¿Viajas? Ocho productos que mejorarán tu experiencia arriba de un avión

Vuelo

Viajar es un sueño para muchos, pero hacerlo en un avión puede ser estresante. Tres experimentadas usuarias y tripulantes cuentan los implementos infaltables para tener un vuelo tranquilo.




Se cierra el año al tiempo que se abre el verano, estación favorita para buena parte de la población. En estos días, muchos hacen repaso de los últimos doce meses. Sacan cuentas —alegres o tristes— de lo que se consiguió y lo que quedó pendiente. Al mismo tiempo, prenden velas y llenan de promesas al 2024: “Este año sí que sí”.

Entre los deseos recurrentes de fin de año está viajar. Subirse a un avión para volar dentro o fuera del país. Nada más aterrizado, considerando que con el verano se inicia la temporada alta de viajes.

Invocar a la suerte dando una vuelta a la manzana con maletas en mano quedó como una vieja y cómica costumbre de los antepasados. “Folclor”, dirán algunos, los que sin embargo ya aseguraron su ropa interior amarilla para la noche de Año Nuevo.

Ahora, más bien, lo que sirve es “decretar”, concentrarse y escribir en una libreta, como si fuera una ley, que ese viaje tan añorado, que traerá descanso, cambio de aire y lindas fotos para las redes sociales, ocurrirá de una buena vez.

Es muy posible, por otro lado, que haya quienes no esperarán al cambio de folio para darle en el gusto a sus deseos, y tienen listos sus pasajes para pasar las fiestas en otras latitudes. Río de Janeiro, Cancún, Punta Cana, fueron algunos de los destinos internacionales favoritos de los chilenos para el Año Nuevo 2023, de acuerdo a las agencias de viajes. ¿Y entre los nacionales? Iquique, Antofagasta, La Serena y Puerto Montt.

Ya sea si pondrán las fichas para viajar durante el 2024 si lo harán en los próximos días, sean de los que se mandarán a cambiar a territorio internacional o de los que se quedarán dentro de los límites nacionales, todas y todos deberán pasar primero por ese sitio intermedio, capaz de reconfigurar los relojes, generar jetlags y separar nuestros pies de la tierra hasta unos 10 mil metros de altura: el avión.

Experiencia de vuelo

Hace 12 años, la periodista Constanza Fueyo decidió emprender su propio camino y alinear su profesión con una de sus mayores pasiones: viajar. Hoy es una reconocida influencer, con más de 173 mil seguidores en Instagram, que comparte información de interés para viajeros y promueve la vida “nómade”.

“Siempre quise que los viajes fueran mi trabajo, así que cuando abrí instagram lo hice con la misión de compartir datos que ayudaran a otros a vivir y/o estudiar fuera de Chile, pero que eventualmente eso me llevara a vivir de mi cuenta, a armar un programa de televisión o algo similar”, cuenta Constanza.

“¿Cuánto cuesta ir a Egipto por nueve días?”, comienza la lectura de su más reciente posteo, antes de compartir la respuesta, además de otros datos útiles para visitar la tierra de los faraones. Este año, además, Fueyo tuvo la oportunidad de ir a Arabia Saudita, Italia, Suecia, Noruega, España, Irlanda, Inglaterra y Escocia. A ello suma residencias en Nueva Zelanda, Tonga, Hungría y Australia. “Me encanta poder mostrarle posibilidades y formas distintas de vida a las personas. ¡Este año viví en un barco!”, agrega la periodista.

Constanza acumula miles de kilómetros e incontables horas de vuelo pero, pese a la experiencia, aún hay algo a lo que no se acostumbra del todo. “El despegue me da mucho susto”, confiesa. “Me dan miedo las alturas y algunas veces volar se hace muy estresante”.

¿Qué hace para calmar los nervios? “Escribo mucho en el avión. Compro wifi, si es que hay, para poder hablar con mi familia y amigas”, responde.

Podrían haber otras cuestiones que aún le fueran incómodas durante un vuelo, pero ahí sí que la experiencia pesa. El frío, el hambre, las molestias físicas, el aburrimiento, los efectos de estar en un ambiente hiper acondicionado, son factores que comúnmente afectan a pasajeros, en especial, cuando se recorren largas distancias. Pero no en el caso de Constanza. Ella sabe qué tener a mano para evitar que el malestar se instale sobre el disfrute.

También lo saben de sobra Francisca y Andrea. Ambas trabajan como tripulantes de cabina de una aerolínea internacional desde hace seis y siete años, respectivamente. “Decidí dedicarme a esto a pesar de tener otra profesión y ejercerla, porque ya no sentía que estaba en mi lugar. Quise reinventarme y me fui a volar. Aquí encontré mi trabajo y lugar feliz”, cuenta Francisca, que hace alrededor de cincuenta viajes al año.

Ellas tres nos dieron sus mejores consejos acerca de los implementos permitidos en un avión que pueden mejorar la experiencia de vuelo de los pasajeros.

Botella o termo para agua

Un elemento tan sencillo puede dar solución a varias posibles problemáticas. “Nadie sabe que puedes llevar tu botella de agua vacía: así le pides a la azafata que la rellene con agua y no tienes que estar pidiendo un vaso a cada rato”, explica la tripulante Francisca.

“Muchos argentinos llevan sus termos vacíos y nosotros se los llenamos con agua caliente y se van tomando su yerba mate”, agrega a modo de ejemplo.

Andrea dice que no siempre las aerolíneas cuentan con botellas individuales para entregar a los pasajeros, por lo que llevar una personal es una buena manera de asegurar que contarás con una durante el vuelo. Constanza, en tanto, dice que siempre lleva su botella: “Uno, para no pagar por agua; y dos, para evitar plásticos de un sólo uso”.

Botella para agua Stanley 750 ml


Almohada para el cuello

Si has viajado antes y en vuelos de larga distancia, sabrás la utilidad que tiene este implemento. No hay manera más efectiva de dormir cómodo y de evitar una horrenda tortícolis. Aunque las venden en todos los aeropuertos, suelen ser muy caras, por lo que se recomienda comprarla antes o pedírsela a algún familiar (siempre hay una tía que tiene una guardada por ahí).

Antifaz

En la misma línea de la almohada cuello, el antifaz es un implemento esencial para ayudar a dormir sin distractores visuales, como la luz artificial de la cabina, las pantallas de los vecinos de asiento o, peor aún, la iluminación natural que impera durante un vuelo de día. “Así se sufre menos con el jetlag”, asegura Constanza Fueyo.

Pack viajero: Almohada, antifaz y tapones de oído


Pantuflas o zapatos cómodos

La inactividad física que supone estar sentado durante varias horas de vuelo tiene una repercusión física inevitable: se hinchan los pies. Esto generalmente es inofensivo, pero puede ser muy molesto si no se cuenta con la ropa apropiada. Lo que se recomienda es llevar un par de pantuflas u otro tipo de calce que garantice flexibilidad, temperatura y que no genere presión sobre los pies.

Ojo que quedarse a “pata pelada” no es la mejor idea. “El piso del avión es muy cochino”, confiesa Francisca. Además, el aire acondicionado puede resultar muy traicionero.

Flexionar las articulaciones y dar algunos pasos cada cierto tiempo, también es aconsejable para evitar mayores molestias.

Calcetines compresivos

Otro implemento súper recomendado para impedir la hinchazón de las piernas. Los calcetines de compresión ayudan a que la sangre circule por las piernas de mejor manera y evita la retención de líquidos que se genera por efecto de la gravedad – conocido como edema gravitacional.

Tapones para oídos o audífonos con cancelación de ruido activa

Se dice que un avión puede alcanzar los 120 decibeles durante un despegue y mantenerse sobre los 80 dB durante el vuelo. Si a eso sumamos el ruido ambiental —conversaciones, carros con la comida, películas, música, etc— tenemos un panorama sonoro que puede desagradar e incluso afectar auditivamente a cualquiera. Sobre todo a quienes quieren dormir.

Un implemento ideal para este contexto son los audífonos con cancelación de ruido activa, una función que se encarga de mitigar e incluso anular el sonido del entorno por medio de un procesamiento tecnológico. “Nosotros, la tripulación de cabina, los ocupamos siempre; son súper confortables para llevar puestos, porque el sonido del avión es continuo y se hace desagradable. Los audífonos lo bloquean y hacen más ameno el viaje”, asegura Francisca.

Una opción económica y súper efectiva es el modelo W240TN de Edifier, que cuenta con un procesador IA que cancela el ruido del entorno. Y si el plan es abaratar al máximo los costos, siempre estarán los clásicos tapones de oído hechos de espuma.


Comida y snacks

“El avión no es un restaurante”, dicen las azafatas. Uno de los errores más comunes entre pasajeros es esperar que en el avión haya comida para todos los gustos y necesidades. “Generalmente está permitido llevar comida por cuenta de cada uno”, dice Francisca, siempre que esté cerrada y sellada.

Claro que hay que estar atentos al gramaje permitido en cada vuelo. Andrea recomienda llevar snacks, como frutos secos u otras opciones fáciles de empacar y comer.

“Hay gente que le da ansiedad viajar y necesitan comer. Si bien en los aviones hay servicios de comida, estos no son suficientes para este tipo de pasajeros”. Lo mismo recomiendan para quienes tienen requerimientos específicos de alimentación. “Si quieren comer algo específico, no deben confiarse que en el avión habrá”, sostiene Francisca.

Artículos de higiene y de cuidado personal

“Una queda con la piel súper reseca después de un viaje”, dice Francisca. Esto se debe al ambiente artificial que se genera en una cabina de avión, en el que hay menos humedad, menos oxígeno y más dióxido de carbono. Constanza dice que, para ello, lleva siempre un cosmetiquero con productos esenciales de cuidado.

“Hidratantes para piel y labios, bloqueador y lentes de contacto, con los que nunca vuelo si son más de 3 horas, porque se resecan muchísimo más que fuera del avión, así que me los saco antes de dormir”.

Asimismo, lo aconsejable es tener a mano elementos de aseo personal, como el cepillo de dientes. “No todas las aerolíneas los proporcionan”, explica Andrea.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 20 de diciembre de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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