Falleció Ramba, la última elefante del circo chileno

ramba

El paquidermo había sufrido 40 años de maltratos en el circo Los Tachuelas, y fue trasladado a un santuario en Brasil, con otros dos ejemplares.


"Nos rompe el corazón tener que compartir que Ramba ha fallecido. Nuestra terca, hermosa y más grande abuela ya no tenía fuerzas para combatir sus problemas renales".

Así comunicó el Global Sanctuary for Elephants de Brasil el deceso de la elefanta, trasladada desde Chile luego de una campaña de salvación por parte de un grupo animalista, luego de 40 años de maltratos en el circo Los Tachuelas.

El hecho fue comunicado en la cuenta de Facebook del Santuario, donde se señaló que Ramba acarreaba problemas renales hace siete años, y que en los próximos días se conocerán más detalles.

"Ella comenzó a vivir, pero en el proceso, parece que dejó de pelear. Estaba cansada", menciona el posteo.

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Un largo viaje

Recordemos que Ramba, de aproximadamente 60 años, fue rescatada en 2011 desde su lugar de cautiverio. Posteriormente fue llevada al Parque Safari en Rancagua y recién en octubre de este año arribó al Santuario tras 36 horas de viaje. Allí la esperaban "Rana" y "Maia", otros dos elefantas que la acompañaron hasta sus horas finales.

"Ramba fue especial. Había algo en su presencia que te devolvía al centro y hacía sonreír el corazón al mismo tiempo. Nos enamoramos de ella hace siete años, y fue parte de la razón por la que nos lanzamos con un santuario en Brasil. No había forma de dejarla atrás ni olvidarse de ella, una vez que la conociste", señala el Santuario.

"Temprano el jueves por la mañana, 26 de diciembre, Rana y Maia estaban en el granero sin Ramba. (...) La encontramos en uno de sus lugares favoritos, el cuarto patio al otro lado del arroyo. Parecía que estaba durmiendo. Parece que la muerte de Ramba fue repentina, la hierba alrededor de donde yacía su cuerpo estaba intacta. Simplemente un elefante perfecto, tumbado en un hermoso pasto, con los ojos suavemente cerrados y su dulce rostro tan tranquilo como hemos visto", agrega.

"Dijimos que cada día que Ramba estuviese en el santuario era un regalo, no solo para ella, sino para todos. Aunque siempre deseamos que cada elefante tenga más tiempo en el santuario, estamos muy agradecidos de que haya llegado aquí y haya encontrado su alegría", finaliza el comunicado.

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