Resultados de la Prueba de Transición: ¿Será bueno un año sabático en pandemia?

Tomarse un año para viajar, descubrir motivaciones o simplemente descansar era una opción para los jóvenes que terminaban con su enseñanza media antes de iniciar los estudios superiores. Hoy, conocidos los resultados de la PDT, es el momento de revisar esta posibilidad.


La mañana de este jueves 11 se dieron a conocer los resultados de la Prueba de Transición (PDT) 2021 y con ello el comienzo de la etapa de postulación a la educación superior, la cual se extenderá hasta las 13:00 hrs. del lunes 15 de febrero.

Con esto llega el momento de la toma de decisiones por parte de los y las jóvenes. Deben elegir cuál será su elección de futura carrera y si será bueno entrar a estudiar este 2021 o si es posible elegir tomar un año sabático.

¿Se puede decidir con certeza a los 18 años (o menos) qué estudiar? Es una de las preguntas que sustenta un escenario como este. Al tener los resultados de la PDT se les pide estudiantes que seleccionen una carrera que podría afectar toda su vida, en un momento en el que apenas saben quiénes son o adónde van.

La mañana de este jueves 11 se dieron a conocer los resultados de la Prueba de Transición (PDT) 2021 y con ello el comienzo de la etapa de postulación a la educación superior, la cual se extenderá hasta las 13:00 hrs. del lunes 15 de febrero.

Tomarse un año libre para aprender más sobre el mundo. O tal vez incluso aprender más sobre sí mismos. Es una idea que pasa por la mente de muchos. Y en tiempos de pandemia, además, en que la vida universitaria se ha visto revolucionada, resulta inevitable pensar si esa elección puede ser aún más masiva este año.

Elección personal sin prejuicios

Es una elección que se plantean jóvenes de todo el mundo. En Estados Unidos existe la Asociación del Año Sabático, que define ese periodo como “un semestre o año de aprendizaje experimental, que generalmente se toma después de la escuela secundaria y antes de la carrera o la educación postsecundaria, para profundizar en la práctica, conciencia profesional y personal“.

Paula Figueroa, psicóloga de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) y Bienestar Estudiantil del Instituto Santo Tomás, indica que a nivel cultural en Chile es “súper mal visto tomarse un año sabático”.

Existe la idea de que si las y los jóvenes no van directamente a una universidad están destinados a trabajar en algo de baja categoría o que no ingresarán a la universidad. Datos de 2019 de la Asociación de años sabáticos indican que es solo un estigma: el 90% de los estudiantes que se toman un tiempo libre después de la escuela secundaria se inscriben en una institución de cuatro años dentro de un año después de completar su descanso del año sabático.

La Asociación del Año Sabático define ese periodo como “un semestre o año de aprendizaje experimental, que generalmente se toma después de la escuela secundaria y antes de la carrera o la educación postsecundaria, para profundizar en la práctica, conciencia profesional y personal“.

Figueroa enfatiza en que se trata solo de un prejuicio: “Estamos en una sociedad constantemente volcada en el hacer y hacer, y muy pocas veces nos detenemos a pensar lo que realmente queremos”. Agrega que “hay que dejar de lado este discurso social porque en ocasiones puede ser que esa no sea la mejor vía para cada uno”.

Ximena Rojas, psicóloga y Doctora en Ciencias de la Educación de la U. San Sebastián recalca que esta decisión depende netamente de la experiencia personal de cada joven y de lo que este realmente quiere.

Hay que entender que el año sabático no significa hacer nada durante ese periodo de tiempo. “Independiente de que sea el 2021, en cualquier año de la vida, el año sabático tiene que tener un propósito”, recalca Rojas. Ojalá tenga un fin de naturaleza constructiva para el desarrollo de la propia persona.

La principal recomendación para aquellos que no saben qué estudiar y que el 2020 les pasó la cuenta, añade Figueroa, es que esperen. “De verdad el mundo no se va acabar si es que esperan un año, porque tienen que tener en consideración que van a entrar a estudiar algo que van a ejercer después, y por lo tanto la seguridad es principal en este proceso y sobretodo la felicidad de estar en un lugar en el que se sientan que es lo suyo” subraya.

Elijo un año sabático

Ambas profesionales coinciden en que considerar esas opción es un “lujo” que no puede darse todo el mundo.

Pero si se puede considerar, puede ser una buena opción antes de optar por una profesión que no se acerca a los intereses personales o no hay seguridad. La incertidumbre, no es mala, dicen las especialistas. El confinamiento por coronavirus y la vida en pandemia, hizo que lo cotidiano fuera mucho más virtual y también enseñó la relevancia de aprender a manejar la incertidumbre.

“Esta pandemia lo que nos ha evidenciado es que tenemos que aprender a manejar la incertidumbre, a manejarnos en contexto de incertidumbre y no quedarnos con los brazos cruzados en ello porque las cosas cambiaron. Por lo tanto es posible que los chicos y chicas se sientan un poco más desorientados este año, pero es una habilidad que hay que ir desarrollando con el tiempo’', señala la profesional de la USS.

Por su parte, Figueroa cree firmemente en la experiencia de cada persona. En ese sentido, explica que cada cual, según su realidad, debería preguntarse si quiere enfrentarse a un 2021 en donde probablemente el primer semestre vaya a ser online y el segundo vaya a ser más híbrido.

En 2020 la transformación digital en las universidades y la experiencia general de las y los estudiantes sufrió un importante cambio por la pandemia. Muchas, sino la mayoría, de las universidades dependían del “cara a cara”. Los campus repletos de estudiantes quedaron vacíos ante el resguardo de quedarse en casa.

Las casas de estudio aprendieron a flexibilizar las metodologías y contextos en que se enseña y se aprende. Tomando conciencia de que los estudiantes pueden aprender de otra manera, que se puede aprender diferente. Pero una universidad on line no es deseada por todos y todas los estudiantes. Y tampoco por los que ingresarían a su primer año de vida universitaria.

Si la respuesta es que no quieren exponerse a esa experiencia nuevamente (como en 2020), señala Figueroa, “no está mal decir ‘quiero darme este año, porque el año pasado me vi sobrepasado o no me gustó la modalidad’”. Tampoco es equivocada la elección de entrar a la universidad. “Va a depender de cada persona”, añade.

Propósito y disciplina

Si no está seguro o segura qué área quiere estudiar o qué carrera le gusta, puede que no tenga sentido ir directamente a la universidad. Un punto importante a considerar en ese caso dice Figueroa es que no hay que perder la rutina. Mantener horarios y actividades programadas. “Principalmente levantarse toda la semana a cierto horario, hacer algunas cosas que ya tenía planificadas, ya sea ejercicio, leer algo, etc. Depende de cada persona pero sí o sí llevar una rutina” señala.

Tener espacios de autocuidado, es otra recomendación. Dejar momentos de distracción individual como por ejemplo cocinar, meditar, ver alguna serie o película, etc. “Lo importante es tener ese espacio”, señala Figueroa.

Tener un propósito claro para el año sabático es otro consejo añade Rojas:Ese propósito puede relacionarse con un propósito de desarrollo personal, con el propósito de sacar un producto, para los que necesitan tiempo de pensar, para estar consigo mismo, porque por ejemplo puede ser leer un libro o escribir cosas de interés, estudiar algo, profundizar en un tema donde requieren estar en stop”.

La idea es que este propósitos sea constructivo para el desarrollo de la o el joven. Y puede estar orientado a un desarrollo profesional o hacia el crecimiento individual

Cultivar la autodisciplina, es una herramienta en esos meses es importante considerar. Tener metas y clara conciencia que el cultivo de la autodisciplina es super importante en términos de tomarse un año sabático, porque este no trata de hacer nada.

Todas estas son recomendaciones, dice Figueroa y no necesariamente es algo que deban hacer sí o sí. No existen imperativos. Va a depender de la experiencia de cada uno. “Lo principal es mantener tranquilidad, seguridad y calma. Ya que si se hace algo que no se quiere, eso podría traer repercusiones en la salud mental del joven”.

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