Mujeres que Impactan, Nelly León: Restaurando la dignidad de las mujeres privadas de libertad

Ganadora del Premio Mujer Impacta 2018, Nelly trabaja para que las mujeres privadas de libertad puedan incluirse correctamente en la sociedad.




“Cuando uno está enamorado de una causa en particular, es como si uno flotara. Por eso, nunca me cupo duda de que yo tenía que trabajar por la reinserción”, reflexiona Nelly León (65), creadora de la Fundación Mujer Levántate.

Esta emprendedora social nació en Colchagua, VI Región, pero decidió irse a vivir a Santiago, donde estudió Pedagogía en Religión. Dentro de su práctica profesional trabajó en dos colegios de Cerro Navia, lo que la marcó profundamente. Y es que fue en uno de esos centros educacionales donde presenció el abuso de una niña, lo que hizo que su vida diera “un giro de 180 grados. Sentí que tenía que hacer algo más por las mujeres, por las niñas. Tenía una lucha que seguir y debía ser fiel a ese llamado”, cuenta.

Nelly tomó la decisión de ser monja e ingresó a la Congregación del Buen Pastor con el propósito de trabajar con las mujeres y niñas más vulnerables de la sociedad. Fue así como pasó de Nelly del Carmen a Hermana Nelly. Trabajó en residencias de acogida acompañando a las niñas y jóvenes que vivían allí y, a pesar de que disfrutaba y apreciaba la labor que cumplía, no podía dejar de sentir un cierto anhelo de ser un aporte en la vida de aquellas que no tenían libertad.

“Había una gran necesidad en las cárceles. Cuando estaba en la congregación tuve la oportunidad de visitar a la comunidad del Centro Penitenciario Femenino (CPF) de San Joaquín y al tener contacto con las internas tuve un segundo flechazo”, relata.

Fue en 2005 que entró a trabajar en la cárcel y se dedicó a observar la realidad de las privadas de libertad. Se percató del hacinamiento en el que vivían, de sus carencias que tenían y, a los tres años, advirtió un fenómeno: la reincidencia. Muchas mujeres que terminaban su condena, al poco tiempo, volvían a prisión. “Me di cuenta que era porque muchas no tenían dónde ir. Eran mujeres que estaban en situación de calle, por lo que tuve una primera intuición de tener una casa de acogida”.

Meses después, con ayuda de terceros, la Hermana Nelly abrió las puertas de la primera casa. Pero no bastaba con un techo y compañía, ella sabía que necesitaban más: “Las mujeres tenían que tener intervención psicosocial y ayuda terapéutica, porque en sus historias personales había mucho daño. Así que con apoyo creé la Fundación Mujer Levántate”.

Acogiendo sin prejuicio

Desde 2009, Mujer Levántate se dedica a promover la dignidad de las mujeres privadas de libertad, ayudándolas para que se puedan incluir socialmente y reencontrar con sus familias. Esto lo hace a través de un programa “integral, sistemático y personalizado”, basado en un trabajo intrapenitenciario y pospenitenciario en el que acompañan a las mujeres durante un año desde que salen en libertad.

Ya son 300 las mujeres impactadas por la fundación, donde más del 93% de ellas no han vuelto a la cárcel. Esta cifra es evidencia para la Hermana de que existe el cambio: “Yo creo que lo que tenemos que conocer es que la reinserción es posible, pero no se trata solo de voluntad de la mujer que esté privada de libertad, sino que se necesita un trabajo sistemático donde se genere alianza y empatía con el equipo profesional de la fundación”.

Mujer Levántate se basa en cuatro valores: la acogida sin prejuicio, la misericordia, el perdón y la justicia restaurativa. “Partimos de la base de que la mujer tiene que perdonarse por su caída, ya que normalmente ella es la peor jueza de sí misma. Nosotros no concebimos una justicia punitiva, sino que abordamos nuestro trabajo desde la restauración de la dignidad de la persona”, agrega la religiosa.

Caminando juntas

En 2018, Mujer Impacta reconoció a la Hermana Nelly León por su trabajo y aporte en la reinserción en Chile. Este premio para ella “fue un hito importante y emocionante. Estoy muy agradecida. He podido generar vínculos y me han dado mucha visibilidad a través de los medios de comunicación. Además, recibí un diplomado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, lo que es un gran beneficio para Mujer Levántate”.

Sobre el nombre que le puso a su iniciativa, explica: “No fue puesto al azar. Está inspirado en un texto bíblico, donde Jesús dice: ´Mujer, levántate´. Eso es lo que yo le quiero transmitir a las internas: ´No puedes caminar aún sola, pero te vamos a ayudar. No vamos a hacer las cosas por ti. Levántate, ponte de pie, pero aquí están mis manos para que te apoyes”.

Su trabajo continúa y tiene motivaciones para seguir adelante: “Lo sigo haciendo porque creo que vale la pena, es mi misión en esta tierra y creo en la reinserción. Durante estos años me ha marcado la pobreza material y valórica, el que las mujeres sientan que no pertenecen a nada, que no tengan identidad y sean abandonadas. Entonces, ver cómo van transformando sus vidas, es increíble. Ver cómo muchas de ellas hoy en día son profesionales y tienen negocios”.

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