Un 55% de los trabajadores manifiesta que sus problemas económicos son una distracción en el trabajo

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De acuerdo con una encuesta de la fintech Destácame, esta distracción representaría un costo anual de $79 millones para una empresa por cada 100 colaboradores. Este costo se relaciona con la disminución de la productividad laboral, el aumento del ausentismo, la rotación de personal y el incremento del riesgo de accidentes.


Los problemas financieros no solo generan estrés en la vida personal y familiar, sino que también tienen un impacto significativo en el rendimiento laboral, según revela una encuesta realizada por la fintech Destácame, el cual muestra que para un 55% sus problemas económicos se convierten en una distracción en el trabajo, afectando su concentración y productividad.

Esta constante distracción tiene consecuencias no solo a nivel individual, sino también a nivel empresarial. Según el análisis, esta distracción representaría un costo anual de $79 millones para una empresa por cada 100 colaboradores. Este costo se relaciona con la disminución de la productividad laboral, el aumento del ausentismo, la rotación de personal y el incremento del riesgo de accidentes. Así, de acuerdo con la fintech, los problemas financieros no solo afectan a los individuos, sino que también tienen un impacto negativo en el desempeño y los resultados de las empresas.

Lo anterior se suma a que un 35% de los encuestados declara sentirse insatisfecho o muy insatisfecho con su situación financiera y que el 61% reconoce no tener el conocimiento necesario para tomar decisiones financieras informadas. Esto se traduce finalmente en dificultades para manejar adecuadamente sus recursos.

Augusto Ruiz-Tagle, cofundador de Destácame, asegura que “esto es algo que nos preocupa, ya que gran parte de esos problemas son por desinformación y falta de apoyo. Es por esto que creemos que es importante que las empresas avancen en herramientas de bienestar financiero para sus colaboradores, que les permitan contar con la información necesaria para tomar decisiones oportunas, en pro de aliviar el estrés y la incertidumbre, generando un impacto positivo en su salud mental y productividad laboral”.

El impacto de los problemas financieros no se limita únicamente al ámbito laboral. El informe muestra que al 40% de los encuestados su situación financiera les afecta al sueño, generando preocupaciones y estrés que dificultan el descanso adecuado. Además, un 39% señala que sus problemas económicos repercuten en sus relaciones familiares, generando tensiones y conflictos en el entorno familiar. Asimismo, un 36% indica que su salud se ve afectada por sus dificultades financieras, experimentando altos niveles de estrés que pueden derivar en problemas de salud física y mental.

A pesar de estos desafíos, el estudio revela que existe un deseo de mejora por parte de los encuestados. El 60% declara tener metas financieras para los próximos cinco años, lo que demuestra un interés por alcanzar una estabilidad económica. Sin embargo, un 45% no tiene un plan claro para lograr sus objetivos, lo que dificulta su materialización y perpetúa la situación de estrés y preocupación financiera.

De acuerdo al estudio, uno de los aspectos que requiere especial atención es el presupuesto personal. Un 49% de los encuestados gasta igual o más de lo que ingresa, llegando justo o endeudándose mes a mes. Esto indica una falta de control y planificación financiera, lo que puede llevar a una situación de fragilidad económica. Por otro lado, el 16% no tiene claridad respecto a sus gastos en relación a sus ingresos, lo que dificulta una gestión efectiva de los recursos y limita la capacidad de ahorro.

De acuerdo a Ruiz-Tagle, algunos hábitos que pueden implementar los trabajadores para romper el ciclo de los problemas financieros incluyen utilizar créditos y préstamos sólo para gastos puntuales y no recurrentes, priorizando el uso de ahorros para cubrir esas necesidades. También, evaluar la estructura de ingresos y gastos si constantemente no alcanza el dinero para llegar a fin de mes, en lugar de depender de créditos. Además, aconseja limitar el total de cuotas mensuales a pagar a no más del 15% de los ingresos y considerar el uso de una sola tarjeta de crédito para tener un mejor control de los gastos.

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