cuatro veces a la semana entreno con mi personal trainer, tres veces hago clases de feetdance (baile con ejercicio), otras tres hago pilates y dos veces juego tenis. Ahora, que estuve en enero de vacaciones en Chile y me ejercité poco, me siento completamente fuera de forma.

¿Alguna vez sientes un poco de envidia de las veinteañeras?

Admiro la juventud, pero no hay nada como la madurez. A veces me llegan guiones para interpretar a alguien de 20 pero no quiero. Me daría depresión pararme frente a una niña de esa edad y verme igual que ella; no aspiro a eso. A mí se me tienen que notar más años en la cara, en el cuerpo. Soy vanidosa y me cuido, pero lo hago para verme mejor a mi edad, no para verme más joven.

¿Cuál es el último tratamiento que probaste para mantenerte?

Todos los meses me inyecto unas vitaminas en la cara, el cuello y el pecho. Se llaman Filorga y estimulan las funciones de la piel. Me han funcionado bien porque tengo la piel más firme y sana, pero no he perdido mis líneas. A los rellenos como el botox o a la cirugía les tengo pánico.

Hiciste una publicidad para las carteras Secret by Saxoline, donde posas sin ropa. ¿Qué te pasa cuando ves esas fotos?

Hoy me siento más cómoda físicamente que a los 30; a esa edad yo me levantaba en la playa y me ponía un pareo, no estaba tan tonificada como ahora, que camino con toda tranquilidad en traje de baño.

¿Qué les dirias a las que no caminan tan tranquilas con poca ropa?

Que me sienta bien tiene que ver con la suma de mis hábitos de toda una vida: comer sano y hacer mucho ejercicio. Las mujeres, ¡por favor!, se maquillan en el auto porque no tienen esos cinco minutos para pintarse tranquilas en su casa, mirándose al espejo. ¿Lo fundamental? Tiempo para una, es el mejor consejo para quererse.

Llevas 13 años viviendo en Estados Unidos. ¿Qué costumbres gringas has adoptado?

La puntualidad, devolver las llamadas, contestar el mail o hacerle un regalito de Navidad a tu ejecutivo de cuentas son cosas muy gringas que he adoptado. También el Thanksgiving, que es el Día de Acción de Gracias.

En Miami estuviste hace poco en el elenco de Brujas, obra humorística que se estuvo presentando a teatro lleno. Hablando de brujas, ¿cuál sería tu lado chúcaro?

Me molesta la flojera, la mediocridad y la gente complicada.

Y con tu marido, ¿cuándo te pones bruja?

Soy súper relajada. Lo único que me enoja son las veces que lo llamo y no me contesta el teléfono.

Pero puede estar ocupado el hombre.

Estoy malacostumbrada porque Cristián me contesta el teléfono donde esté. Cuando está de viaje y he olvidado los cambios de horarios, me contesta aunque allá sean las 5 de la mañana. Por eso, cuando no responde arde Troya, porque me preocupo.

Cumplieron 13 años de matrimonio, ¿cuál es la clave del éxito?

Lo importante es el día a día, decirse las cosas, el respeto. Por trabajo nos vemos poco, pero de viernes a domingo estamos siempre libres, que es mucho mejor que verse todo los días, cansados después del trabajo, y yo tenga que pedirle que esté simpático o él pedirme que esté arregladita. •

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