El Café Diario: ¿Puede una inteligencia artificial escribir literatura?

Inteligencia artificial. Foto: AP

Todo el mundo está hablando de ella: Chat GPT, una interfaz de conversación con una inteligencia artificial alimentada prácticamente por todo lo que está online. Su última versión, abierta a cualquier persona que quiera experimentar, ha despertado fascinación, entusiasmo, llamados a la cautela, preocupación y hasta ideas apocalípticas. Lanzada a fines de noviembre pasado, en sólo cinco días ya había sumado más de un millón de usuarios.

Chat GPT es obra de OpenAI, una compañía creada en 2015 en San Francisco por Elon Musk, el ingeniero Sam Altman y un puñado de otros inversionistas de Silicon Valley, con la misión declarada de “desarrollar tecnologías de inteligencia artificial de manera segura y responsable, con el objetivo de ayudar a la humanidad”. En 2019 lanzó su primer modelo de automatización del lenguaje, que ha ido mejorando hasta la versión chat que conocemos hoy. Con Elon Musk fuera de la dirección de la compañía -auque sigue siendo dueño de una parte- OpenAI anunció que abandonaría su modelo de empresa sin fines de lucro para levantar más capital para sus desarrollos posteriores.  Hace unas semanas, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, anunció que la compañía invertiría más dinero en OpenAI para incorporar las capacidades de la Inteligencia Artificial a sus productos.

Las implicancias del uso de esta tecnología es hoy motivo de entusiasmo, reflexión y preocupación en varios campos. Uno de los principales es el académico, que desde la propia irrupción de Google ha debido lidiar con el plagio y otras trampas perpetradas por estudiantes. Chat GPT es capaz de contestar sobre un sinnúmero de materias, y es sencillo pedile un ensayo de determinada cantidad de palabras sobre cualquier tema e incluso en cualquier estilo (imitando, por ejemplo, el de un autor famoso). Los resultados a veces resultan limitados, mediocres aunque aceptables, según han comentado varios académicos que han interactuado con la plataforma. Pero hay que tener en cuenta que esto sólo puede mejorar. Eso ha llevado a que varias instituciones derechamente hayan prohibido su uso.

Esta fascinante capacidad de escribir plantea también otra pregunta: la de su uso en la creación literaria. En rigor, Chat GPT no crea, sino que mezcla, combina, relaciona información, material, obras, conversaciones. Eso, desde luego, puede llevarnos a la pregunta sobre qué significa realmente  “crear”. Para adentrarnos en este fenómeno hoy en El Café Diario conversamos con dos escritores avezados en la ciencia ficción y que han estado experimentando con esta herramienta: Francisco Ortega, autor entre otras obras de “Logia”, “Mocha Dick” y próximamente la novela de ciencia ficción “Bahamut” -que se publica en marzo- y Julio Rojas, guionista de “Caso 63″, la audioserie más exitosa del mundo hispano, y próximamente de “Selección Natural”.Tanto Ortega como Rojas usaron Chat GPT en el trabajo de sus últimas creaciones.

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